(Por Giselle Bugge y Luis Díaz) Enlazando al inmenso Océano Atlántico con la majestuosa cordillera de los Andes, cargada de historia atesoradas en el tiempo, el legado de culturas originarias, así como el paso de los inmigrantes, se extiende al sur de Rio Negro la ruta nacional 23.
También conocida como la 'ruta de la Línea Sur', en sus 605 kilómetros hilvana pueblos y parajes de la inmensa Meseta de Somuncurá y aguarda compartir su misterio con quienes decidan explorarla.
Comienza a 35 kilómetros al sur de la ciudad de San Antonio Oeste, donde empalma con la ruta nacional 3 y termina en Dina Huapi en la ruta nacional 40.
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La ruta deleita al visitante con tonos que van desde ocres y grises serenos hasta exuberantes verdes y azules intensos.
Este trayecto por la Patagonia rionegrina resulta un itinerario imperdible para los que aprecian la aventura y los paisajes únicos, disfrutan del silencio y de contemplar los atractivos que ofrece en su diversidad la naturaleza.
Conectando a sus visitantes con la calma y la simpleza, al iniciar viaje por el lado este se sitúa Valcheta, una de las ciudades mas antiguas de la provincia -también conocida como el oasis del sur-, con tierras fértiles para la producción agrícola y hogar de destacados artesanos y maestras tejedoras, que además sabe ser sede del Campeonato regional de Esquila.
Tras recorrer unos cien kilómetros más, como portal de la mística Meseta de Somuncura se alza Ministro Ramos Mexia, ofreciendo a sus visitantes toda la impronta de su naturaleza a través de paseos, excursiones y la calidez de su gente.
El viaje continúa, y la presencia de piedras rojizas anuncian la llegada a Sierras Coloradas, un pueblito patagónico refugio ideal para quienes buscan tranquilidad absoluta.
A unos 45 kilómetros de allí se despliega Los Menucos, un pueblo que ofrece a los viajeros días de campo, excursiones mineras y actividades en la naturaleza.
El gobierno de Río Negro proyecta la instalación de un corredor turístico denominado 'Ruta de la Estepa' entre dichas localidades, con financiamiento del Programa Nacional 50 Destinos del Ministerio de Turismo y Deportes y del Fondo de Infraestructura Turística provincial.
Sobre este proyecto, la subsecretaria de Infraestructura del Ministerio de Turismo y Deportes, Lucrecia Yunes, dijo que "el corredor de la Estepa fue elegido para desarrollarlo del turismo emergente" y agregó que "lo importante de todo es rescatar el carácter ferroviario que tiene la zona".
Con esa impronta ferroviaria, el proyecto prevé la reutilización de cuatro vagones en desuso que harán de edificio principal de cada uno de los centros de información turística.
Asimismo, contempla la construcción de cuatro puntos panorámicos, dos de los cuales se ubicarán en Ramos Mexía y los otros dos en Sierra Colorada.
"Con el propósito de reforzar esa idea de Corredor Turístico, la ruta de la Estepa otorga este carácter ferroviario tan propio de la Línea Sur provincial" dijo la funcionaria.
En pleno valle, rodeada de mesetas, aparece la ciudad de Ingeniero Jacobacci, de origen ferroviario, que propone a quien la visite aprender sobre su cultura y su gente.
Ingeniero Jacobacci cuenta con un museo antropológico, y permite observar restos fósiles de los dinosaurios que poblaron la región hace millones de años.
Las localidades de Comallo y Pilcaniyeu se distinguen por su encantadora tranquilidad, su calma y su serenidad y anticipan la llegada a Dina Huapi, la 'Isla Danesa', una localidad pequeña con imponentes vistas a la cordillera, que está ubicada a orillas del majestuoso Nahuel Huapi y fue declarada capital provincial de la pesca deportiva en su modalidad Mosca.
Al finalizar este itinerario, a unos 17 kilómetros de Dina Huapi, por la ruta nacional 40, la maravillosa San Carlos de Bariloche se despliega entre bosques milenarios, lagos de aguas cristalinas y cerros cubiertos de nieve.
Reconocida como una de las ciudades mas importantes del país, anfitriona por excelencia, Bariloche invita a sus visitantes a disfrutar de la naturaleza, su tradicional gastronomía y su amplia hotelería, con ofertas para todos los bolsillos, brindando la posibilidad de que todo aquel que la visite disfrute de su encanto.
El paisaje a través de todo el recorrido de esta peculiar ruta 23 llena los sentidos, con su impactante marco de formaciones naturales propias de la Meseta de Somuncurá, sumado al encanto de las localidades y parajes arraigadas en el sur rionegrino, algunas de las tantas razones para embarcarse a esta aventura única que propone la ruta 23 de la Patagonia argentina.
Con información de Télam