Investigadores de Estados Unidos desarrollaron un método anticonceptivo de larga duración para gatas que consiste en anular la ovulación mediante la aplicación de una vacuna por única vez. El trabajo, publicado en la revista Nature Communications, podría convertirse en una alternativa para controlar la población felina sin llegar a una esterilización quirúrgica. Aunque ya existen pastillas e inoculables para evitar el embarazo en estos animales, los efectos de duración son cortos.
Para la realización del estudio se utilizaron nueve gatas sexualmente maduras. Seis recibieron el anticonceptivo y las otras tres no. Luego de realizar dos ensayos de apareamiento, con cuatro meses de duración cada uno, llegaron a la conclusión que ninguna de las seis inyectadas se embarazó, mientras que las otras tres sí lo hicieron. Al cabo de dos años, el tratamiento seguía haciendo efecto y los animales no habían presentado daños adversos.
Si bien se trata de una fórmula destinada a gatos domésticos, los científicos no descartan su adecuación para otras especies. “Es posible que podamos adaptar esta tecnología para controlar especies invasoras”, dijo David Pépin, coautor del estudio e integrante de la Escuela de Medicina de Harvard.
Cazador serial
La reproducción descontrolada de los gatos domésticos es una alarma a nivel mundial. Se estima que el 80 por ciento de los 600 millones que habitan el mundo andan libremente y generan estragos ambientales. La depredación de aves silvestres es una realidad: según investigadores de la Universidad Veracruzana (México), 430 especies de vertebrados han sido afectadas, de las cuales 63 ya fueron extintas. A su vez, las presas pueden variar desde aves, mamíferos, anfibios, reptiles e insectos.
“Los gatos no sólo afectan a la fauna a través de la depredación, también lo hacen mediante la transmisión de enfermedades y la competencia por recursos. Debido a esto los animales silvestres pueden alterar sus patrones de actividad, disminuir el tiempo y cantidad de alimentación, así como suprimir el tamaño de sus camadas por debajo del nivel mínimo de reclutamiento, alterando gravemente sus procesos demográficos”, señalan Isac Mella Méndez y Rafael Flores Peredo, especialistas mexicanos.
En las islas del Océano Pacífico, Europa y Estados Unidos, los gatos redujeron hasta un 40 por ciento la población de aves silvestres. De hecho, se calcula que en EE.UU. los felinos domésticos matan alrededor de 20 mil millones de mamíferos y 4 mil millones de aves por año.
¿Misión imposible?
Aunque las esterilizaciones y las castraciones podrían funcionar como métodos para controlar la población felina, diferentes especialistas cuestionan esta idea. Hay estudios que afirman que habría que atrapar al 90 por ciento de la población para empezar a disminuirla. Sin embargo, en las ciudades donde se capturó hasta el 85 por ciento, los resultados no fueron exitosos porque el resto continúa su reproducción.
De hecho, una de las características sobresalientes de estos animales es su capacidad reproductiva. Una hembra puede tener cría de dos a cinco veces al año y ser madre de 12 a 20 gatos, lo que da una cifra de millones si se multiplica la ecuación.
Por eso, algunos científicos afirman que la única manera de ponerle un freno al crecimiento poblacional y evitar la depredación de aves y mamíferos es sacrificándolos. Aun con esa respuesta, surgirían nuevas preguntas sobre qué hacer con millones y millones de cadáveres.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas
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