La yerba mate, infusión emblemática de la cultura sudamericana, encontró un inesperado hogar lejos de su lugar de origen. Mientras Argentina ostenta el título de mayor productor y exportador de yerba mate en el mundo, la sorprendente demanda por esta hierba se materializó en Siria, lo que convirtió al país de Medio Oriente en el principal importador global de este producto.
En este artículo te contamos qué pasó para que este país sea el mayor comprador de yerba y cómo es consumida lejos de Argentina.
Una historia de intercambio cultural
El camino que llevó al mate a Siria se remonta a las décadas pasadas, cuando la migración de la comunidad sirio-libanesa a Argentina propició un intercambio cultural significativo. La yerba mate, parte intrínseca de la vida en América del Sur, capturó la atención de los migrantes, llevando consigo esta costumbre a sus hogares en Siria en el momento en que volvieron, así como de quienes pasaron de visita.
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Argentina, epicentro mundial de la producción de yerba mate, cosecha y exporta cantidades impresionantes de esta planta. En 2019, el país sudamericano cosechó más de 837 millones de kilos de hoja verde, con una exportación que alcanzó casi 40 millones de kilos. Sorprendentemente, el 80% de estas exportaciones tienen como destino Siria y Líbano. Lo que refleja la importante penetración de la costumbre en esas regiones.
Siria: el mayor comprador mundial
En un fenómeno que dejó perplejos a muchos que pensaban que solamente en Latinoamérica se consume yerba a estos niveles, Siria se convirtió en el mayor importador mundial de yerba mate. En 2019, el país adquirió 31 millones de kilos, eclipsando a cualquier otro destino. Esta preferencia por el mate ha transformado la ceremonia de consumirlo en Siria, donde la preparación es tan meticulosa como en las tierras donde la yerba mate es nativa.
La ceremonia del mate en Siria
En Siria, el acto de tomar mate se convierte en una ceremonia que involucra elementos específicos: la yerbera, azucarera, una fuente y una taza pequeña para el lavado de la yerba. Esta tradición se acompaña con elementos como pistachos, semillas de zapallo y opciones dulces o saladas, creando una experiencia única que fusiona dos culturas aparentemente dispares.
El inusual lazo entre Argentina y Siria a través de la yerba mate no solo ilustra la universalidad de ciertas tradiciones, sino que también destaca la capacidad de las culturas para fusionarse y enriquecerse mutuamente, incluso a través de fronteras geográficas significativas.
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