A cinco años del crimen de Fernando Báez Sosa, los casos de violencia no cesan y la mecánica de los grupos tanto dentro como a la salida de los boliches se repite. Como si de un deja vu se tratara, de nuevo se vio a un grupo de personas golpeando a un joven de 24 años, identificado como Martín Gonzalo Cáceres, quien permanece en terapia intensiva tras el ataque de la patota en la zona del Chateau, en el norte de la Capital.
El violento episodio se registró este domingo a la madrugada en la avenida Cárcano al 1.400, luego de una discusión en la vía pública entre la víctima y un grupo de jóvenes, que directamente lo atacaron con golpes en distintas partes de su cuerpo. De acuerdo a lo informado por la Policía de Córdoba, Cáceres regresó a su casa auxiliado por un amigo hacia su casa en Villa Allende, pero un par de horas después se descompensó. Como consecuencia, debió ser trasladado a un hospital cercano y luego fue derivado al Sanatorio Parque.
A través de diversos estudios, los médicos constataron que el chico presenta un traumatismo grave de cráneo con sangrado interno. Tuvieron que operarlo en primera instancia y ahora continúa intubado en la terapia intensiva del mencionado centro de salud. Fuentes policiales informaron que el evento que se realizaba en el boliche había sido organizado por rugbiers del club Córdoba Athletic, por lo que un grupo de ellos es señalado por los investigadores como los posibles culpables del suceso.
Este lunes, desde el centro de salud dieron a conocer cómo evoluciona el estado de la víctima. “El chico está en una situación delicada. Si bien se lo intervino temprano, el paciente llegó a un estado neurológico muy delicado y hoy mostró una mejoría en cuanto al día de ayer. Es muy leve y muy pronto para saber cómo puede llegar a evolucionar. Pero bueno, vamos a ver cómo, esperaremos a ver cómo será la evolución”, detalló Matías Díaz, jefe de guardia del Sanatorio Parque.
“Tuvo un hematoma extradural, un hematoma que se forma entre el hueso y una membrana que recura el cerebro, o sea que fue por fuera del cerebro, pero que lo empuja y comprime a su vez el cerebro”, agregó el profesional en declaraciones para Radio Mitre Córdoba.
La tragedia de Fernando puso en el centro del debate la seguridad en los boliches y la responsabilidad de los empresarios nocturnos. A partir de este caso, se implementaron en varias localidades controles más estrictos en los accesos, capacitación del personal de seguridad privada y una mayor fiscalización por parte de las autoridades municipales. Sin embargo, las regulaciones destinadas a prevenir hechos de violencia no son lo suficiente y la violencia grupal sigue siendo un desafío estructural.
Córdoba: desarticularon una fiesta clandestina de 150 personas y hubo intercambios violentos entre los asistentes y la Policía
Una fiesta clandestina con más de 150 personas fue desbaratada en Córdoba y, en medio del operativo, las autoridades fueron atacadas a piedrazos. Como respuesta, los agentes de seguridad utilizaron armas no letales para controlar la situación.
El hecho sucedió este fin de semana cuando la Subsecretaría de Fiscalización y Control de la Municipalidad desarticuló en el barrio Alta Córdoba un evento que no solo incumplía con las normativas municipales, sino que también ponía en riesgo a los asistentes por la falta de condiciones de seguridad.
De acuerdo a lo informado por el medio local El Doce.tv, la intervención se realizó tras recibir denuncias de vecinos que alertaron sobre ruidos molestos y la presunta venta de alcohol sin autorización. Al llegar al lugar, los efectivos confirmaron la presencia de una gran cantidad de personas, equipos de sonido y luces de discoteca.
Fue por ello que las fuerzas de seguridad procedieron a la interrupción del evento y al desalojo de los asistentes. Durante el operativo, se incautaron dos parlantes, luces láser, una consola y un trípode, utilizados para la ambientación de la fiesta.
Mientras los agentes llevaban a cabo el procedimiento, algunos de los asistentes reaccionaron de manera violenta, lanzando piedras contra los efectivos policiales. Ante esta situación, el personal de la fuerza dispersó a los individuos con armamento no letal. No se registraron heridos.
Desde hace varios meses, las autoridades cordobesas comenzaron a realizar diversos operativos para desarticular dichas fiestas que no cuentan con la habilitación ni con las medidas de seguridad correspondientes.