En el mediodía de este lunes, familiares y amigos reclamaron frente al juzgado de González Catán. "Lo fusilaron y lo dejaron tirado", denunció Cinthia, una de las hermanas de Lucas Verón, el joven de 18 años asesinado por agentes de la Policía Bonaerense. Acompañada por la subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense, integrantes de HIJOS La Matanza y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), se presentaron en la fiscalía para pedir recusación del fiscal del caso, Juan Pablo Tahtagian, porque consideran que su accionar en las horas posteriores al asesinato apuntaron a encubrir la responsabilidad policial.
"Está haciendo las cosas mal, quiere borrar evidencias y obligar al testigo que estaba con mi hermanito a decir que fueron a robar. Sabemos que eso es mentira", denunció Cinthia. La familia y las organizaciones que denuncian el hecho como un nuevo caso de "gatillo fácil", se reunieron con la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa. Además, le solicitaron que se aparte a la Policía Bonaerense de la investigación.
“El menor de edad que acompañaba a Lucas en la moto recibió presiones y amenazas policiales para que declare que venían de robar. Luego del pedido de la CPM para que se aparte de manera urgente a la fuerza de la causa, se trasladó a los testigos y al joven a la fiscalía donde declararon sin la presencia de los efectivos”, advirtió en un comunicado la CPM.
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Aún no hay resultados oficiales de la autopsia al cuerpo de Lucas, pero según informaron a El Destape fuentes con acceso a la causa, fue asesinado de un balazo en el pecho. El disparo policial le atravesó el cuerpo.
Este martes, se realizarán peritajes sobre las dos pistolas 9 milímetros de los policías acusados, a cargo de los peritos del Ministerio Público. Por el crimen están detenidos dos agentes del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de González Catán, Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, que se negaron a declarar. Están imputados por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la condición de policías".
La rápida intervención de integrantes de la organización HIJOS La Matanza y de la CPM logró evitar que la propia Policía Bonaerense tome declaración a los testigos en sede policial, como había indicado el propio fiscal que interviene en la causa. Un integrante de HIJOS La Matanza trasladó a los tres testigos a la fiscalía, donde declararon sin la presencia de los efectivos, y describieron de manera precisa el asesinato.
El Destape pudo reconstruir el testimonio de los testigos. El primero y más contundente, declaró que vio cuando “el patrullero chocó de atrás la moto y remataron en el piso a Lucas, sin bajarse del auto, sin dar la voz de alto y luego huyeron”. Otro testigo, que volvía de la casa de su novia, coincide en el relato. También observó el choque del patrullero, escuchó los disparos, y la policía se fue. La primera versión policial intentó instalar que Lucas quiso robarle el celular a una señora, en una parada de colectivos.
Lucas Nahuel Verón cumplía 18 años el jueves 9 de julio. En la madrugada del viernes, cerca de las 2 de la mañana, fue asesinado por la Policía Bonaerense. Lucas iba en moto con un amigo. Había salido de su casa en el barrio de Villa Scasso, en González Catán, para comprar gaseosas.
"Cuando lo llevan a mi hermano, que lo encuentran con el tiro en el pecho, vienen tres patrulleros por la cuadra de casa", relató la hermana de Lucas en diálogo con Radio Del Plata. "Esos mismos desgraciados estaban en el hospital. La mujer del asesino nos consoló, nos traía agua cuando a mi hermano lo mataron de frente", agregó la hermana de Lucas.
Denuncia que los policías "tenían una estrategia para ocultar lo que pasó. Todavía estamos esperando que nos llame la policía para saber qué hicieron con estos asesinos".