Hace un año y medio que Elisa Molina se encuentra bajo prisión domiciliaria por estar acusada de homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa contra su ex pareja que la violentó durante 13 años. Sus abogados defensores explican que se trata de un crimen que Elisa no cometió y denuncian la incompatibilidad de las pruebas. El juicio oral contra Molina se llevará a cabo los días 11 y 12 de agosto. En caso de ser declarada culpable, podría significar una pena de hasta 20 años de prisión.
Los últimos 13 años Elisa Molina fue víctima de violencia de género -física, económica, sexual- por parte de quien hoy es su expareja y padre de dos de sus hijos.
El 14 de febrero de 2020 Elisa se animó por primera vez a frenar las violencias que sufría por parte de su ex novio. La causa en la que será juzgada dice que le arrojó una botella de combustible a su ex pareja para atentar contra su vida. Según sus abogados, los hechos demuestran que esa nunca fue su intención.
"Se la acusa de haberle arrojado una botella de combustible a su ex pareja para, supuestamente, intentar atentar contra su vida. La realidad de los hechos, sin embargo, señala que Elisa no tuvo ese objetivo ni antes, ni durante, ni después de lo ocurrido", indican los defensores de la mujer de 37 años.
Los abogados de Elisa, Paolo Zaniratto y Jonathan Cano, sostienen que “en ninguna instancia judicial se ha podido probar tanto la materialidad del hecho como la responsabilidad penal de su defendida", quien está acusada de homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa, causa que tramita ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 18 de la Capital Federal.
Según los letrados, "la circunstancia demuestra que las pruebas en la causa son endebles y la mirada parcial de la justicia en primera instancia, desde donde la causa acumula irregularidades que debieron anular el proceso". Por ello, ahora piden su absolución.
"El hecho de que hoy Elisa Molina se encuentre detenida, da cuenta de la injusticia que se está cometiendo con una persona no sólo inocente, sino víctima”, afirman los abogados defensores de Elisa Molina.
En caso de ser declarada culpable podría significar una pena de hasta 20 años de prisión. "Que Elisa Molina esté injustamente presa por 20 años implicaría además cuatro hijes sin su madre y a cargo de un progenitor violento", admiten Zaniratto y Cano y coinciden en que "la investigación está repleta de pruebas contradictorias que arrojan un manto de sospecha sobre la idoneidad de las pruebas para imputar a Elisa en los hechos".