El futbolista ídolo de Lanús, Lautaro Acosta, fue denunciado por violencia de género en las últimas horas. Su expareja Ludmila Isabella, pidió ayuda a través de las redes sociales y solicitó, por el mismo medio, una "medida cautelar" urgente. Tras la acusación pública, el juez Gabriel Vitale, a cargo del Juzgado de Familia N° 10 de Lomas de Zamora tomó la determinación de excluirlo de su hogar "por el tiempo que dure el presente proceso" e imponerle una restricción perimetral de 300 metros con prohibición de acercamiento a la denunciante. Además, deberá realizar un curso de violencia de género.
Según pudo conocer El Destape, la UFI N° 17 de Lomas de Zamora, a cargo del Dr. Juan Manuel Baloira, en el marco de actuaciones caratuladas como "amenazas-violencia de género", dictaminó la exclusión de hogar -cumplida por el personal policial- y el cese de hostigamiento -por cualquier vía, sea personal o digital- por parte del futbolista de 35 años para con la particular damnificada. "Diligencia cumplimentada sin novedades ni resistencia por parte del Sr. Acosta. Se deja la propiedad a disposición de la esposa y denunciante", informaron. Dichas medidas se toman "a los efectos de salvaguardar la integridad física de la denunciante y así atemperar su padecimiento", manifestó el fiscal Baloira.
Por la noche, acompañado por un grupo de personas, Acosta cargó varias bolsas en una camioneta y abandonó su casa escoltado por la Policía Bonaerense. "Nos dieron el lugar pero llegué a la casa y está toda vacía. Le avisaron con tres o cuatro horas de anticipación y no dejó ni cubiertos ni platos, ni una sábana", contó sobre los bienes en común de la pareja, la propia denunciante en diálogo con América TV.
Durante el miércoles, desde el Club Lanús confirmaron a El Destape que la denuncia fue recibida y se activó el protocolo. Horas más tarde comunicaron la decisión a través de sus redes sociales. "En virtud de los hechos de público conocimiento y tras haber recibido una denuncia a través de nuestro Departamento de Género y Diversidad, hemos decidido activar el Protocolo Institucional tal cual se indica en su Art. 7", expresaron. Además quedaron a disposición de la denunciante y de la Justicia, "ratificando nuestro compromiso en la lucha contra toda situación de violencia", sentencian. Fuentes de El Destape confirmaron que el presidente Luis Maria Chebel se presentó en el Juzgado.
En el artículo citado por la institución, se indica cómo se lleva adelante el procedimiento tras la recepción de una denuncia de esta índole. En primer lugar, el Departamento de Género desarrolla estrategias para su abordaje y seguimiento; luego, la denunciante podrá notificar la situación y requerir orientación, poniéndose el club a disposición y una vez recibida la denuncia, se brindará orientación, se hará un seguimiento del caso y se recomendarán los pasos a seguir. Además, brindarán contención y asesoramiento.
Tras estos pasos, el Departamento de Género y Diversidad deberá realizar un informe "con las consideraciones pertinentes" que luego será presentado ante la Secretaría del Club Atlético Lanús a fin de que proceda acorde al Estatuto vigente o a la determinación de la Comisión Directiva. Por último, el órgano de aplicación deberá llevar adelante un registro pormenorizado de sus intervenciones en la causa. Hasta el momento, desde el club no dieron a conocer qué ocurrirá con Acosta en las listas de convocados o próximos compromisos que deberá afrontar el primer equipo.
Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463
La denuncia contra Acosta
Luego de realizar la denuncia y no recibir respuesta por parte de la Justicia, Ludmila Isabella dio detalles sobre la violencia ejercida por el futbolista Acosta durante los últimos años por medio de sus redes sociales, donde pidió ayuda y justicia. "Ya no sé qué más hacer, necesito ayuda y hacerlo público para que pague todo lo que me hizo y deje de manejar con tanta impunidad. Sufrí violencia física, psicólogica y económica, de lo peor que se puedan imaginar. Tengo fotos y audios para demostrarlo, le hice dos denuncias. Una en 2019 y otra hace unos días. A mí ya me cagó la vida, me la arruinó", comenzó.
En Instagram, la mujer continúa: "Siempre voy a recordar esas madrugadas que me golpeaba sin parar, me arrastraba por el piso y hasta llegó a darme una patada en la nuca ya tirada, hecha bolita. Una vez llegó a amenazarme con una cuchilla blanca que teníamos en cas, de carnicero, y me la ponía en la panza, me rompía la ropa, me la escupía y pateaba". Y añadió: "Iba a la pieza de Beni (el hijo de ambos) y me tapaba con la frazada al lado de él para que tenga un poco de compasión y pare o que le dé un poco de lástima. Pero no pasaba, me venía a buscar y me sacaba de los pelos hasta nuestra habitación, para seguir torturándome".
Ludmila recordó cómo la torturaba, le pegaba golpes en la cabeza o "sopapos" mientras la insultaba. "El día a día también fue una tortura, todo lo que yo hacía estaba mal, no servía para nada, era poca cosa y que él me salvó la vida, me sacó del barro. Me decía que si yo hacía o decía algo me iba a matar a mí y a mi familia", expresó. Adjunto varias fotos para mostrar cómo había quedado su cuerpo después de las golpizas denunciadas.
Frente a la falta de acción, manifestó: "Por favor pido ayuda y que esto no vuelva a pasar más. Tengo miedo por mi vida y la vida de mi hijo, nos ha dejado en la calle. Siempre creí que iba a cambiar y me equivoqué. Otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer y menos con un hijo". Y sostuvo: "Está impune, viaja, sigue jugando al fútbol y la gente lo sigue queriendo pese al monstruo de persona que es. Es violento hasta en la cancha, lo demuestra en cada partido".
"El Juzgado de Familia N° 10 de Lomas de Zamora todavía no ha sacado una medida cautelar desde el 8 de junio, día en que hice mi denuncia y él sigue amenazando. Por favor, ayúdenme", sentenció.
A mediados del 2019, la mujer ya había denunciado maltrato físico y psicológico de parte de Acosta pero la causa no prosperó. "La pasé estando embarazada, es lo que más me duele y lo que más cuesta sanar. Tengo pesadillas de todos los hechos violentos que padecí. Sentí mucho destrato, me sentí muy sola, tuve que afrontarlo sola", contó en su momento. El caso se resolvió a través de una mediación.