Este domingo, una mujer se acercó a la comisaría de Ricardo Rojas, en Tigre, para denunciar a su pareja por violencia de género, pero no le tomaron la denuncia. Como si no fuera suficiente, el oficial subayudante identificado como Marcelo Ezequiel Bogado, la acosó. El efectivo fue detenido y desafectado de la Policía Bonaerense.
“Haya pasado lo que haya pasado, en la comisaría nunca me tendrían que haber hecho eso, no tendría que haber pasado eso”, expresó la joven este lunes ante la prensa. Tras acercarse el domingo a la subcomisaría con la decisión de denunciar a su novio por violencia de género, el subayudante Marcelo Ezequiel Bogado la abrazó, la agarró de la mano y se quiso propasar con ella. "Cuando yo le dije que no le quería dar el beso, él me dijo: 'Dale, que no hay nadie. Tengo 24 años y no nos llevamos mucha diferencia de edad'", recordó.
Bogado, de 31 años, ingresó en abril de 2015 a la Policía Local de Tigre (UPPL Tigre). Tras lo sucedido quedó detenido y desde la Dirección General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad Bonaerense se decidió desafectarlo de la Fuerza, según consignó Infobae. Luego de la vergonzosa situación, más tarde hubo algunos destrozos, ya que familiares de la víctima fueron a increpar al policía acusado cuando se enteraron de lo que había sucedido.
Tras conocer sobre los incidentes, el titular de la Estación de Policía Departamental de Seguridad (EPDS) de Tigre, Lucas Borge, denunció a Bogado y le dio intervención inmediata a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Tigre y a la auditoria de Asuntos Internos. Por disposición de la fiscal Mariela Miozzo, Bogado quedó aprehendido imputado por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, por no haber tomado la denuncia de la víctima.
Además, de la causa contra el policía, hay otros dos expedientes conexos: por un lado, la denuncia original de la víctima contra su novio, que la investiga otro fiscal de la UFI de Violencia de Género de Tigre, y por el otro, los daños ocasionados por los familiares de la joven en la seccional, que quedará en manos del fiscal de Rincón de Milberg, Sebastián Fitipaldi.
En diálogo con la prensa, la víctima agregó este lunes: “No quería contarlo porque tenía vergüenza, más con lo que pasó: rompieron toda la comisaría”. También relató que los agentes compañeros del denunciado le pedían que “no los escrachen, que no son todos iguales”.