El futbolista Gonzalo Montiel y su familia quedaron involucrados en un hecho de violencia sexual que ocurrió en su casa, en La Matanza, en 2019. La denuncia por abuso sexual fue ratificada por la joven este viernes, en el distrito de la provincia de Buenos Aires y, según se lee en el documento, el hecho ocurrió en el cumpleaños del integrante del plantel de la Selección Argentina. La familia de Montiel la amenazó para que no lo mencionara.
La declaración de la joven fue realizada en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Especializada en Delitos derivados de Violencia Familiar y de Género y Delitos Contra la Integridad Sexual N°3, bajo el patrocinio legal de Raquel Hermida Leyenda. "Es una denuncia complicada, porque fue abuso sexual agravado con acceso carnal", señaló la abogada en diálogo con Radio 10 el mièrcoles
"Ella no sabe cuántas personas intervinieron en el abuso. Pero a raíz del primer análisis médico que le hicieron en un centro de salud, sabemos que hubo acceso carnal", aseveró Hermida Leyenda ante la prensa. Además, aclaró que "la denuncia ya está presentada ante la Justicia de La Matanza -en el mismo año en el que sucedieron los hechos- y la causa está en trámite". En tanto, en el testimonio completo -al que tuvo acceso El Destape- la denunciante relató los hechos con detalle: en la noche del 1 de enero de 2019, la joven -cuyo nombre no se difundió para resguardar su intimidad- recibió un mensaje de Montiel para que asistiera a su cumpleaños, con quien ya se había visto en dos ocasiones.
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Decidió ir sola desde la Ciudad de Buenos Aires hasta Virrey del Pino, en donde se realizaban los festejos. Allí, llegó en un Uber, según dice, pagado por el mismo futbolista. En esa noche, conoció a Marisa, la mamá de Gonzalo; a su hermana y amigos. "Era un cumpleaños familiar", dijo en su declaración, por lo que no desconfió al momento de decidir tomar las bebidas que le ofrecieron, pese a que no toma alcohol. Pese a ello, en un momento de la noche comenzó a sentirse mareada.
"Me dolía mucho la cabeza, sentía que me iba a desmayar y le mando un mensaje a Gonzalo porque no estaba ahí en la reunión, y le dije 'ayudame por favor, me siento mal, llevame a mi casa'. Estaba en el baño, Cuando salgo me lo encuentro a Gonzalo y ahí no recuerdo más nada", relató la joven.
Lo que sigue a partir de entonces son todos recuerdos confusos: se despertó en la entrada de la casa, en una calle de tierra, en donde había barro, con la camisa mojada y ella también mojada. "De ahí sólo me acuerdo que la hermana de Gonzalo me decía: 'Hija de puta, te voy a matar, no te metas con mi hermano, no lo nombres', intentando pegarme patadas, que eran frenadas por las demás chicas", dijo.
Más tarde, en un Uber, llegó a su casa acompañada por unas chicas que también la denunciaron, según el relato. "Ni lo nombres a Gonzalo, vos tuviste la culpa", le dijeron. Hasta ese momento, la joven desconocía lo que había sucedido. Quien le dijo que había sido víctima de abuso sexual fue la madre de Gonzalo Montiel, Marisa: "Te violaron, mamita, ponete óvulos", le habría escrito en un mensaje, según su relato. Saber eso, darse cuenta de los golpes que tenía en la zona genital y del dolor que sentía, hizo que asistiera al médico en donde se constató la violencia sexual, aunque también refirió que su relato no quedó tal cual su testimonio en ese momento.
"A Gonzalo le insistí que me diga con quién había estado, llegué a decirle decime el nombre y no te molesto más, y él me contestó... Alexis Acosta y después no hablamos más", a continuación, el vínculo siguió más que nada con la madre del jugador de fútbol, que en ese momento estaba en River. Lo que la joven consideró "un infierno", dado que le avisó que ella iba a hacer la denuncia, pero Marisa le insistía en que no la hiciera. La madre de Montiel la habría empezado a seguir en sus redes sociales e intentaba controlar lo que hacía y dejaba de hacer.
"Ella me decía no, que Gonzalo está en River y va tener problemas en el Cub. Y me dijo: Cuidate, mamita, sos muy bonita, repetía todo el tiempo el mamita", dijo la denunciante, que también contó que, desde entonces, recibe asistencia psicológica y psiquiátrica hasta que decidió ir a una comisaría en La Matanza para hacer la denuncia, que este viernes, finalmente, ratificó con detalles. "Nos siguieron dos autos por diez cuadras, aproximadamente", denunció dando a conocer un contexto de constante intimidación y amenazas por el sólo hecho de mencionar al futbolista. También, recibió llamados intimidatorios que daban a entender que la estaban siguiendo.
En las comunicaciones iban desde un "tenés el pelo más rubio" hasta un "te vamos a pegar dos tiros en la cabeza". La última comunicación que tuvo con Montiel, según contó, fue en abril de 2019: "Le mandé un mensaje a Gonzalo diciéndole 'te perdono por no haberme acompañado' y él me respondió cortante, como que no le interesaba", manifestó. El testimonio de la joven, difundido esta noche, insiste en que lo que quiere es que "se averigüe la verdad y los autores cumplan con la pena que corresponde".