Este lunes se inició la segunda jornada de alegatos en el Juzgado Correccional 2 de Lomas de Zamora por la causa que tiene como principal protagonista al jugador de Boca Juniors Sebastián Villa, acusado por su expareja Daniela Cortés de ejercer violencia de género. Tras varias jornadas probatorias, donde además de declarar peritos también dieron testimonio los dos implicados, la causa avanza y está pronta a llegar a su fin. En dos o tres semanas se puede conocer la sentencia.
Hace unas semanas, el futbolista de Boca Juniors -que sigue desempeñándose en su club durante el proceso judicial- declaró ante la jueza Claudia Dávalos y acusó a la joven, que actualmente se encuentra en Colombia, de amenazas y violencia contra su persona. Incluso, presentó nuevas pruebas (audios y videos) para probar su denuncia. "El hecho que se me ha imputado, nunca la cometí", dijo.
Por su parte, en su alegato, el fiscal Sergio Anauati aseguró que se comprobó la violencia de género ejercida por el jugador y apuntó contra la principal hipótesis de la defensa, quien sostuvo que Cortés se beneficiaba económicamente de él. Sobre esto último, remarcó que no tenía sentido que quisiera arruinarle la carrera porque iba contra sus propios intereses. Frente a ello, el fiscal solicitó que sea condenado a 2 años y tres meses de cumplimiento condicional. También pidió que se lo obligue a fijar residencia y que no tenga ningún tipo de contacto con la denunciante.
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En esta segunda jornada de alegatos, Martín Apolo, el abogado defensor de Villa, pidió su absolución: "Daniela Cortés realizó una falsa denuncia, una calumnia”. Según él, su expareja utilizó la denuncia como herramienta para obtener venganza: "La violencia de género es tergiversada", sostuvo. Y señaló que existe un "sesgo de género", acusando al Ministerio Público Fiscal de "destruir" el principio de inocencia creyendo lo que dice una denunciante sin preguntarse si puede ser erróneo.
Sobre las amenazas de parte de Villa a su expareja, expresó: "No se encuentra probado ni se acredita que hayan existido. La amenaza consistía en que si Daniela no se iba de la casa, Villa le iba a arruinar la vida a ella y a su familia. Respecto a la acusación del fiscal, hay una contradicción con lo que reseña Cortés: no se probó ninguna llamada ni declaró ninguna persona que haya recibido esa amenaza. No sabemos cómo fue porque Cortés tampoco lo expuso. Nadie refirió de qué se trató esa llamada y mucho menos si tenía un contenido amenazante”. Y añadió: “La madre de Cortés no prestó testimonio en este debate y la razón de eso es que no quiso participar de una mentira”.
Según Apolo, no están probadas ni las amenazas ni las lesiones. “El que se retiró de la casa fue Villa. Si se hubiese dado una discusión acalorada, no se puede tomar como amenaza coactiva. No amedrenta a nadie esa supuesta amenaza, mucho menos a Daniela Cortés, que vimos cómo es su personalidad durante el debate. Creo que es una expresión y nada más. Lo único que le pudo arruinar la vida a Cortés es que le cortaron los víveres... El padre de Daniela dejaría de tener camioneta nueva; ella, celular nuevo, Sebastián dejaría de pagarle el colegio a su hija", expresó en referencia a la situación económica de la denunciante.
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Apolo caracterizó la relación entre ambos y apuntó contra Cortés
Sobre la acusación de violencia de género, el defensor remarcó que "las lesiones tampoco se encuentran acreditadas" y detalló: "Cortés de vez en cuando visitaba a Villa, cada tanto viajaba a Buenos Aires. Tenían una relación infantil, inmadura, que había sido terminada para finales de 2019 por las actitudes que Sebastián explicó relacionadas a la falta de dinero y de confianza. Ante la insistencia, le dio una nueva oportunidad y la misma viajó a la Argentina los primeros días de marzo del 2020. A los pocos días se decreta el ASPO, Daniela no puede volver a Colombia. A criterio de Sebastián, se tornaba insostenible por los celos y reclamos de la joven”.
Luego, se refirió específicamente a los hechos ocurridos en abril del 2020, cuando, según su alegato, Villa decide separarse de la joven. "Él se encierra en la habitación principal de la planta alta. Comienza a empacar su ropa para irse, en horas de la tarde, y Cortés -desplegando toda su violencia y fuerza física- rompe la puerta. Algo que está acreditado con la peritación sobre la misma. Cuando ingresa, Sebastián comenzó a filmar la situación de forma instintiva. Decide irse a la casa de un compatriota en el barrio contiguo. Cortés arroja la valija contra su auto y le cierra la puerta. Ya en la casa de Quintero, nota que le falta su pasaporte; algo que a esta altura va a demostrar su inocencia. Él decide volver a su casa a buscar ese documento y el representante de Quintero (Álvarez Acero) menciona que no se observó ninguna lesión".
También apuntó contra el fiscal, argumentando que existen deficiencias en las pruebas presentadas. "El mismo dijo 'podrían haber estado las lesiones', está en duda. El grado de certeza requerido no sirve para la pena condenatoria solicitada. Si el fiscal tiene dudas sobre los golpes, ¿cómo su señoría va a tener la certeza de que las lesiones fueron reales?”. Y aclaró: "No tengo ninguna estrategia, no necesito ninguna para defender a Sebastián. Lo único que quiero es llegar a la verdad".
Asimismo, hizo referencia a los posteos de Cortés en sus redes sociales donde denunciaba a Villa. "Cumplió lo prometido de arruinarle la carrera. Cualquier violencia es violencia, no es de género. Lo que me parece más grave es que esas lesiones no están ilustradas en el legajo. Nunca vi una causa por lesiones que no tenga fotografías. No se peritaron los teléfonos celular, los chats eran recortes, no se agregaron nuevas pruebas". Por ello, habló de "desidia e ineficacia" a lo largo de la inestigación.
En ese sentido, citó mensajes de WhatsApp entre su defendido y la hermana de Daniela Cortés, Cinthia. "En todo el chat se da a entender que la hermana intenta calmar a Daniela, está del lado de Villa. Le pide disculpas por el actuar de ella, por lo que hizo. No hay reproches contra Villa por ninguna situación. Si mi hermana o yo estoy en grave riesgo, y Sebastián amenaza con llamar a la policía, le pido que lo haga porque es lo que yo necesito para salir de esa situación. ¿No estaba en peligro?", se preguntó.
"Tú sabes que nosotros (la familia de Cortés) no tenemos nada que ver. Dime cómo podemos parar esto, cómo te puedo ayudar Sebas", señala Apolo citando a la hermana de la joven tras la publicación de la denuncia. "Contundente", cierra el abogado.
Además de desacreditar al fiscar y peritos que intervinieron en la causa, citó a diferentes testigos (la hermana de la denunciante, el representante de Villa, amigos, otros familiares) que calificaron a su relación como "tóxica" y negaron haberla visto lastimada o que la propia Cortés dijera haber sido maltratada o golpeada por él. Mientras que para el defensor de Villa, las marcas y lesiones en los brazos de Cortés se deben a la "digitopresión" para frenar los golpes que Daniela intentaba propiciar. “No basta solo con la denuncia, las pruebas contradicen todas las cuestiones que intentó exponer la denunciante falsamente. Es ridícula la acusación del fiscal”, sostuvo.
Hacia el final de sus alegatos, Apolo determinó: “Sebastián Villa no es un violento, como dice el fiscal. Aguantó muchas acciones y violencias por parte de Daniela y jamás reaccionó. Es de público conocimiento que no es una persona violenta ya que practica un deporte de alto rendimiento, de constante fricción, con personas que intentan frenar sus avances y que muchas veces lo neutralizan con faltas... Nunca en sus 10 años de carrera ha reaccionado mal, ha sido expulsado por juego brusco o ha participado en peleas generalizadas".
¿Cómo sigue la causa?
Sobre el cierre, Apolo se preguntó a quien "beneficiaría" que Sebastián Villa cumpla una condena "por un hecho que no cometió, que no se encuentra probado y que no ha hecho", señaló. Además, resaltó que la denunciante fue "compensada económicamente en sede civil, por el concubinato" y que, tras las pericias en Colombia, dijo estar "sanada". "¿Acaso hay que saciar la demanda pública?", sentenció.
Tras los alegatos del abogado defensor, la jueza Dávalos le brindó el derecho a réplica al fiscal Anauati, presente en la sala durante toda la audiencia. “Los alegatos no deben ser utilizados para hacer juicios de valor contra otros profesionales, sino para refutar las pruebas presentadas a lo largo del juicio”, manifestó y decidió no hacer uso al derecho por las constantes desacreditaciones contra el Ministerio Público Fiscal y sus peritos.
De esta manera, se pasó a un nuevo cuarto intermedio. La magistrada confirmó que el próximo martes 30 de mayo, desde las 10 hs, en los Tribunales de Lomas de Zamora, el futbolista de Boca Juniors tendrá la posibilidad de dar sus últimas palabras ante el Tribunal. Luego de la audiencia pactada, se definirá la jornada en la que Dávalos dará a conocer el veredicito final: desde el Juzgado Correccional 2, creen que podría definirse durante la semana del lunes 5 de junio.