Esta mañana y durante más de una hora, el fiscal Carlos Ortigoza explicó en la audiencia imputativa los roles de los cinco detenidos acusados del femicidio de Sofía Delgado, la joven que desapareció el 30 de octubre tras salir de la casa en la que vivía junto a sus hermanas y un sobrino en la localidad santafesina de San Lorenzo y 15 días después fue encontrada asesinada en un camino rural de la localidad de Ricardone, a poco más de 7 kilómetros del lugar donde había sido vista por última vez. La descripción del fiscal incluyó los movimientos que se reconstruyeron por las antenas telefónicas que detectaron que la joven estuvo en la localidad de San Lorenzo, de allí fue a Puerto San Martín y vuelve a la localidad de origen donde se pierde el rastro.
Según los investigadores, Alejandro Bevilacqua se aprovechó “de la relación sentimental preexistente” para contactarse con Sofía y buscarla en su vehículo, un Peugeot 308, para luego trasladarse con ella hasta el taller de su amigo Eduardo Mordini en la localidad de Puerto San Martín. Allí, según el Fiscal, se produjo el crimen que habría sido planificado por los dos hombres. En su descripción, Ortigoza explicó que el asesinato ocurrió en algún momento entre las 23.15 del miércoles 30 de octubre y las 9.30 del día siguiente, donde, según los estudios de autopsia, Sofía fue asesinada por asfixia mecánica.
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Según la acusación, en la tarea se sumó un empleado del taller que también fue imputado. Se trata de Ezequiel Baumann. Ortigoza aseguró que entre los tres hombres planearon cómo deshacerse del cuerpo de Sofía, para lo cual los tres hombres ataron de pies y manos a la joven y la metieron en una bolsa negra. Ellos lo envolvieron en un material aislante para luego meterlo en una bolsa de arpillera en la que comúnmente se trasladan materiales de construcción. El cuerpo fue trasladado más tarde al zanjón de un camino de tierra de la localidad de Ricardone. Ese lugar fue marcado por el dueño del taller, Eduardo Mordini, cuando la policía allanaba su casa y el taller antes de llevarlo detenido.
Con todos estos datos y la descripción del hecho, el fiscal acusó a los tres hombres por “Homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas cometido contra una mujer mediando violencia de género en calidad de autores”. Al mismo tiempo, Ortigoza describió la participación de las mujeres detenidas a quien imputó por “encubrimiento agravado” pero no quedaron detenidas.
Frente al juez, el fiscal aseguró que Natalia Palavecino, pareja de Eduardo Mordini, dueño del taller, se encargó de ocultar las ropas que habían usado su pareja y Alejandro Bevilacqua al momento del crimen y también de ocultar la insignia del Peugeot 3008 que se utilizó en la captación de Sofía. Esos elementos, explicó Ortigoza, fueron encontrados en los allanamientos del 14 de noviembre en la casa de Puerto San Martín donde ella habitaba junto a Mordini.
Además, el fiscal consideró que Miranda Leguizamón, la pareja de Alejandro Bevilacqua, ayudó al principal acusado a eludir el accionar de la justicia y ayudarlo a escapar a la localidad de Pergamino, donde finalmente fueron detenidos. En la casa de la mujer también encontraron elementos que los investigadores relacionaron con el crimen, como la llave del vehículo Peugeot y algunos precintos similares a los utilizados para atar el cuerpo de Sofía.
Después de escuchar todas las acusaciones, el Juez de Garantías Eugenio Romanini avaló la prisión preventiva para los tres hombres por 180 días mientras le da tiempo al fiscal para extender la investigación. Además, el Juez avaló la libertad condicional para las dos mujeres y les fijó medidas restrictivas para las mujeres quienes deben fijar domicilio, estar a disposición y presentarse cada 15 días en la Oficina de Gestión Judicial, no podrán ponerse en contacto con nadie relacionado a la investigación y tener un garante personal. Ahora, en el plazo de esos 6 meses el fiscal Ortigoza deberá reunir los elementos faltantes en la investigación para poder avanzar hacia el juicio contra los 5 imputados o, en todo caso, ampliar o retirar acusaciones.