Entre la instigación al suicidio, la figura de “psicópata integrado” y el femicidio: cómo sigue la segunda causa de Junior Benítez

Tras la condena por daños y amenazas, Benítez afronta una segunda investigación por el suicidio de su expareja, Anabelia Ayala. Crónica de una muerte anunciada.

15 de mayo, 2024 | 20.46

El futbolista Oscar Junior Benítez afronta una nueva causa por violencia de género luego de haber sido hallado culpable por los delitos de "coacción agravada daño, daño informático, amenazas, desobediencia y tenencia ilegal de arma de guerra" en perjuicio de los Ayala, familia de su expareja. Ahora, fue notificado oficialmente de la imputación en la causa que investiga la muerte de Anabelia, quien se quitó la vida a principios del 2024, en lo que refiere al delito de "instigación al suicidio" El Destape confirmó cuándo se harán las primeras pericias.

"Asimismo solicito notifique al interno Benítez, que se ha dispuesto pericia técnica sobre celulares y tablet, secuestrados en autos, a los fines de obtener información relevante para la presente investigación, la que será llevada  a cabo el día 5 de junio de 2024 a las 9 hs, por perito en turno de la Sección Imagen Forense del Instituto de Ciencias Forenses del Conurbano Sur -ubicado en Lomas de Zamora-", indica el escrito de la UFI Nº3 de Almirante Brown, a cargo del fiscal Juan Manuel Baloira, al que accedió El Destape.

Desde que se confirmó su condena -de cumplimiento efectivo-, Benitez se encuentra alojado en la Unidad Carcelaria Nº 40 del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires. Allì deberá cumplir una pena de cuatro (4) años y ocho meses de prisión por los hechos ocurridos entre el 17 de enero del 2021 y el 12 de mayo del 2023. "Nos quedó con sabor a poco esta sentencia, sabíamos que podía pasar", expresó la querella en diálogo con este medio. Frente a ello, apelaron la pena y buscan una sentencia mayor.

Uno de los puntos claves para la apelación, tras las declaraciones del ahora condenado sobre que recibía abusos por parte de su familia y “la empastillaban” para controlarla, es la confirmación que no tenía ninguna sustancia (anoréxicos, anfetaminas y otros estimulantes, antidepresivos, antihistamínicos, anestésicos locales, analgésicos narcóticos, tranquilizantes, barbitúricos, entre otros) en sangre, a través de un análisis toxicológico realizado posteriormente.

Crónica de una muerte anunciada

“Tenía perimetrales, en el último tiempo tenía prisión domiciliaria. Lo detienen por estas causas (las del primer juicio) y dicen que, en un principio, permanezca detenido. Después le dan una morigeración; continuaba con prisión domiciliaria con algunas salidas para asistir a un centro de ayuda para victimarios de violencia de género. Nunca obedeció, continuó yendo a la casa de Anabelia, se iba a jugar a la pelota. Hacía una vida normal y violenta”, relató a este medio el abogado de los Ayala, Rodrigo Tripolone, y acusó a la Justicia de ser cómplice en un entramado de impunidad que atraviesa al fútbol. “Al juez Correccional Nº8 (Juan Manuel Barreiro) le tuve que pedir tres veces que lo detenga después de la muerte; a pesar de que él había roto la perimetral y la domiciliaria”, acusó.

Más allá de los episodios, Anabelia no lo denunció nunca a pesar de haber vivido cinco años de violencia física y psicológica. Sí lo hizo, en cambio, su familia, que se vio amenazada en repetidas ocasiones por Benítez; razón por la cual fue hallado culpable en el juicio finalizado a principios de abril pasado. Según lo expresado por la familia, tras su salida de Argentinos Juniors, partió al Atlético San Luis de México donde continuaron la relación de violencia. 

“La golpeaba, la asfixiaba, hacía simulacros de matarla, la encerraba en la habitación del hotel y no dejaba que nadie se acercara a darle agua ni comida, le destruyó el pasaporte -se lo prendió fuego- y la ropa”, enumeró el representante legal.

Uno de los hechos que el abogado narró a este medio ocurrió en dicho territorio. Mientras ella buscaba abandonar "clandestinamente" México, el futbolista exLanús y Boca Juniors logró evitar que abordara a un avión en el aeropuerto y le sacó las valijas. “Al papá le había quedado el contacto del Uber, Enrique, de aquella vez y le pidió si la podía ir a buscar, ella tenía miedo de ser deportada por no tener pasaporte. Este hombre se preocupó tanto que no solo la fue a buscar, sino que además la alojó en un hotel y al día siguiente la llevó a abordar el vuelo”, contó.

Asimismo, Tripolone indicó que Anabelia -mientras se encontraba fuera del país- no tenía teléfono y cuando lograba acceder a algún dispositivo, enviaba mensajes desde sus redes sociales sin que el ahora imputado no lo notara. “De hecho, tenía un código con la prima para que supiera que ella y no Junior era quien escribía. Se hacía pasar por ella…”, acotó. En los chats a los que accedió El Destape, se observa cómo le contaba a su prima el infierno que se encontraba atravesando en México y enviaba imágenes de su cuerpo repleto de marcas, moretones, golpes y lastimaduras. 

El 28 de diciembre pasado, Juan Carlos Ayala (padre) habla con su hija y le pregunta por qué no finaliza el vínculo que la une al futbolista. Según la querella, ella le confesó que si lo hacía, Junior iba a matar a ambos padres, “algo probable teniendo en cuenta que entró con un arma de fuego a la casa y agredió al padre en reiteradas ocasiones”, añadió el abogado. Dos días más tarde, Benítez la va a buscar y desaparece durante seis horas; cuando retorna, según se observa en los videos, “parece drogada o muy deprimida”. Esa fue la prueba utilizada como argumento para pedir su detención pero el magistrado a cargo dice que “no queda acreditado” que él conduce el vehículo (a pesar de que diversos testigos lo afirman).

Tripolone remarcó en varias oportunidades, en declaraciones a El Destape, que Anabelia no tenía permitido -por el imputado- utilizar teléfono, computadora o salir de su casa. “Lo único que le permitía era tener una tablet a través de la cual la controlaba las 24 horas. Tenía que tenerla encima todo el tiempo, hacer paneos por la casa a ver si había más gente... Juan Carlos cree que podría haber hecho más pero ella era grande y ya se había ido a vivir dos veces al exterior con él”, añadió. El 1º de enero fue hallada sin vida en su habitación, luego de que su familia ingresara a la fuerza.

Homicidio agravado, femicidio y figura de “psicópata integrado”

En la segunda causa, se plantea -en primer lugar- la figura de aquel que induce al suicidio, preve una pena de uno a cuatro años de prisión; aunque, el abogado querellante aseguró que irán por las figuras de homicidio agravado y femicidio. “Vamos por la figura del femicidio porque ella estaba coaccionada a hacer algo por parte de Benìtez, que era matarse para que él no mate a sus padres. En el momento cuando ella se quita la vida, estaba siendo monitoreada en vivo por Junior a través de la tablet. Estaba observando la situación... Es perverso”, señaló Tripolone.

Por esta razón, el representante legal de los Ayala se refirió a la importancia de que toda la investigación esté atravesada por la perspectiva de género. A su vez plantea que en los casos de “violencia normal, se observa un arrepentimiento”, que no ocurrió en el caso de Benítez. “Testigos dijeron haberlo visto en el velatorio dando vueltas con la moto, el final de Anabelia estaba escrito. Esto habla, sumado al conjunto de elemento, que estaríamos frente a un psicópata integrado... Una persona normal, por más violento que sea, no actúa así”, agregó. 

“El psicópata integrado le es funcional a la sociedad, te lo podés cruzar constantemente, puede ser una pareja, un jefe, un amigo… Están en todos los ámbitos de la vida. El problema es cuando se desarrolla una psicopatía grave, y terminan haciendo que la víctima se suicide como es este caso o que continuamente estén rompiendo la ley por creerse superior. Lo que los caracteriza es la total falta de empatía, no sienten nada, ninguna emoción. No son pacientes psiquiátricos, son personas distintas a nosotros”, apuntó Tripolone.

En este marco, además de las figuras mencionadas, el abogado solicitó una autopsia psicológica que realizará el perito Rafael Herrera Milano (NdR: proceso de recolección de datos de la víctima que permiten reconstruir rasgos, obtener una comprensión psicológica de quién era, el porqué de algunas situaciones y qué papel jugaron dichos rasgos de personalidad con la circunstancia de muerte); un punto fundamental para conocer el estado de Anabelia al momento del hecho. “Es un desafío muy grande, hay muchos femicidios disfrazados de suicidios y la Justicia no los investiga”, alertó.

El 10 de abril pasado se modificó la carátula: pasó de ser “suicidio” a “instigación al suicidio”, señalando a Benítez como imputado a pedido de la querella. En esa misma resolución, se pidió la pericia de los diferentes celulares y de la famosa tablet -de Junior y algunos familiares-. A su vez, también comenzaron a tomar declaración a testigos en los primeros días de mayo: una de sus amigas confirmó que “la relación entre ambos comenzó a complicarse en México”, que conocía la situación de violencia -ya que Anabelia le había mandado imágenes de los golpes-, da cuenta de la existencia de la tablet y también de las repetidas amenazas de muerte. “Dice mucho que lo hayan notificado oficialmente porque, hasta ahora, el fiscal no se la jugaba”, celebró.