Córdoba ya suma dos femicidios y una mujer desaparecida en 2023

El asesinato de Valeria Oviedo, de 21 años, se sumó al de Sofía Bravo, una chica trans de 26. Además, Anahí Bulnes, una maestra de 36 años, aún sigue desaparecida.

19 de enero, 2023 | 19.27

Valeria Oviedo, una chica de 21 años oriunda de Despeñaderos es la segunda víctima de femicidio en Córdoba y la tercera que fue denunciada como desaparecida, en lo que va de 2023. Antes había aparecido el cuerpo de Sofía Bravo, una chica trans de 26 años, y Anahí Bulnes, una maestra de 36 años, aún sigue sin aparecer, aunque un hombre ya fue imputado por su presunto femicidio. Todo en apenas 19 días

El cuerpo de Oviedo fue encontrado el miércoles a la tarde, luego que su femicida, Luis Alberto Ludueña (37), confesara dónde lo había ocultado en pleno campo, en las afueras de Sacanta, a 129 kilómetros de Despeñaderos. Poco después, la intendenta de esa localidad, Carolina Basualdo, participó de una marcha en la plaza Evita, en la que vecinos de la localidad reclamaron justicia: “No salimos del asombro y de la conmoción”. Y esta mañana, la intendenta decretó dos días de duelo por el femicidio de Valeria: “Como gobierno municipal decretamos dos días de duelo, tras el femicidio de Valeria Oviedo. Acompañamos a su familia y seres queridos en este momento tan doloroso y triste para todos. Condenamos, repudiamos y pedimos justicia por la víctima y este terrible acto”, señala un comunicado de la Municipalidad de Despeñaderos.

Jóvenes del colectivo Ni Una Menos de Despeñaderos informaron al diario La Nueva Mañana que Valeria “se había mudado hace poquito a Córdoba para trabajar y por el calor y las vacaciones volvió a Despeñaderos a pasar unos días. Esto es terrible, no lo podemos entender. Era una chica buenísima, simpática, comprometida. Participaba incluso de la organización de las marchas que hacemos en Ni Una Menos acá en el pueblo”.

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El femicidio de esta joven se suma a dos crímenes más de odio ocurridos en 2023:

-El pasado sábado 14, en la rotonda de las rutas Nacional 8 y Provincial 4, en las afueras de La Carlota, ciudad ubicada a 270 kilómetros al sur de esta Capital, fue hallado el cuerpo de Sofía Bravo, una joven trans de 26 años que había desaparecido la madrugada del sábado 7. Por este transfemicidio fue imputado por homicidio calificado y detenido el sábado 14, Rodrigo Nicolás Espíndola (22), un camionero correntino que vivía en La Cesira, un pueblo cercano a La Carlota. 

-Mientras que el lunes 16 de enero, la fiscal Eugenia Pérez Moreno, imputó por femicidio a Santiago Campos Matos, un cocinero que había sido apresado el 26 de diciembre del año pasado, acusado de estar involucrado en la desaparición de la docente Anahí Bulnes, una mujer de 36 años que la madrugada del 5 de diciembre de 2022 se reunió con el sospechoso y nunca más se supo de ella. Tras la aparición de abundantes manchas de sangre en el departamento de Campos Matos que corresponden a Anahí Bulnes y pese a que no se encontró su cadáver, cuarenta y dos días después de la desaparición de la docente, la fiscal Pérez Moreno decidió agravar la imputación contra el detenido.

Una deuda de dinero

Valeria Oviedo, la tercera víctima de femicidio en estas tres semanas de 2023 vivía en la ciudad de Córdoba, pero aprovechando las vacaciones había visitado a su mamá en Despeñaderos, un pueblo ubicado a 49 kilómetros al sur de la Capital. El pasado martes 17 a la tarde, la chica le dijo a su mamá Carina: “Mami, ahí me dice Luis que quiere verme, así le devuelvo la plata que me prestó. Ya me mandó varios mensajes”. La mujer se ofreció a pagar ella la deuda, pero su hija no quiso y partió a reunirse con el camionero Luis Alberto Ludueña. El hombre vive en Monte Ralo, un pueblito pegado a Despeñaderos.

Con el paso de las horas, como Valeria no regresaba a la casa, el mismo martes a la noche la madre de Valeria realizó la denuncia por desaparición de persona en la Unidad Judicial de Despeñaderos. La investigación la tomó el fiscal de Alta Gracia, Alejandro Peralta Otonello, quién ordenó la búsqueda de Valeria y el camionero Ludueña.

Por información colectada por el jefe de la Unidad Departamental Santa María, comisario inspector Diego Cambronero, permitió saber que el sospechoso tenía familiares en el este de la provincia: “Apenas la madre hizo la denuncia, en los primeros minutos del día 18, comenzamos la búsqueda, pedimos a la Justicia el cruce de teléfonos, dimos aviso a peajes, revisión de cámaras. Fueron muy importantes los datos que aportó la mamá de la víctima”, señaló el jefe policial.

Cambronero se comunicó la misma madrugada del miércoles con su colega comisario inspector Cristian Gómez –jefe de la Unidad Departamental San Justo- informándole de la situación. El jefe policial de San Justo comenzó cerca de las 5 del miércoles un operativo que incluyó el análisis de las cámaras en las rutas y así localizó el camión Renault 320 en el que se conducía el sospechoso, en una de las calles de Sacanta. Ludueña trabajaba en las canteras de San Agustín, en las inmediaciones de Despeñaderos y Alta Gracia, transportando materiales áridos. Mientras que su ex esposa se había mudado hace algún tiempo a Sacanta, una localidad del departamento San Justo, en el este provincial. La ex esposa había denunciado al camionero por violencia de género y el hombre tenía una orden de restricción de acercamiento.

Fuentes de la investigación confiaron a El Destape que el miércoles a la mañana el comisario inspector Gómez interrogó a la ex esposa y al ex cuñado del sospechoso, quienes declararon que el miércoles “a la madrugada, cerca de las 6, llegó Ludueña y les dijo que su compañero de camión había tenido un desperfecto y que se habían quedado a la deriva”; también el sospechoso dio otra versión, “diciendo que un amigo se echó un moco (cometer un error o hecho delictivo) con el camión”.

Así, los investigadores confirmaron que el sospechoso había transitado los 129 kilómetros que separan Despeñaderos de Sacanta, buscando escapar. La ex mujer y el ex cuñado de Ludueña también declararon que el hombre vestía ropa de trabajo color marrón y que se encontraba en la zona rural. 

Cerca de las 9 del miércoles, los policías de San Justo encontraron el camión Renault 320 y vieron que en su interior había rastros de sangre, incluso el palo con el que se controlan los neumáticos y una remera de la víctima, estaban ensangrentados. En una comunicación telefónica cerca del mediodía entre Ludueña y su ex esposa, el sospechoso insistió en que él no tenía nada que ver, que el responsable de la desaparición de Valeria Oviedo era un compañero suyo y anunció que “a la noche me entrego para aclarar todo”. También dijo que se encontraba en el campo.

Así, los policías al mando del comisario inspector Gómez montaron rastrillajes por los caminos rurales y en el basural de El Arañado –un pueblo vecino- hasta que divisaron en plena siesta a un hombre que caminaba con ropa de trabajo. Al verse rodeado, Ludueña intentó escapar, pero fue detenido. Eran las 14.20 del miércoles y estaba a unos 15 kilómetros de Sacanta, en pleno campo.

Tras ser interrogado durante media hora, el camionero Ludueña les confesó a los investigadores, dónde había hecho desaparecer el cuerpo de Valeria. Los vehículos se adentraron hacia otra zona, a 10 kilómetros al sur de Sacanta, y en unas taperas fue hallado semidesnudo el cadáver de la víctima, tapado con bolsas de nylon. “Si no hubiera confesado, hubiéramos tardado varios días en encontrarlo. Estaba metido campo adentro. La cara estaba desfigurada por los golpes”, confió el jefe de la Unidad Departamental San Justo a El Destape. Debido a que el hallazgo se produjo en jurisdicción de la Fiscalía de Instrucción de San Francisco, la causa por el femicidio y desaparición de Valeria, quedó en manos del fiscal Oscar Gieco.

El fiscal de San Francisco confirmó a El Destape que “la autopsia determinó que la víctima sufrió cuatro golpes en la cabeza con un elemento contundente que le causaron el deceso: dos en la zona frontal y dos en la zona parietal”. Gieco agregó que “la víctima fue sorprendida, atacada en forma indefensa, no esperaba el ataque”; a la vez que espera resultados de análisis complementarios para determinar si fue abusada por el femicida. Luis Alberto Ludueña está imputado por el delito de femicidio y fue alojado en el complejo carcelario de Bouwer al sur de esta Capital.  

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