El Gobierno porteño informó a las trabajadoras del Hogar Eva Duarte que planean “mudar” dicha institución, la única dependiente del GCBA que aloja a adolescentes madres con sus hijos e hijas o embarazadas que han atravesado situaciones de violencia de género. Trabajadoras apuntan contra la administración del PRO por obstaculizar el ingreso de víctimas. Legisladoras porteñas presentaron un pedido de informes y alertan por la gravedad de la situación en plena pandemia.
El Hogar funciona desde hace más de 6 años en el barrio porteño de La Paternal, en un ala del edificio del Hogar San Martín, que aloja a adultos y adultas mayores. Las poblaciones de sendos hogares no comparten ningún espacio y este punto es clave, ya que se ha convertido en el principal argumento del Gobierno porteño en su intento de llevar adelante la “mudanza”.
En ese sentido, las trabajadoras dicen que el Hogar garantiza todas las condiciones necesarias para brindar un espacio seguro, cumpliendo con los controles y protocolos correspondientes. “Las autoridades del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Jazmín Lerner, nos informaron que ‘la mudanza es un hecho’”, relató Viviana Aguirre, una de las trabajadoras del Hogar Eva Duarte de la junta interna de promoción Social ATE.
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Frente a este panorama, las especialistas aseguran que la redistribución de población y trabajadoras del Hogar traería como consecuencia condiciones de hacinamiento en otros dispositivos, ya que debido al aumento de casos por violencia de género, los efectores están colapsados. “Nos preocupa mucho que las adolescentes que hoy están en el Hogar puedan ser alojadas en otros dipositivos de la Dirección General de la Mujer donde viven poblaciones adultas. Además, son espacios edilicios que no están adaptados, preparados ni habilitados para recibir a adolescentes y mucho menos niños y niñas y tampoco cuentan con equipos con trayectoria de trabajo”, aseguró Nadia Polanco, Delegada General de la Junta Interna ATE Promoción Social.
El grupo de trabajo está conformado por trabajadoras sociales, psicólogas, psicopedagogas, puericultoras, psicólogas sociales y administrativas. Se trata de un hogar a puerta abiertas, donde las jóvenes pueden elegir permanecer con sus hijxs hasta cumplir la mayoría de edad. “Acompañamos turnos médicos, trámites, asesorías. Hablamos con Defensorías, organismos públicos. Hacemos denuncias cuando las jóvenes no aparecen. Tenemos una lista de contactos donde las buscamos en casas de familiares, novies, amigues. Lo hacemos sea de día, noche o madrugada. Vemos a sus hijes crecer e intentamos acercarlos a un proceso de aprendizaje que garantice su estabilidad psíquica, ya que vemos los primeros años de vida como etapa fundamental de la vida de cualquier persona”, detalló Aguirre.
Por otra parte, desde el comienzo de la cuarentena obligatoria, las trabajadoras vienen solicitando a las autoridades que permitan el ingreso de las adolescentes y sus hijos e hijas que requieran ser alojadas, acciones que vienen negando, sin ningún tipo de argumento legal ni por protocolo de Salud que así lo indique. “Desde que comenzó la cuarentena, no nos han dejado reingresar a las adolescentes y les niñez que al momento estaban visitando a sus familia, dejándolas al desamparo”, aseveró Aguirre.
“Estamos trabajando con mucha angustia y mucha incertidumbre. Acompañando los procesos de las pibas que están adentro y afuera del hogar para conseguir otros hogares de urgencia para aquellas chicas que quieren ingresar por primera vez acá y no las dejan”, aseguró Daniela Keclach, psicóloga del Hogar, que además denunció una situación de total precariedad laboral. Con respecto a los protocolos por el COVID-19, indicó: “Ante la falta de gestión están funcionando muy mal y hubo muy malas respuestas que ponen en riesgo a la población y a las trabajadoras”.
Las legisladoras porteñas Laura Velasco y Ofelia Fernández, del Frente de Todos, presentaron un pedido de informes al Gobierno porteño. “La situación del Eva Duarte da bronca pero no sorprende, el método siempre es el mismo: poner excusas elegantes para vaciar el Estado”, sostuvo la legisladora Ofelia Fernández.
"Usan la excusa de la cuarentena para desarticular a trabajadoras que están poniendo el cuerpo, mientras los casos de violencia de género nunca disminuyeron y las llamadas al 144 aumentan. Lo que hacen con el Hogar Eva Duarte muestra que para el GCBA eso no importa. Precarizan a todas las laburantes de la DGM, que hace unos días estuvieron de paro. Proteger y acompañar a las víctimas de violencia de género no es prioridad para Larreta, la ciudad que construyeron abandona a las poblaciones más vulneradas”, sintetizó la funcionaria.
Por su parte, Laura Velasco afirmó: “En este contexto, estamos planteando que la violencia de género es la pandemia dentro de la pandemia y hay que fortalecer las políticas públicas porque las mujeres que están viviendo con sus agresores son parte de los sectores más vulnerables de la sociedad”.
“Entendemos que esto no es una mudanza sino un desalojo. Lo que estamos pidiendo, frente a un contexto de crisis socioeconómica y sanitaria es que apliquen politicas públicas integrales y de calidad y que se apliquen partidas presupuestarias de emergencia para poder brindar efectivamente alternativas a las situaciones de vulneración que atraviesan muchas poblaciones en CABA”, concluyó Polanco.