Es una tortura tras otra desde hace 5 años. La historia de esta joven madre sanjuanina de 20 años tiene ribetes tan graves como preocupantes. La última gran paliza que recibió de su expareja, padre de sus dos hijos menores, le provocó grandes lesiones y le dejó latente la promesa de enterrarla vida.
MÁS INFO
Ella piensa que Carlos Castro la va a matar. Pese a que la Justicia sanjuanina lo encontró culpable de las lesiones que le causó la última vez que casi la desfigura, sabe que no cumple con lo que debe hacer. Una de las imposiciones de los fiscales de Flagrancia fue la restricción perimetral, medida que incumplió al quedar libre 24 horas después de terminado el proceso exprés.
El hecho que terminó por trascender y causó conmoción fue la semana pasada. El hombre, luego de maltratarla, golpearla en la cabeza y su vientre, y dejarla en shock encerrada en su habitación, llamó a la policía para hacerles creer a los uniformados que él era la víctima.
La llamada al 911 fue clara. “Ella me golpeó”. Las pruebas que pretendía presentar fueron, en realidad, defensivas, por la innata necesidad de zafarse del monstruo que casi la mata. Él aprovechó las escasas marcas y pidió la captura de la víctima.
Los investigadores, al llegar al lugar, encontraron a la joven malherida y encerrada, en un extremo estado de shock traumático, con el terror en su cuerpo. De inmediato lo detuvieron y lo acusaron por las lesiones que le provocó. Pero el encierro no duró demasiado. Un día después quedó libre y volvió a acercarse a la joven, pese a su perimetral.
Además, había sido condenado con una pena de 1 año y 6 meses de prisión condicional (lo que quiere decir que no irá preso), $5.000 de cuota alimentaria provisoria; exclusión del hogar y la prohibición de acercamiento de 200 metros y contacto con la víctima.
Sin embargo, mensajes de la joven enviados a su amiga se hicieron virales, en post de que justicia advierta lo que realmente ocurre con este caso. “Me quiso enterrar viva y me hizo mierda… Como si fuera una bolsa de papas. Muchísimos testigos y lo soltaron en menos de 24 horas, amiga”.
Lejos del cumplimiento de los mandatos obligatorios que le impuso cumplir la Justicia, la joven ratificó la ruptura de la perimetral: “Hoy pasó por la puerta de donde estoy. Me está buscando, me va a matar, amiga”. Otro caso parecido al de Úrsula.
Si sos víctima de violencia de género podés acercarte por la Dirección de la Mujer (25 de Mayo 451, Oeste) o comunicarte a los teléfonos 4222713 – 4221358. También, se pueden comunicar a la Línea Rosa: 0800 666 6351 o a la Línea 144.