Uno de los acusados por la violación grupal en Palermo amplió su declaración y complicó la situación de dos de los detenidos. Se trata de Thomás Fabián Domínguez, uno de los seis imputados por abusar sexualmente de una joven de 20 años en un auto estacionado en la calle Serrano al 1300.
El joven ya había hablado frente a la Justicia pero pidió hacerlo una vez más. Otra vez se declaró inocente y dio su versión de lo que pasó, acusando puntualmente a dos de los imputados por haber planificado el abuso hacia la víctima.
La declaración de Thomás Fabián Domínguez
“El domingo 27 de febrero por la noche asistimos a un boliche de música electrónica con Steven Alexis Cuzzoni y otro amigo, N.G. En el transcurso de la noche, conocemos a la chica en cuestión y a su amigo de confianza, quien demostraba cuidarla", comenzó diciendo Thomás, según pudo saber Infobae.
“Salimos del boliche en la madrugada junto a la chica, su amigo y otras personas, y decidimos caminar por Palermo, haciendo primero una parada en la plaza Soler, donde conversamos un rato tomando unas cervezas”, siguió contando.
El acusado reconoció que había ingerido alcohol y éxtasis dentro del boliche. Luego, reveló cómo conoció a los otros 4 jovenes que estaban con él al momento de la detención, Ignacio Retondo, Ángel Ramos, Lautaro Ciongo y Franco Lykan. Estaban en una esquina sentados: “Nos acercamos porque tenían una guitarra y nos pusimos a rapear mientras hablábamos y compartíamos unos cigarrillos”.
Luego, cuenta, se detuvieron en la plaza Serrano y compraron unas latas de cerveza. “Alexis Cuzzoni junto a la chica van a comprar y/o la acompaña a algún bar a que vaya a orinar (no recuerdo bien) y yo le aclaro al amigo de la chica que se quede tranquilo porque yo conocía a Alexis Cuzzoni”, sostuvo Domínguez.
En ese momento, el amigo de la víctima decidió irse y la joven le manifestó que ella quería quedarse con los seis jovenes. Allí Domínguez contó que se acercó a la chica: “Tenemos cruce de miradas y sentía interés mutuo. La empiezo a besar parados, y la abrazo”.
Ahí es cuando "el chico de rastas largas” (Lautaro Ciongo Pasotti) recuerda y propone ir a su auto, estacionado a poca distancia. “Por eso, sin mucho qué hacer y, sin objetivo puntual al menos para mí, decidimos ir. Una vez que llegamos a la esquina donde estaba el coche, recuerdo haberme quedado afuera contra la pared, al lado de la panadería junto a Alexis Cuzzoni, el de rastas largas, el rockero (Ignacio Retondo) y el corpulento (Franco Lykan)”, narró.
En este punto de la declaración Domínguez apuntó directamente contra Ángel Ramos y Lautaro Ciongo Pasotti. El joven contó que mientras él estaba en la vereda con Cuzzoni, Retondo y Lykan, “el morocho” (Ángel Ramos) y la chica entraron al auto por el lado del acompañante. Después, “el de rastas largas” (Lautaro Ciongo Pasotti) "ingresó por el lado del conductor, mientras que el morocho bajó, dejando entreabierta la puerta”.
“En ningún momento entré al auto. No conozco el interior del auto. Solo extendí mi brazo hacia el interior solicitando un cigarrillo. Tampoco paseé alrededor haciendo guardia”, se defendió Domínguez, declarandose inocente una vez más y negando el haber actuado de campana.
Con respecto a las manchas de semen halladas en su bóxer, sostuvo que “se pudo haber escapado” durante los besos reiterados e intensos que mantuvo con otra chica dentro del boliche bajo los efectos del éxtasis.
“En ningún momento, ni dentro del boliche con esta chica que acabo de mencionar ni afuera del boliche, con la supuesta víctima, me bajé el bóxer ni el short (...) En los únicos momentos que bajé mi short y bóxer fueron las veces que oriné que, por cierto, la cerveza me genera constantes ganas de hacerlo”, admitió.
Por último, habló sobre la pelea con los vecinos, hecho por el que se lo imputa por lesiones leves. Domínguez aseguró que, estando en la vereda, observó que había dos personas sentadas en un borde de una persiana de un local, y que uno de ellos estaba filmado. Según él, se acercó a cuestionar qué hacía grabándolos y les pidió que dejaran de hacerlo. “Quién tenía el teléfono reacciona mal y se para, al mismo tiempo que agarra una piedra tipo pedazo de ladrillo y empieza a amenazar; a lo que yo reacciono peor y se empieza a armar una pelea”, explicó.
Ahora su defensa, a cargo de los doctores Jorge Alfonso y Silvina Fernández, solicitó su sobreseimiento definitivo: pidieron la nulidad del procesamiento por “falta de fundamentación”.