Fundación Vida Silvestre, sobre los carpinchos en Nordelta: "No son ningún riesgo para las personas"

El director de la entidad civil, Manuel Jaramillo, lleva tranquilidad a los vecinos de Nordelta puesto que los carpinchos no representan ningún tipo de amenaza para las personas, ni para la propiedad privada.

19 de agosto, 2021 | 17.55

El director de la fundación Vida Silvestre, Manuel Jaramillo analizó, en diálogo con El Destape, la molestia de vecinos y vecinas del exclusivo barrio Nordelta, en la localidad bonaerense de Tigre, por la aparición de carpinchos. Jaramillo aclaró que la presencia de estos roedores es más natural de lo que pensamos. A su vez, aseguró que la presencia de los mismos "no implica ningún peligro para las personas". 

"Esto viene pasando hace muchos años en varios barrios que se hacen sobre espacios naturales: la fauna vuelve a ocupar el lugar que alguna vez ocupó", observó Manuel Jaramillo. "La fauna se abre paso en todo ambiente en el que le dejemos libertad y lo hemos visto con la pandemia, con animales que aparecían en lados menos comunes para los humanos con la quietud y el menor tránsito. La fauna no la vemos, pero está presente", continuó.

Los vecinos de la localidad urbana de Nordelta, en Tigre, advirtieron que hay una invasión de carpinchos en los barrios. Si bien esto en principio parecía algo digno de contemplar y apreciar, la convivencia fracasó y recientemente denunciaron ataques a sus mascotas, como perros y hasta provocaron accidentes de tránsito. Como era de esperarse, el fenómeno no tardó en reproducirse en las redes sociales.

"Los carpinchos no remiten ningún riesgo para las personas", aseguró el director de fundación Vida Silvestre. "Son roedores que sólo tienen dos dientes que usan para raspar, no muerden y si lo hacen es solamente cuando se sienten acorralados, amenazados. Van a morder o también pueden correr hacia el agua", detalló.

Sobre la notable reproducción de la especie que explica la abundancia de ejemplares en la zona, el directivo explicó que "con los carpinchos sucede que no hay predadores dado que los únicos que pueden cazarlo son pumas o yaguaretés que no viven en Buenos Aires". De todos modos, aclaró que "hay que tranquilizar a la población porque los carpinchos no representan ningún peligro para las personas ni para la propiedad privada". 

"Está bien disuadirlos para que no estén cerca nuestro, ellos tienen que buscar su vida de forma natural comiendo pastos de los jardines. Pueden ahuyentarse haciendo apenas ruido. No hace falta capturarlos ni lastimarlos", propuso ya que "al haber menos recursos en su espacio, en los countries (los carpinchos) van a encontrar pasto fresco y tierno, en los campos de golf por ejemplo o en las piletas".

Sobre el ataque al perro que denunciaron los vecinos del barrio privado, Jaramillo precisó: "se trata de un perro de masa chica y ruidoso, lo más probable es que el perro haya intentado dominar al carpincho y el carpincho lo mordió. No es que los carpinchos atacan a los perros, eso nunca va a ocurrir. Un perro de raza mediana puede ser mucho más peligroso".

En este sentido, y en respuesta al accidente sufrido por un motociclista a causa de la embestida del carpincho, Jaramillo aclaró que "en casos como estos, como en cualquier zona en la que hay perros, el animal sólo busca ir de un lugar a otro. Tampoco es que son una amenaza para la seguridad vial, la moto fue un estorbo para él que está en su ámbito natural".

A continuación, sugirió: "La reflexión es que si uno decide y tiene la oportunidad económica de irse a vivir a la naturaleza, lo mínimo que tiene que hacer es aceptar las reglas de la naturaleza y convivir con esa naturaleza. No pueden decir que no les gusta esa fauna. Si al carpincho le dejás la puerta abierta toma confianza y tiene que ver con su naturaleza dócil y tranquila".

jaramillo afirmó que "un carpincho en el patio de una casa no acarrea ninguna gravedad" y los describió como "herbívoros estrictos" que "no van a alimentarse de humanos". Y propuso: "Si a una persona le molesta eso tiene que pensar mucho más en mudarse que en pedir que muden a los carpinchos porque quiere decir que la persona no está preparada para vivir en un lugar natural".

"Las personas tendrían que sentir felicidad porque eso ocurra. Realmente tenemos que recuperar eso, entender que somos parte de la naturaleza y que necesitamos de ella. Este planeta puede seguir su curso sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir un segundo por fuera de la naturaleza. Tenemos que ser respetuosos de la fauna y de la naturaleza", completó.

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