Martín del Río se enfrenta al juicio por jurados populares, acusado del doble parricidio en Vicente López. Se esperan más de 50 testigos y se buscará la prisión perpetua para el imputado. Cuáles son las pruebas que lo comprometen y por qué los fiscales creen que asesinó a sus padres.
José Enrique del Río, de 75 años, y su esposa María Mercedes Alonso, de 72, fueron asesinados a tiros en el interior de su auto, en el garaje de su domicilio en agosto de 2022. Él de tres balazos y ella, de uno. Si bien María Ninfa "Nina" Aquino -empleada doméstica de las víctimas- fue la primera detenida, fue liberada por falta de pruebas y el 7 de septiembre de ese mismo año, Martín fue detenido por el hecho. Hoy, el hijo menor de las víctimas está acusado por doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma y por ser criminis causae, lo que prevé perpetua.
"Se intentó simular un robo, de alguien que no sabía que estaba buscando algo. Un montaje, una puesta en escena", considera el comisario licenciado en Criminalística Diego Lugo.
Parricidio en Vicente López: por qué Martín del Río asesinó a sus padres
Según determinaron los fiscales en la causa “el día 24 de agosto de 2022 entre las 17.33 y las 18.30 aproximadamente, Martín Santiago Del Río, se hizo presente a pie en el domicilio de sus progenitores y, en base al plan que previamente había diagramado, ingresó a la vivienda por sus propios medios a través del garaje. Una vez dentro, decidió, en base al plan estipulado, quitarles la vida, de manera clara e inequívoca”.
La Fiscalía y la propia familia de Del Rio consideran que el móvil del doble asesinato fue económico y está vinculado a los desmanejos financieros de Martín con los bienes y negocios familiares, entre ellos, la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que el día en el que fueron asesinados en realidad iban a mudarse a un lujoso departamento en el edificio Chateau Libertador del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares. Una operación de la cual se encargaba el hijo menor de la pareja que en realidad nunca se concretó.
Martín fue detenido tras ser identificado por diferentes testigos como el "caminante encapuchado" que se observó en las cámaras de seguridad el día del crimen. Su contextura física y especialmente su modo de caminar -con un defecto en su pierna izquierda que padece de chico, que no le permite seguir una línea recta y por lo que lo apodaron “Pato”- fue lo que determinó que era él. "Al hombre que vi caminando en el video, es Martín. No tengo dudas, por la rengueada. Cómo no lo voy a conocer es como si fueran mis hijos... Uno conoce a sus hijos", sostuvo Nina al declarar durante el juicio, aunque remarcó que "jamás lo acusaría de matar a sus padres", porque no lo vio.
Incluso, sumando a la teoría de los fiscales, la empleada doméstica aseguró que el buzo gris que lleva Martín en el video era del padre. "El buzo gris del hombre caminante era del papá. Lo conocía del lavadero, yo lo lavaba. La señora me pedía que lo hiciera a mano, porque si no se llenaba de pelotitas”, recordó Nina.
Además, el celular del acusado quedó prendido y geolocalizado en Núñez aunque no tuvo actividad en el lapso de tiempo en el que el caminante va y vuelve desde ese barrio porteño a la casa de las víctimas. El arma homicida, la pistola Bersa Mini Thunder 9 milímetros, fue hallada en una caja fuerte de la casa del country San Diego de Moreno donde las víctimas pasaban los fines de semana y que fue secuestrada cuando la inspeccionó la Policía.