En el marco del avance del Plan de Vacunación contra el COVID-19, que este mes tiene el objetivo de completar los esquemas de vacunación en la población en general y acelerar la administración de la segunda dosis a aquellos que recibieron solo el componente 1 de la vacuna Sputnik V , Laboratorios Richmond confirmó que la próxima semana estarán disponibles para ser aplicadas 3.727.375 de dosis del componente dos y 1.179.625 de vacunas del componente 1.
Según confirmó el presidente de la firma, Marcelo Figueiras, el circuito de la distribución y aprobación de estas nuevas dosis de Sputnik V producidas en la planta de Pilar, será de la siguiente forma, según publicó Infobae: 995.125 dosis del componente 1 y 152.500 dosis del componente 2 (C 2) que ya fueron repartidas al Ministerio de Salud de la Nación; ya están aprobadas por el Instituto Gamaleya de Rusia (aunque aún está pendiente el sello de la reguladora local ANMAT) 184.500 dosis del componente 1 y 242.250 del segundo componente.
Quedan aún por ser aprobadas por el Instituto científico Gamaleya 4 lotes del componente dos con 610.250 dosis que estarán liberadas el 19/8 y también otros 8 lotes más de C2, con 1.188.250 dosis.
Cabe destacar que la vacuna contra el Covid-19 del Instituto Gamaleya es un inmunizante que requiere de de dos dosis diferentes. Es decir que utiliza dos vectores de adenovirus distintos para lograr la protección para el organismo contra el virus SARS-COV-2: uno es el adenovirus tipo 26 (Ad26) para la primera inyección, y el otro es el adenovirus tipo 5 (Ad5) para la segunda inyección.
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Lo cierto es que el cuello de botella en la producción del componente 2 de la Sputnik primero; y el faltante que se evidenció después -particularmente en el caso argentino- promovió a Richmond la necesidad de producir más componentes 2 y organizar junto a las autoridades sanitarias nacionales eficazmente la distribución.
Cómo es la producción del componente dos de la Sputnik V
Según los expertos, el componente 2 de la vacuna Sputnik requiere de un proceso de producción más lento, esto es respecto al cultivo de los virus, por lo que se retrasa la equitativa distribución de las dos dosis; sumado al brote de las nuevas variantes - especialmente la Delta- que provocaron nuevos casos y olas pandémicas en el mundo entero, lo que generó la necesidad de disponer de los inoculantes contra el Covid-19 en tiempo y forma como eficaz escudo protector frente al COVID-19 algo que es insoslayable para tener sociedades completamente -o mayoritariamente- vacunadas.