El segundo "Cacerolazo Educativo" convocado por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (CEFyL) se llevó a cabo este miércoles por la noche en el barrio porteño de Caballito. Ayer el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) declaró la emergencia presupuestaria de la institución y remarcó que se encuentra "seriamente" afectada la posibilidad de "garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial".
El cruce de la Avenida Rivadavia y la calle Puan fue el epicentro de la protesta, y allí se hicieron presentes otros centros de estudiantes, la coordinadora intergremial (que nuclea a docentes, no docentes y estudiantes) y diferentes asambleas barriales. Manuela Castañeira, dirigente nacional del Nuevo MAS, declaró que existe "una gran preocupación en la comunidad universitaria a nivel nacional", debido al "profundo vaciamiento que lleva adelante Milei".
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La dirigente de izquierda remarcó que “el recorte de Milei en infraestructura universitaria, en investigación y en salarios de docentes y no docentes significa además un gran ataque a un derecho esencial para toda sociedad como lo es el acceso a la educación, al conocimiento y al desarrollo independiente del país".
Además, y según detalló el centro de estudiantes, hasta el próximo viernes 12 se desarrollarán jornadas de clases públicas con aulas itinerantes sobre la calle Puan, donde se ubica la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
La UBA se declaró en emergencia presupuestaria
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) declaró este miércoles la emergencia presupuestaria de la institución. Se definió después de la reunión que mantuvo el órgano de gobierno de la UBA, integrado por el rector, los decanos de las trece facultades y cinco representantes por cada uno de los claustros: profesores, graduados y estudiantes.
En la resolución, el Consejo Superior manifestó: “En las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial”.
"La educación pública universitaria constituye un orgullo de la sociedad argentina que se basa en los pilares de laicidad, gratuidad, autonomía, inclusión social, enseñanza con la máxima calidad académica, desarrollo de la investigación y compromiso con el entorno social, requiriendo un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades”, siguió.
El principal foco de alerta de la UBA tiene que ver con la decisión del Gobierno nacional de prorrogar el Presupuesto 2023, en un contexto de inflación interanual del 276%. Por esta medida, distintas autoridades de la universidad, como es el caso del vicerrector, Emiliano Yacobitti, advirtieron que la institución podría funcionar solamente por unos meses más.
El Consejo Superior también decidió adherir y convocar a la Marcha Federal Universitaria, que primero se había anunciado para el 25 de abril pero finalmente se resolvió que sea el 23 del mismo mes. De esta forma, acompaña la decisión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), junto con organizaciones sindicales docentes, no docentes, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y la Federación Universitaria Argentina (FUA). Ese día, se marchará a Plaza de Mayo en contra del ajuste en educación del gobierno de Javier Milei.
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