La primavera trae un clima ideal para una escapada, reconectar con la naturaleza y hacer senderismo al aire libre. Por suerte hay 5 provincias de Argentinas perfectas para disfrutar al máximo esta época del año. Cuáles son y qué las hace únicas para hacer senderismo.
Las mejores rutas de 5 provincias para disfrutar en primavera
La lista de beneficios del trekking es larguísima porque además de servir para mantenerse en forma, fortalecer los huesos, mejorar la salud respiratoria, tiene sus ventajas a nivel mental: los expertos aseguran que reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y hasta fomenta la autoestima y la confianza.
Y lo mejor es que Argentina tiene una abanico gigante de opciones para hacer senderismo, sobre todo en primavera cuando las condiciones climáticas a lo largo y ancho del país son inmejorables. Las mejores rutas se encuentra en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Río Negro, Córdoba y Mendoza, tienen rutas ideales para hacer trekking.
Tierra del Fuego
La provincia patagónica es una de las más elegidas ya que tiene opciones de diferentes niveles de complejidad para hacer trekking y su capital, Ushuaia, es la preferida de los viajeros. La aventura senderista inicia en el Glaciar Martial, donde el ascenso tiene unos 1300 metros, siendo los primeros 900 en subida, con lo cual la dificultad es media, pero los increíbles paisajes durante el camino lo valen, sin mencionar la cima que es sublime y generalmente tiene nieve.
Otra excursión obligatoria en Ushuaia es la Laguna Esmeralda, un recorrido que toma alrededor de cuatro horas y en el que no se necesita contratar guías porque el camino está señalizado, aunque sí es necesario colocarse crampones -calzado especial para hielo y nieve- ya que hay partes que aún pueden seguir congeladas. Como la superficie es en su mayoría plana, es un sendero ideal para hacer en familia.
El Parque Nacional Tierra del Fuego también tiene innumerables senderos para recorrer, pero el que más se destaca es el que va desde Ensenada a Bahía Lapataia, atravesando los frondosos bosques de lengas que terminan en miradores con vistas impresionantes del Lago Roca y del canal de Beagle. Lo más importante es que todos los caminos están bien señalizados y hasta aclaran su complejidad.
Santa Cruz
La provincia de Santa Cruz tiene una localidad que es conocida por ser la capital del trekking: El Chalten. Una de las caminatas más populares, aunque complejas, es el sendero Laguna de los Tres con vistas espectaculares del macizo del Fitz Roy, entre montañas y glaciares. Los visitantes de El Chalten también suelen realizar el Circuito Huemul, un recorrido de cuatro días en el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, sólo para experimentados.
Otra de las joyas santacruceñas es El Calafate, donde se encuentra el famoso glaciar Perito Moreno y, claro está, una de las mejores maneras de experimentarlo es en una caminata sobre hielo a través de sus contornos congelados.
Río Negro
En Bariloche se destaca la Travesía de los Cuatro Refugios, una experiencia única que combina el desafío físico y la belleza natural, esta ruta de senderismo -emblemática por conectar los refugios Frey, Jakob, Laguna Negra y López- se ha convertido en una de las opciones preferidas para aventureros más experimentados, como para quienes buscan iniciarse en la práctica de caminatas de montaña.
Córdoba
Otro destino ideal para el trekking es el Cerro Champaquí en Córdoba, que se realiza en varios días. Esta empieza por una caminata de 8 horas para ascender 2200 metros y llegar a los refugios, mientras que en el segundo día ya es posible hacer cumbre para almorzar allí mismo y disfrutar de una vista privilegiada de los valles Calamuchita y Traslasierra.
Mendoza
En la provincia mendocina se encuentra el Parque Provincial Aconcagua donde hay caminatas que valen la pena realizar. La más accesible es la que lleva hacia el Campamento Confluencia, el área de descanso de aquellos alpinistas más preparados que emprenden subida hacia la cima de la montaña. El recorrido al campamento se estima en unas 8 horas y se cataloga como de exigencia moderada, con desafíos puntuales a lo largo del camino. En ese sentido, lo que más puede influir es la altura, ya que se sobrepasan los tres mil metros sobre el nivel del mar.
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