En la ciudad de Córdoba no circulan colectivos urbanos desde hace 26 días, cuando el 7 de mayo, los trabajadores decidieron ir al paro porque la patronal del transporte les adeuda parte de sus salarios de abril. Es la mayor huelga de choferes, desde el último medio siglo; incluso durante fines de los 90 menemistas, cuando implosionó el sistema de transporte urbano de pasajeros en esta Capital de 1,3 millones de habitantes.
Esta noche, gracias a las gestiones del subsecretario de Transportes de la Nación, el cordobés Gabriel Bermúdez los empresarios nucleados en la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) y los choferes agremiados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acordaron el levantamiento del paro nacional que afecta al transporte urbano de pasajeros del interior del país.
Mientras que los colectivos interurbanos están de paro desde hace 50 días y volverían a circular el viernes, si el jueves les depositan los salarios atrasados.
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En la sede del Ministerio de Transportes de la Nación, que dirige el massista Mario Meoni, empresarios y trabajadores acordaron un esquema de pago de emergencia, basados en el artículo 223 bis de la Ley de Contratos de Trabajo, que permite que un porcentaje del sueldo se convierta en un ítem no remunerativo. Por caso, el acta firmada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, establece que “las empresas integrantes de FATAP asumen el compromiso de abonar el 100% del salario neto de bolsillo del personal a razón de un 88% en concepto de Asignación No Remunerativa y el restante 12% de manera normal, devengados en los meses de abril, mayo y para que corresponde al mes de junio de 2020”.
Para destrabar el conflicto, este mismo martes las compañías de transportes de pasajeros Aucor, Ersa y Tamse –presta servicio de trolebuses- pagaron partes de los salarios atrasados. La única empresa que no depositó fue Coniferal.
En el Ministerio de Trabajo se firmó un acta-acuerdo de tres páginas, que destaca, entre otras cosas: “Que, lo que supone una violenta caída en la recaudación de las compañías, los recursos se han vuelto insuficientes para afrontar las deudas salariales, fiscales, regulatorios, comerciales y aquellos propios de la operación diaria”; “Que resulta patente la insuficiencia de los recursos disponibles a la fecha para atender todas y cada una de las obligaciones que pesan sobre las prestadoras, circunstancia esta que las ha colocado ante el riesgo cierto e inminente de ver paralizada la actividad en lo inmediato, con la consiguiente quiebra del sistema, y la pérdida de gran cantidad de puestos de trabajo”.
Desde la Municipalidad de Córdoba señalaron que mañana miércoles se definirá junto a las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) cómo se reestablecerá el servicio de transporte de pasajeros en esta Capital. Entre otros ítems se deberá resolver quiénes podrán utilizar los colectivos urbanos. En principio, las unidades circularían solamente para las actividades esenciales, aunque esa decisión todavía no está firme. Por lo tanto, todavía no hay precisiones de cuándo estarían los ómnibus en la calle.
¿Dónde están los subsidios?
Durante las más de tres semanas en que no hubo colectivos en la ciudad de Córdoba, la patronal nucleada en FATAP aseguró que no podía pagar los sueldos atrasados y le echó la culpa a la Nación. Pero desde el Ministerio de Transporte aseguraron que ya habían enviado esas partidas reclamadas y pusieron de ejemplo el caso de la ciudad de Santa Fe donde ya volvieron a circular los colectivos urbanos.
Siguiendo el discurso de los empresarios, el intendente cordobés Martín Llaryora cuestionó duro a la Casa Rosada: “De cada 10 pesos de subsidios nacionales, nueve pesos se reparten en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el resto en todo el interior. Defiendo los intereses de los cordobeses, y esos gritos no retumban lo que tendrían que retumbar en capital”.
Llaryora señaló que mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) reciben alrededor de $ 3,4 millones de pesos en subsidio por colectivo, en Córdoba rondan en los $ 400 mil: “Y no hablemos sólo de Córdoba, sino de Rosario, Santa Fe y Paraná, todas ciudades que llevan más de 20 días sin transporte público. Por eso hablamos con los intendentes para ponerle fin y que vayamos a una discusión de fondo”.
El intendente cordobés es un viejo conocido del subsecretario de Transportes, el cordobés Bermúdez, quien fue ministro de Transportes de Juan Schiaretti. Sin embargo, el funcionario nacional le aclaró a Llaryora que la Nación había triplicado los envíos a Córdoba: “La caída de pasajeros en Córdoba y en Rosario y su incidencia en los ingresos es absolutamente atribuible al coronavirus. Hace más de 20 días que están de paro, pero a los subsidios se los mandamos igual y les aseguro que lo que eroga el Estado nacional a las provincias alcanza para pagar los salarios del sector, razón por la cual Nación no va a poner más fondos”, señaló Bermúdez.
Frente al conflicto, la Municipalidad de Córdoba, que tiene el poder de conceder las licitaciones a las empresas, no las intimó a que volvieran a hacer circular las unidades. Desde la oposición la concejal peronista disidente Olga Riutort y Juan Pablo Quinteros de Encuentro Vecinal cuestionaron con razón: “Si los colectivos no circulan desde hace tantos días… ¿Dónde está el dinero de los subsidios destinados al gasto de combustible? Podrían haber pagado los salarios”.
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