Atención conductores mayores de 70 años, muchos de ellos jubilados: en un giro que generó revuelo y bronca, se decidió no renovar el registro de conducir a las personas que superen dicha edad. La medida, que parece sacada de una telenovela, despertó tanto aplausos como críticas. Por un lado, algunos creen que es una decisión necesaria para garantizar la seguridad en las rutas; por el otro, muchos opinan que es un acto discriminatorio y un atentado contra la libertad de quienes aún se sienten capaces de manejar en España.
Los abuelos y abuelas que conducen no tardaron en alzar la voz. “Nos están sacando la libertad, nos están condenando a ser prisioneros en nuestras propias casas”, dijo con bronca y un dejo de tristeza don Pedro, un gallego de 73 años que se siente más joven que un joven de 40. Y es que muchos de los afectados consideran que esta medida los deja fuera de juego, sin la posibilidad de seguir viviendo sus vidas con normalidad.
“Si uno se siente bien, ¿por qué no va a poder manejar? No todos estamos para el geriátrico”, comentó la señora Carmen, una madrileña que a sus 72 años continúa manejando de gran manera, recorriendo cada rincón de su barrio con su querido Fiat 500.
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El gobierno español, por su parte, se defendió diciendo que la medida está basada en estudios que demuestran que con la edad vienen ciertas limitaciones que afectan la capacidad de conducir. “La seguridad vial es nuestra prioridad”, aseguraron desde el Ministerio de Transporte. Según ellos, las estadísticas muestran que los conductores mayores de 70 años tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes, debido a factores como la disminución de reflejos, problemas de visión y otros achaques de la edad.
Pero claro, no todos lo ven de la misma manera. “Esto es puro chamuyo. Están usando la seguridad como excusa para sacarse a los viejos de encima”, opinó enojado un jubilado en una manifestación en Madrid. La comparación con otras medidas discriminatorias no tardó en aparecer, y algunos incluso llegaron a decir que este es el principio de una política que podría llevar a restringir otros derechos a las personas mayores.
Alternativas en debate
Ante la polémica, ya se está discutiendo la posibilidad de implementar alternativas. Una de las ideas que está sobre la mesa es la de realizar exámenes más estrictos para las personas mayores, en lugar de prohibirles directamente la renovación del registro. De esta manera, aquellos que demuestren estar en condiciones de manejar podrían seguir haciéndolo, mientras que quienes no superen las pruebas serían invitados a dejar el volante.
Otra propuesta que ganó terreno es la de fomentar el uso de transporte público y servicios de movilidad para los mayores. “Si te sacan el registro, por lo menos que te den algo a cambio”, comentó con resignación un hombre que se lamentaba por la situación en una radio local.
Un debate que sigue
Lo cierto es que la medida pusieron sobre la mesa un debate profundo sobre los derechos de las personas mayores y la manera en que la sociedad las ve y trata. Mientras tanto, en las calles, los mayores de 70 siguen haciendo oír su voz, porque si hay algo que los años no les han quitado es la fuerza para luchar por lo que creen justo.
En fin, la discusión sigue abierta, y habrá que ver cómo se resuelve esta pulseada en la que se juega mucho más que un registro de conducir. Lo que está en juego es el respeto y la dignidad de toda una generación que, lejos de sentirse un estorbo, quiere seguir siendo parte activa de la sociedad.
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