El subte es uno de los medios de transporte público más utilizados aparte del colectivo y el tren. Además de las constantes modificaciones en torno a los aumentos en las tarifas que sufrió este servicio, se filtró un dato alarmante sobre su funcionamiento en la Ciudad de Buenos Aires que dejó expuestas una serie de falencias.
Buenos Aires fue una de las ciudades pioneras de Latinoamérica en contar con servicio de subte. Actualmente están operativas seis líneas: la A, B, C, D, E y H, con un total de 56,7 kilómetros de longitud y 106 estaciones. Sin embargo, quedó relegada por falta de gestión, ya que desde el 2010 que no se construye una estación nueva.
Los proyectos para llevar adelante la construcción de la línea F (Barracas - Palermo); línea G (Retiro - Villa del Parque); y línea I (Parque Chacabuco - Ciudad Universitaria) nunca se activaron. Esto significaría un gran avance porque mejoraría la conectividad en zonas aisladas.
Según datos otorgados por el Centro de Estudios Metropolitanos (CIM), en 2024, el subte transporta solo el 59% de los pasajeros que tenía antes de la pandemia, mientras ofrece una calidad muy baja con demoras e interrupciones constantes. A la vez, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no tiene en mente avanzar con obras nuevas para mejorar la red, y el servicio sigue deteriorándose.
"La Legislatura Porteña debate una reforma del Código Urbanístico: las prioridades son densificar la construcción en avenidas y fomentar desarrollos en el sur de la Ciudad. No se prevé ninguna obra de subtes que acompañe ese crecimiento o permita integrar la Ciudad de norte a sur", indicó el Centro de Estudios Metropolitanos. El análisis realizado encendió las alarmas por los riesgos que conlleva no ejecutar obras en materia de transporte público.
Subte: las históricas "estaciones de la muerte" que están dentro de la Línea A
El Subte de Buenos Aires tiene líneas sin hacer, paradas que fueron olvidadas y hasta estaciones "de la muerte" que se ubican en una parte de los rieles ubicados debajo de la calles de la ciudad porteña. Hay muchas teorías sobre lo ocurrido con dos de los lugares más conocidos de la Línea A, más precisamente ubicados entre las estaciones de Plaza Miserere y Congreso.
Una de las particularidades más interesantes de la Línea A del subte de Buenos Aires son las estaciones Pasco y Alberti, situadas entre dos puntos clave de la ciudad: la estación de trenes de Once, en Balvanera, y el Congreso de la Nación. Lo curioso es que, a pesar de estar a menos de 300 metros una de la otra, no se pueden visitar en un mismo recorrido, ya que son semiestaciones. Por ejemplo, si el viaje comienza en San Pedrito, se pasa por Pasco, mientras que si se sale desde Plaza de Mayo, la parada será Alberti. Sin embargo, no siempre fue así.
Durante la construcción inicial del subterráneo en 1913, se planeó una única estación entre Congreso y Once, pero un trágico accidente ocurrió: dos obreros italianos perdieron la vida en un derrumbe. Este suceso fue silenciado, sin mención alguna en los medios de la época, para evitar alarmar tanto a los trabajadores como al gobierno, que quería evitar controversias. Se dice que, si se toma el último vagón del tren de las 23:30 en dirección a Plaza Miserere (antigua estación Once), es posible ver a los dos hombres charlando en un banco. No obstante, estas no fueron las únicas muertes asociadas.
Pasco Sur y Alberti Norte funcionaron como estaciones hasta su cierre en 1953. Pasco Sur estaba en Rivadavia, entre Rincón y Pasco, y Alberti Norte entre Alberti y Larrea, también sobre Rivadavia. Se clausuraron porque había cuatro estaciones en apenas 600 metros, lo que provocaba paradas innecesarias entre puntos concurridos como Congreso y Once, o al menos esa es la versión oficial. Una teoría popular de la época sugería que Pasco Sur estaba demasiado cerca de las bóvedas de una sucursal del Banco Nación. Sin embargo, la leyenda más escalofriante es la de una joven que, debido a un desengaño amoroso, se arrojó a las vías de Pasco Sur. Hoy en día, esta estación está tapiada y es inaccesible, mientras que Alberti Norte se utiliza para suministrar electricidad a los trenes, por lo que se encuentra en mejor estado y es más frecuentada por los trabajadores.