Marcos Córdoba, el maquinista que conducía la formación de la “Tragedia de Once”, reconoció que ese día del choque había anulado el dispositivo de frenos conocido como "hombre muerto", pero aclaró que “no” fue con intención de generar una tragedia en la que fallecieron 51 personas.
En sus dichos, Córdoba afirma: "Yo tengo responsabilidad, anulé el dispositivo, pero no lo hice a propósito, nunca imaginé que algo así iba a ocurrir". No se trata de una declaración formal como acusado, sino de una charla que tuvo Córdoba con una asistente social y una psicóloga que difundió Gregorio Dalbón, abogado de la querella más numerosa de víctimas de la Tragedia de Once.
Parte del texto fue publicado por el abogado Gregorio Dalbón en su cuenta de Twitter, quien al mismo tiempo exigió "verdad" para los familiares de las víctimas. Asimismo, en una entrevista con Radio 10, el letrado consideró que "las muertes del día 22 de febrero del 2012 le corresponden a quien desconectó el dispositivo, Marcos Córdoba".
El freno conocido como "hombre muerto" es un dispositivo con el que cuentan los trenes que implica que el motorman debe accionar todo el tiempo una palanca, caso contrario el vehículo se frena automáticamente. El sistema (y de allí proviene su nombre) se ideó para que el tren frene si por algún problema el maquinista perdiera la conciencia y con ello, el control sobre la locomotora.
"No se le pueden cargar las muertes a ningún funcionario publico ni a ningún empresario", aseveró uno de los abogado de las querellas de los familiares de víctimas y apuntó que "si Córdoba no hubiera anulado ese freno el hecho no se hubiera producido". Explicó, además, que “ese acto que hace Marcos Córdoba y que reconoce, hace que reconozca su responsabilidad por anular ese freno para descansar la mano”.
El 29 de diciembre de 2015 se dictó sentencia en el juicio por la tragedia ocurrida en febrero de 2012. Allí, el motorman recibió 3 años y medio de prisión, 9 años para Sergio Cirigliano, dueño de TBA (concesionaria del servicio en ese entonces), y 8 años de prisión cada uno para los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
Luego, en 2018, se realizó el juicio conocido como "Once II" en la cual se condenó a 5 años y 8 meses de prisión al ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.