La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y los municipios de Quilmes y Berazategui formarán parte por primera vez de la creación y puesta en marcha de dos polos científico-tecnológicos. De esta manera, se busca dar una respuesta a las necesidades de las pymes e industrias locales e impulsar su crecimiento. Hernán Farina, secretario de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UNQ, lo define como un “desafío inédito”: “hay una potencialidad muy importante para hacer crecer las empresas y generar otras nuevas”.
Un polo científico-tecnológico es un conjunto de edificios dedicados a la educación, investigación y el crecimiento tecnológico que busca agrupar necesidades de los territorios, proporcionar soluciones tecnológicas y colaborar con la capacitación de recursos humanos. “No existe algo así en el conurbano que nos atraviesa. Significa un salto de calidad para los municipios ya que incorpora nuevas empresas con tecnologías que antes no disponía”, manifiesta Farina.
La experiencia de “Quilmes Tec”
Ubicado en el parque industrial La Bernalesa, “Quilmes Tec” es un espacio que busca fortalecer las pymes y ofrecer capacitaciones profesionales. Andrea Ferrera, coordinadora del Programa Institucional de Incubación y Desarrollo de Tics de la UNQ, cuenta que allí funciona la Escuela de Educación Profesional Universitaria.
“Está destinada a brindar actividades de formación profesional con certificado. En este momento se dictan cursos de servicios informáticos, automatización y robótica, desarrollo web y pensamiento computacional”, puntualiza.
Lejos de funcionar únicamente como un espacio de formación, Quilmes Tec apunta a ser un generador de empleos. En este sentido, Ferrera detalla: “El objetivo es vincular a las personas con el mercado de trabajo mediante el contacto con empresas que requieren personal. Asimismo, les brindamos herramientas para que puedan generar sus propios emprendimientos, si así lo desean”
A futuro, Quilmes Tec proyecta ampliarse y constituirse como un polo científico-tecnológico. Para esto, se desarrollarán, por un lado, el Centro de Incubación y Desarrollo Tecnológico, en el marco del programa Construir Ciencia, que busca impulsar y dar espacio físico a emprendimientos que estén vinculados a tecnologías complejas, como servicios informáticos o biotecnología; y por el otro, el Centro Educativo para la Ciencia y la Tecnología, articulado por el municipio de Quilmes, que funcionará como un espacio lúdico-educativo y de experimentación de tecnologías para niños y jóvenes .
Berazategui, líder y punta de lanza
De la mano de la UNQ, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el municipio de Berazategui, se está construyendo otro polo científico-tecnológico. “Aquí radicarán empresas y capacitaciones de ingeniería en alimentos, automatización y control, diseño naval y biotecnología. Aún estamos definiendo cuáles serán los equipamientos e infraestructura que se van a instalar”, expresa Farina, y afirma: “Este polo será líder, desde la capacitación y los servicios hasta la incubación y aceleración de proyectos. Será como una punta de lanza“.
Para que ambos polos sean posibles, los municipios contaron con el apoyo del Estado nacional. El ministerio de Educación financió la Escuela de Educación Profesional Universitaria (Quilmes Tec) mediante un aporte de 40 millones de pesos. Asimismo, la cartera de Desarrollo Productivo contribuyó con 20 millones de pesos en equipamiento en La Bernalesa. Por su parte, el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación aportará 1.750.000 dólares en infraestructura para la construcción del Centro de Incubación y Desarrollo Tecnológico en el predio de la UNQ. Además, el polo de Berazategui consiguió una financiación de 7 millones de dólares, de los cuales cinco serán destinados a infraestructura y dos a equipamiento.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas