El arribo al país de las aplicaciones de transporte como Cabify, Uber y Didi estuvo caracterizado por ofrecer, supuestamente, un servicio más seguro, confiable, con autos de mejor categoría, más limpios y con el “plus” de saber de antemano lo que uno iba a gastar. Eso fue así durante la “luna de miel” de las aplicaciones.
Con esta estrategia, en todo el mundo las Apps lograron no solo competir con los taxis por parte de su mercado, sino que también lo ampliaron ya que se insertaron en zonas en las que los taxis no llegaban por diferentes motivos como, por ejemplo, las limitaciones jurisdiccionales. Este fenómeno generó una contracción de la industria del taxi.
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Para Javier Pereyra, el ‘Griego’, también conocido como ‘El tachero de Twitter’, el éxito inicial de las aplicaciones se explica por la estrategia de marketing que estuvo orientada a “ofrecer” cuestiones que al taxi se le criticaban.
En ese sentido, el bajo precio que ofrecían inicialmente fue un factor clave a la hora de disputar pasajeros. Sin embargo, en la actualidad, cuando se pide una cotización, las empresas arrojan un precio de mercado que es superior a lo que se pagaría por un taxi.
El economista especialista en transporte, Rafael Skiadaressis, remarcó que las bajas tarifas de las apps fueron parte de una estrategia comercial cuya finalidad fue garantizar su rápido crecimiento en el segmento de transporte. “La contracara fue que, en términos operativos, el servicio era deficitario y la disponibilidad de conductores se sostenía en base a transferencias monetarias directas, cuyo costo no recaía sobre los usuarios”.
“La necesidad de mejorar la rentabilidad de las compañías y la consolidación de la reputación y posición de las apps a nivel global, permitió mejorar su margen vía tarifas, incluso si estas superaban la del servicio homólogo regulado (taxis)”, agregaó
Para Marcelo Boeri, presidente de Taxistas Unidos, la asociación civil que se creó en 2017 para impedir el arribo de las aplicaciones de transporte, estas empresas vinieron con el único fin de hacer dumping, esto es, abaratar costos con el objetivo de barrer a la competencia. “Hoy esto está prácticamente logrado y ya se sienten con la autonomía suficiente de imponer condiciones. Dentro de esas condiciones se encuentra el precio que, cuando su algoritmo lo permite, hace que los viajes aumentan considerablemente de valor. Y la gente termina siendo rehén porque cuando quieren abordar una unidad legal con tarifa regulada ya no la encuentran”, aseguró.
‘El Griego’ afirmó que las aplicaciones lograron su cometido, que era “destruir el gremio”, y volverlo muy poco rentable. “A partir de eso, comenzó a pasar que las aplicaciones ya no tenían un precio competitivo. Depende el horario, puede llegar a salir el doble que la tarifa oficial de taxis”.
"Al ser un servicio regulado, nuestra tarifa es pactada y acordada por audiencia pública con el Gobierno de la Ciudad, se tienen que firmar actas y salir en el Boletín Oficial. Hasta que eso no sucede seguimos trabajando con la misma tarifa", añadió el taxista.
Florencia también es taxista y hace un tiempo ofrece sus servicios a pasajeras mujeres que prefieren viajar con conductoras del mismo género porque les da más seguridad. Florencia recordó que, con la llegada de las aplicaciones, la diferencia de tarifas era “tremenda” y "no había forma de competir con eso”.
“Uber es carísimo pero la gente ya se acostumbró. Tienen la aplicación bajada en el celular y no conocen o no se acostumbran a la aplicación de taxis como Del Plata o City Tax. Son Apps que funcionan igual que Uber y Cabify”, sostuvo.
¿Cómo se compone la tarifa de las Apps?
La tarifa se compone de una tarifa base, un cargo por tiempo y otro por kilómetros recorridos, a lo que se adiciona una cuota de servicio. Asimismo, se incluye como un cargo extra ajustes por tarifa dinámica si la demanda supera la oferta disponible en la zona de actividad.
Skiadarasis aclara que, si bien no existe una estadística disponible para Buenos Aires, de acuerdo a información presentada por Uber para Estados Unidos, al año 2022, el 14% de los viajes realizados presentaba ajuste por tarifa dinámica, mientras que en 2019 menos del 6% lo hacían. “Es decir que, más allá de los componentes básicos de la tarifa, es frecuente observar que su valor final se vea afectado por el impacto de la tarifa dinámica. De todos modos, vale remarcar que el porcentaje es inferior al 2021 donde más del 30% de los viajes en Estados Unidos presentaban un recargo por alta demanda”, señala.
El aumento de la tarifa de taxis autorizada por el gobierno porteño
Hace pocos días, el gobierno porteño autorizó una suba del 50% de la tarifa de los taxis, que se realizará en dos tramos: un 30% en septiembre, que rige desde la semana pasada, y un 20% que se aplicará en noviembre.
Según el 'Griego', con estos aumentos fraccionados se generan titulares engañosos o que generan un efecto doble. "Después de la audiencia pública, el Gobierno de la Ciudad elige cuándo publicarlo en el Boletín Oficial (BO) pero muchas veces esa información va antes a los medios. Entonces, en los medios se publica el aumento del taxi cuando se produce el acuerdo, cuando sale en el BO y en este caso también lo vamos a ver en noviembre. Todo eso hace que la idea general sea que el taxi está aumentando todo el tiempo".
Para Skiadarasis, se trata del aumento más “agresivo”, comparado con el nivel de inflación, de los últimos años, ya que las tarifas de los taxis venían en caída en términos reales (es decir, el costo del taxi se abarataba para el usuario) desde el año 2015. “Cuando finalice el ajuste proyectado, las tarifas volverán a los niveles del año 2015”, afirmó.
Según el especialista, esta medida más que repercutir en la elección de los usuarios entre los taxis y las apps, debería mejorar la oferta de taxis en circulación, algo que ha caído considerablemente debido a la pandemia, la alta competencia con las apps y las bajas tarifas percibidas.
En la misma línea, el ‘Griego’ aclara que antes de este aumento los taxistas “veníamos trabajando a pérdida”.
Para la taxista Florencia, el enojo de los pasajeros por el aumento se siente los primeros días ya que, después, lo que suele ocurrir es que también suben los precios de las aplicaciones y “hasta suben más”, exclamó.
Por qué los usuarios se vuelcan más a las Apps que a tomar taxis de la calle
Según Skiadarasis, la elección de los usuarios se ve influida por los precios, el tiempo de espera y la comodidad. Mientras la tarifa incide sobre la primera, la oferta influye sobre los otros dos componentes.
“Un servicio más barato, pero escaso no logra atender su demanda potencial. Naturalmente, si (el taxi) se encarece demasiado, la gente seguirá optando por las Apps (que de todos modos tienen una demanda superior a la de los taxis). Sin embargo, vale notar que las Apps por lo general aprovechan los ajustes de la tarifa de taxis para ajustar sus propias tarifas”.