Con el retorno a las aulas, niños y adolescentes, todos desde hace unas semanas se preparan para retomar sus rutinas académicas y sociales que durarán hasta diciembre. Sin embargo, en este proceso es crucial considerar la salud visual como un factor primordial. Sin dudas, entre los chequeos generales que se tienen que hacer una vez al año es aconsejable que la vista sea una de las prioridades.
Los problemas de visión pueden tener un impacto significativo en el rendimiento académico y social de los estudiantes, afectando su capacidad para concentrarse, leer y participar en actividades cotidianas. En este artículo, los mejores consejos de los profesionales para tomar en cuenta.
La salud en la vista
La Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil (SAOI) recomienda realizar revisiones oftalmológicas regulares en los niños, comenzando desde el recién nacido y continuando a intervalos específicos durante la infancia y adolescencia. La prevención juega un papel fundamental en el cuidado de la salud visual de los más jóvenes.
Además de las revisiones, es importante fomentar hábitos que promuevan una buena salud ocular, como mantener una iluminación adecuada y limitar el tiempo frente a pantallas electrónicas. En ese marco, Solana Argañaraz, Médica Oftalmóloga de Boreal Salud (MP 10004), destacó la importancia de estar alerta a ciertos signos que podrían indicar que un niño necesita anteojos.
Entre los más comunes se encuentran:
- Acercarse demasiado a los objetos: si un niño se acerca mucho a los objetos con los que juega o a los libros, puede ser un indicio de dificultades para ver con claridad.
- Entrecerrar los ojos o parpadear excesivamente: este comportamiento puede ser un indicativo de problemas visuales.
- Inclinar la cabeza hacia un lado: la inclinación de la cabeza puede indicar dificultades para ver correctamente.
- Dolores de cabeza o mareos: si un niño se siente cansado o con dolor de cabeza después de clases, podría estar forzando la vista para ver el pizarrón.
- Uso del dedo al leer o pérdida de concentración: la necesidad de utilizar el dedo al leer o la falta de concentración pueden ser signos de dificultades visuales.
- Frotarse los ojos frecuentemente o enrojecimiento ocular: estos síntomas pueden indicar irritación o fatiga visual.
Factores como la genética, la lectura prolongada, el tiempo frente a pantallas y las condiciones ambientales aumentan el riesgo de desarrollar problemas de visión en los niños. Por lo tanto, es esencial monitorear la salud visual de los niños y adolescentes, para prevenir y abordar cualquier problema a tiempo para garantizar un desarrollo óptimo en el ámbito académico y social.