Con la ocupación de camas por encima del 90% en el sector público y privado, Santa Fe entró desde el viernes pasado y por 10 días en un endurecimiento de las restricciones para hacer frente a la segunda ola de Covid. El decreto del gobernador Omar Perotti prohibió la circulación en autos y en motos particulares desde las 21 y hasta las 6, pero permite a los bares y restaurantes funcionar hasta las 24, y restringió el horario de comercios no esenciales a las 19, mientras los que venden alimentos y medicamentos pueden hacerlo hasta las 20. Cines, teatros, recitales, patios de comidas de shoppings y actividad hípica fueron otras actividades suspendidas para proteger a la población. Y no descartan cerrar más rubros de ser
Además de frenar la escalada de casos de Covid-19 que está poniendo en jaque al sistema de salud, las medidas buscan reducir la circulación vehicular durante la noche, horario en el que se produce una mayor cantidad de siniestros viales con heridos que demandan cuidados críticos. Actualmente, el 75% de las camas de terapia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el más grande de Rosario, están ocupados por pacientes que fueron parte de choques de vehículos o situaciones de violencia como enfrentamientos o balaceras, que tampoco dan tregua en la Cuna de la Bandera.
Durante el fin de semana, las fuerzas de seguridad montaron en colaboración con los distintos municipios un amplio operativo de control para hacer que se cumplan las nuevas medidas sanitarias. A diferencia de lo ocurrido tras anteriores anuncios, esta vez hubo una fuerte presencia en las calles, pero se desbarataron al menos 15 fiestas clandestinas masivas en distintos puntos de la provincia. Además, solo en Rosario se produjeron más de 400 identificaciones en la vía pública, 60 notificaciones de violación del DNU y 110 detenciones. "Hubo un alto acatamiento, no solo de cierre de los locales gastronómicos, sino también de la circulación vehicular", dijo a El Destape la secretaria de Control del municipio Carolina Labayru.
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Cifras en rojo
La segunda ola de la pandemia de coronavirus impactó primero en el AMBA, pero Santa Fe ya es parte de ese fenómeno: todos los indicadores que miden la situación de la pandemia están evolucionando desfavorablemente. Los contagios aumentan con rapidez, las curvas de incidencia (está en 815 y debería ser menor a 150) y razón de casos (1,69 y el valor de referencia es 1,20) que se utilizan para medir a nivel nacional sobrepasan los índices deseables, y los porcentajes de ocupación de camas en hospitales y sanatorios están por las nubes. La disponibilidad de plazas se encuentra particularmente en niveles críticos y no cede, con un 84% de ocupación en el sector público a nivel provincial y 95% en efectores privados de Rosario.
Por ello, la provincia definió este lunes suspender las cirugías programadas que ya había sido dispuesta en hospitales, también en los sanatorios. "Si seguimos con esta curva de contagios no podremos atender a nadie", dijo la ministra de Salud Sonia Martorano. Es que durante el fin de semana no hubo efector donde la ocupación de camas estuviera por debajo del 90 por ciento, y se hicieron derivaciones de unos a otros para garantizar la atención. Los hospitales están recibiendo pacientes con obra social, pero también derivan al privado algunas emergencias. Además, la provincia sigue trabajando en sumar camas generales con la instalación de módulos en los patios o espacios libres de los efectores, tanto en Rosario como en la ciudad de Santa Fe.
"Estamos teniendo una cantidad de internaciones en terapia, no todas Covid, que está poniendo en crisis al sistema. Si esto sigue así, vamos a tener un colapso muy grande. Estamos en emergencia sanitaria", analizó el socialista Miguel Cappiello, ex titular de la cartera sanitaria provincial e integrante del comité de expertos que asesora a Perotti, consultado por El Destape. "Creíamos que el pico iba a estar a mitad de mayo. Vamos a ver si las restricciones logran bajar los casos. Hay que insistir en la conciencia social para prevenir la enfermedad hasta que lleguen las vacunas", afirmó. Y advirtió: "El mayor problema es el recurso humano".
Recurso humano
En efecto, el principal inconveniente no es aumentar las plazas, o comprar el equipamiento necesario como los respiradores, sino la imposibilidad de extender los planteles de médicos y enfermeros especializados en terapia intensiva. "Los equipos de salud estamos afrontando esta segunda ola con un alto nivel de agotamiento. Una carga laboral muy intensa, estresados, ya con 13 meses en la trinchera. Enfrentamos la primera ola y cuando bajaron los casos tuvimos que enfrentar toda la patología retenida del 2020", contó a El Destape Ángela Prigione, presidenta del Colegio de Médicos de Rosario. Entre el 60 y 65% de camas, dijo la especialista, se debe a enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cardíacas, neurológicas, a la inseguridad y la accidentología.
Además, remarcó que en esta segunda ola el promedio de edad de los contagios "es 15 años más joven, gente de mediana edad que es la masa productiva que es la que está circulando en la calle y hoy no está alcanzada por la vacunación". Existen, además, menores de 25 o 30 años que están ocupando camas de terapia, y con una evolución mucho más aguda: "A 24 o 48 horas de internación, un paciente ya puede estar necesitando asistencia respiratoria mecánica", explicó, y dijo que en los últimos 15 días "el escenario cambio drásticamente". Por eso, piden el "esfuerzo máximo" que pueda hacer el país para conseguir más vacunas, y el respeto de las restricciones, los protocolos y las medidas de cuidado.
La positividad también subió (en Rosario se ubicó en la última semana en un 38%), y empezó a dar muestras de esa baja en la edad de los infectados. En el pico de casos de la primera ola, los laboratorios llegaron a tener entre un 45 y 50% de confirmaciones de casos de Covid. Según la Organización Mundial de la Salud, para tener controlada la pandemia en una zona o región el nivel de positivos no debe superar el 10%. Otro dato significativo de este momento de crisis epidemiológica es que en los centros de diagnóstico del sector privado están atendiendo en forma diaria a adolescentes y niños, una población que el año pasado no recibían. Además, aumentaron los positivos en esta franja etaria.
Lo que viene en Santa Fe
En cuanto a la vacunación, según datos del Ministerio de Salud la provincia ya superó las 560.000 dosis colocadas, lo que significa que un 41% por ciento de la población objetivo de 1,2 millones ya está vacunada. Por estas horas se está inmunizando a la franja entre 60 y 70 años en carácter descendente (van por 67), y ya se empezó con el de 18 a 59 años con comorbilidades. El viernes se recibieron 51 mil vacunas Sputnik, y esta semana llegan más Sinopharm. Santa Fe, que en un principio figuraba entre los distritos más retrasados en la inoculación, vacuna hoy a unas 20 mil personas por día y podría completar en junio los grupos de riesgo.
El panorama es complicado, y con esta foto es un hecho que el 2 de mayo, día del vencimiento del decreto, se extenderían las actuales restricciones. En este marco, solo se puede pensar en profundizar, pero jamás en flexibilizar. "No hay una medida definida en concreto. Por el momento insistimos con lo puesto en marcha. Pero no descartamos que necesitemos otras restricciones. No hay contexto para flexibilizar. Y es difícil que no se extiendan las actuales", adelantó a El Destape Juan Manuel Pusineri, ministro de Trabajo.