A través de un decreto que entró en vigencia el último fin de semana, el gobierno de Entre Ríos decidió establecer nuevas restricciones a la circulación. Fue, sin embargo, dejando de lado los lineamientos del último Decreto de Necesidad y Urgencia -DNU- firmado por el presidente Alberto Fernández. Si bien, en lo protocolar, desde Casa Gris tomaron la norma nacional como base, lo reglamentado por Gustavo Bordet no cumple a rajatabla con las disposiciones que fueron publicadas en el Boletín Oficial. Con una mirada optimista el Poder Ejecutivo entrerriano determinó el regreso de la presencialidad escolar en todo el territorio, incluso en Paraná, que sigue bajo la condición de alarma epidemiológica. La decisión le valió un duro cruce con el principal sindicato de maestros. A la par, permitió que abran clubes, gimnasios y comedores hasta las 23.
"Gracias a la aplicación de las medidas de cuidado que venimos tomando en la provincia empezamos a ver signos claros de desaceleramiento en el nivel de contagios. El sistema de salud sigue tensionado, pero si logramos mantener el descenso de casos vamos por el camino correcto", sostuvo el gobernador Gustavo Bordet el último viernes, en contacto con medios oficiales. De ese modo, el mandatario dio a conocer una batería de medidas que comenzaron a cumplimentarse el sábado y por el término de dos semanas: "Tenemos que seguir focalizados en reducir la circulación del virus para poder retomar las actividades y eso requiere que respetemos al máximo los protocolos y los cuidados”.
Las palabras de Bordet no son azarosas. Ese mismo día, más temprano, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Diego Garcilazo, había reportado una caída del 8% de los casos, acorde a datos oficiales. En efecto, el promedio de positivos ha sido menor en los últimos días: 1.108 entre domingo y lunes y 697 este martes. La cifra, si bien no es óptima, no deja de ser alentadora, luego de un mayo con más de 730 nuevos pacientes diarios en promedio, con una curva más que acelerada en la segunda quincena del quinto mes, tal cual se detalló oportunamente en El Destape. Asimismo, los especialistas insisten en que junio y julio son los meses de mayor cuidado, por las bajas temperaturas.
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"Las restricciones han dado resultado, porque los infectados han bajado. Pero veo dos meses duros, que son junio y julio. Acá hay que combinar dos cosas, que son la baja de circulación y la vacuna", resaltó en ese sentido, Adriana Bevacqua, jefa de Infectología del Hospital San Martín de Paraná, en contacto con medios locales. Luego, aclaró: "Veo en junio y julio, meses duros".
La principal decisión del gobierno entrerriano en esta nueva etapa pasó por el regreso de las clases presenciales, luego de habilitar, por algunas jornadas, a que decenas de localidades vayan a la virtualidad. Fue en todos los niveles, con excepción de Paraná y su área metropolitana -Oro Verde, Colonia Avellaneda y San Benito-, a donde regresaron en los niveles Inicial y Primario. La determinación no terminó de hacerse efectiva, dado que la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos -Agmer-, principal sindicato de maestros de la provincia, resolvió en congreso no acatar ningún tipo de llamado a la presencialidad y continuar con el dictado de contenidos de manera remota. De ese modo, en colegios de toda la provincia se vivió un retorno "a medias", ligado a la decisión personal de cada docente de acatar o no la decisión oficial o apegarse a los lineamientos gremiales.
Desde Agmer se argumentó que no están dadas las condiciones para el regreso al aula, debido a la alta tasa de incidencia y otros factores epidemiológicos objetivos que se consideran para tomar medidas oficiales. En Paraná, por caso, se está en Alarma Epidemiológica. Es decir, si se siguiera el DNU, no debería haber presencialidad en ningún nivel. Sin embargo, en los otros departamentos, podría haber clases normalmente, dado que son de alto riesgo y en un caso -Feliciano- de bajísimo riesgo.
La objeción sindical no cayó bien en Casa de Gobierno. El presidente del Consejo General de Educación -CGE- Martín Muller, resaltó este lunes a la tarde que lo definido es un "paro encubierto, una medida de fuerza". Por tal motivo, adelantó que habrá una presentación en la Secretaría de Trabajo, solicitando que intervenga. "Las medidas gremiales no sólo atentan contra lo dispuesto por el Poder Ejecutivo provincial, sino contra el derecho a la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes", apuntó el funcionario.
Bordet tampoco se quedó afuera de la polémica. Consultado por la situación, evitó hablar directamente del gremio, pero subrayó: "Necesitamos que nuestros chicos puedan estar en le escuela estudiando". Acotó que "la virtualidad no suplanta a la presencialidad" y que más de 30 mil docentes fueron vacunados contra el coronavirus, siendo, tal cual se detalló en El Destape, el único sector que tuvo la excepción por parte de la autoridad sanitaria para acceder a su dosis.
En Paraná, pese a la situación epidemiológica, también se dio luz verde a los clubes para reabrir hasta las 23, con un tope máximo de 15 personas en espacios cerrados y 30 en espacios abiertos. Ya lo habían hecho, la semana pasada, los gimnasios, con un 30% de aforo. Los locales gastronómicos, con mismo porcentaje de ocupación, también podrán trabajar hasta las 23 al igual que talleres artísticos, academias de danza, cines, teatros y centros culturales. Junto a estas disposiciones, se reiteró la prohibición de permanecer en espacios públicos -poco respetado y poco controlado, al menos en Paraná-; el no permiso para reuniones sociales y familiares y la restricción para circular entre las 00 y las 06, con excepción de trabajadores esenciales.
El sistema de Salud en tensión constante
Luego de jornadas con ocupación casi plena, el sistema sanitario en general ha reflejado un alivio en la ocupación, alcanzando este martes el 85%: 228 de 268 unidades tienen paciente. De ellas, el 64% tienen infectados con coronavirus. Asimismo, es preocupante el nivel de camas de Terapia Intensiva requeridas en tres de las cuatro cabeceras departamentales más importantes y, a su vez, referencia de cada región sanitaria: Paraná, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.
En el informe se indica que la Región I –departamentos La Paz, Paraná, Nogoyá, Diamante, Victoria- tiene una ocupación del 89,60%. Aún quedan 13 camas sin ocupar de las cuales 9 están en Paraná, cuya ocupación asciende al 89,66%.
En la Región II –departamentos Feliciano, Federación, Federal, Concordia, San Salvador Villaguay- la ocupación asciende al 66,07%. Restan ocupar 19 unidades. En Villaguay la ocupación es del 75%.
En la Región III –departamentos Colón, Tala, Uruguay- la ocupación es de 88,10%. Quedan cinco camas sin ocupar. En Colón, la ocupación es del 75% y en Concepción del Uruguay, es del 93,3%.