Con Rosario en alarma, Perotti endureció las restricciones pero hay puja por las clases

En adhesión al decreto nacional, la provincia suspendió la educación presencial por una semana y negocia con la Casa Rosada para reabrir las escuelas. El macrismo judicializó la medida, mientras médicos advierten que es "insuficiente".

05 de mayo, 2021 | 00.05

Al riesgo de colapso sanitario que vive la ciudad de Rosario y un departamento contiguo obligó a las autoridades santafesinas a profundizar desde este lunes las restricciones en esas zonas, con la suspensión de clases presenciales, la prohibición de circular en autos y motos particulares desde las 20 y el cierre de comercios, bares y restaurantes desde las 19, al igual que en el AMBA. La adhesión del gobernador Omar Perotti al decreto nacional que impuso medidas más duras para bajar los contagios se extenderá por una semana, y culminado ese plazo se analizará la posibilidad de atenuar algunas prohibiciones, en especial el dictado de clases en los establecimientos educativos. 

De esta forma, en los departamentos de Rosario y San Lorenzo, que fueron clasificados en alarma epidemiológica y sanitaria, queda suspendido el funcionamiento de shoppings; y las actividades deportivas, recreativas, sociales, culturales y religiosas en lugares cerrados. Lo mismo sucede con las clases presenciales en los todos los niveles; los deportes grupales; y el funcionamiento de los casinos, bingos, discotecas, y salones de fiesta. En tanto, los comercios no esenciales abren sus puertas hasta las 19, mientras los del rubro alimenticio lo hacen hasta las 20. El horario de cierre de la gastronomía es a las 19, horario a partir del cual solo pueden hacer delivery. La circulación está prohibida entre las 20 y las 6 de la mañana.

Con un amesetamiento en un promedio de casi 2.000 contagios diarios, Santa Fe tiene uno de los más altos números del país, después de Buenos Aires y CABA, pero estas medidas se aplicarán en 2 de los 19 departamentos provinciales, las zonas de mayor cantidad de casos y en peligro de que colapse el sistema de salud. En Rosario, ayer las camas críticas estaban en un 90% de ocupación en el sector público y en 89% en el privado. El resto de las localidades tiene calificaciones más bajas en materia de los tres factores que estableció el Ministerio de Salud de la Nación según el número de casos suscitados en los últimos 14 días, la cantidad de enfermos de coronavirus sobre la población total y la ocupación de camas de terapia intensiva.

Negociaciones

Se esperaba que una vez vencidas las últimas limitaciones este domingo, se profundizaran las medidas ya adoptadas porque el impacto en las cifras de casos diarios y ocupación de camas críticas aún no es el deseable, pero lo peor que le podía pasar a la pandemia era un año electoral. Y la politización comienza a marcar la cancha de las decisiones sanitarias. Perotti reveló públicamente que logró consensuar con Nación que las nuevas restricciones se extiendan por siete días y no hasta el 21 de mayo como dispuso Alberto Fernández. El anuncio llegó tarde, a las 21.30 y en medio del clásico entre Newell's Old Boys y Rosario Central, lo que generó gran malestar, pero desde el entorno del rafaelino adujeron que se debió a una intensa pulseada con Nación para evitar la suspensión de clases presenciales, que finalmente fue reducida a una semana.

Tras ese plazo, el gobierno provincial revisará las variables epidemiológicas para analizar si continúa la virtualidad de las clases o los niños vuelven a las aulas. La intención del mandatario es retomarlas lo antes posible: el año pasado quedaron desvinculados 500 mil niños durante el paso a la virtualidad, situación que quiere evitarse a toda costa. Desde el Ejecutivo argumentan que los dos departamentos señalados como en crisis están ubicadas la mayor cantidad de camas UTI, por lo que reciben derivaciones de otros lugares y eso engorda la cifra. La idea es sumar infraestructura agregando respiradores y camas y bajar la curva para lograr bajar los ponderadores y sacarlas de esa categoría.

De hecho, la provincia planteó su desacuerdo en una nota que envió al jefe de Gabinete Santiago Cafiero para poder abrir un canal de diálogo. "Hay una instancia de conversación con las autoridades nacionales planteando la posibilidad de revisar la situación de alarma en la que han sido categorizados estos dos departamentos, para ello esta semana hay que lograr que las camas críticas puedan tener una ocupación menor a través de la incorporación de nuevas plazas. Si se logra avanzar en esa situación, volvería la presencialidad a las escuelas. Si esto no sucede, a partir del 7 de mayo se extenderán las clases a distancia", dijo a El Destape el ministro de Trabajo Juan Manuel Pusineri.

Pedidos

El intendente de Rosario Pablo Javkin también pidió que se reconsidere la suspensión la presencialidad y una corrección de la categorización sanitaria de la ciudad. "Nos enorgullece ser un polo sanitario. Pero no es lógico. Rosario está agravado por atender a pacientes de otros lugares de la región que fueron dejados fuera de la zona de alarma sanitaria", se quejó. Javkin, que se reunió este martes con Perotti junto a otros intendentes, pidió "ser premiados por ser núcleo sanitario, en lugar ser condicionados", y dijo que "no tiene lógica que la primera restricción sean las clases. La suspensión de la presencialidad debe ser la última medida adoptar", confió. En tanto, criticó la medida al afirmar que "es una decisión que se tomó desde la lejanía", en un tiro por elevación al gobierno nacional.

Los docentes, por su parte, se mostraron a favor de la decisión y pidieron que se sostenga hasta tanto sea seguro volver a las escuelas. "El gobernador intentó, poco convencido, de ponerse a tono con las definiciones de Nación", dijo a El Destape Gustavo Teres, secretario general de Amsafe Rosario. "Si logramos restringir la circulación vamos a poder volver a las escuelas más rápido. Cuando funciona el sistema educativo, se moviliza un tercio de la población. Y hay un esfuerzo muy grande en cuidar los protocolos dentro de las escuelas, pero no es posible inmunizarlas totalmente", describió el gremialista. Y agregó: "Todos queremos volver, porque preferimos dar clase en la escuela. Pero esta es una decisión de salubridad pública".

En tanto, subido al uso electoralista de la problemática, el macrismo eligió el camino judicial tal cual lo hizo en CABA. Federico Angelini, diputado nacional de Juntos por el Cambio por Santa Fe, presentó un amparo contra el decreto provincial acompañado de "una enorme cantidad de padres". El vicepresidente del PRO a nivel nacional dijo que la decisión "es una locura que solamente afecta a los chicos y al futuro de nuestro país" y pidió que "las escuelas vuelvan a abrir". El legislador afirmó que "100 mil chicos dejaron la escuela el año pasado. Hay una falta de conocimiento de la realidad enorme. Los chicos van a estar en la calle, reunidos, van a estar al cuidado de sus abuelos y sus padres laburando, porque es esencial laburar".

Advertencia

En la vereda contraria, el médico Jorge Kohen, de la Asamblea de Trabajadores por la Salud Colectiva, pidió profundizar aún más las restricciones dada la "desesperante" situación sanitaria. "El mapa oficial muestra, salvo Vera y General Obligado, a todos los departamentos de la provincia en rojo, y Rosario y San Lorenzo en violeta. No debería haber discusión sobre la presencialidad de las clases, y tendrían que suspenderse por 15 días la mayor cantidad de actividades que signifiquen circulación en la calle, en el ámbito laboral, educativo, recreativo y todo lo que haga falta", advirtió a El Destape.

El sanitarista anticipó: "Mientras las autoridades de Rosario y la provincia sigan insistiendo en el negacionismo de lo que está sucediendo, inclusive desautorizando al presidente, vamos a volver a ver las lamentables escenas de las aglomeraciones en la calle de las hinchadas de Central y Newell's, que son el ejemplo palpable de la falta de cuidado colectivo y son incentivadas por estas decisiones". Y señaló: "No hay camas, oxígeno ni trabajadores de la salud suficientes ni en condiciones de atender la altísima demanda que estamos teniendo". Por último, detalló que en lo que va del año, se infectó en la provincia el 70% de los que lo hicieron el año pasado, y han muerto en solo cuatro meses 1.500 de un total 4.300 desde el comienzo de la pandemia.

A toda marcha

Mientras, tanto, la vacunación avanza a paso redoblado. La provincia de Santa Fe ya aplicó 645.851 dosis de las diferentes vacunas contra el Covid-19, con lo cual casi la mitad de la población objetivo de la primera etapa está inmunizada, de un total de 1,2 millones de personas entre las personas que realizan actividades esenciales, los mayores de 60 años y los que tienen entre 18 y 59 años que padecen comorbilidades. Los médicos están vacunados con dos dosis, ya se le aplicó al 98 por ciento de los docentes, continúan por las fuerzas de seguridad y se avanza de modo descendente en los adultos mayores, vacunando a la franja entre 60 y 70 años.

En los 236 vacunatorios en 323 localidades de la provincia comenzaron este lunes la aplicación de las dosis llegadas el viernes, 46 mil de la Sinopharm y 4 mil de la AstraZeneca. Fuentes del Ministerio de Salud de la provincia indicaron que del total de vacunados, 571.301 mil recibieron la primera dosis y 74.550 mil también la segunda. Contando las tres clases de vacunas que ha remitido el Estado nacional hasta el momento, Santa Fe recibió 746.350 mil dosis, con lo cual se han aplicado cerca del 86,5 por ciento.