Textil de Vicentin pidió su concurso de acreedores y pone en riesgo cientos de puestos

Como consecuencia de una caída de ventas del 60%, la empresa Algodonera Avellaneda S.A. presentó el concurso de acreedores, un paso previo a la quiebra si no logra un acuerdo con sus acreedores. 

19 de noviembre, 2024 | 12.47

Frente a una crisis cada vez más alarmante en la capacidad productiva de la industria argentina, que sigue afuera de las prioridades económicas del Gobierno nacional, uno de los sectores más perjudicados es el textil e indumentaria. Como consecuencia de una caída de ventas del 60%, la empresa Algodonera Avellaneda S.A., miembro del grupo Vicentinpresentó su concurso de acreedores un paso previo a la quiebra si no logra un acuerdo con sus acreedores. 

Las políticas implementadas por el presidente Javier Milei hizo que esta actividad que tiene que ver con los textiles se vean afectadas por las importaciones que decidió abrir la administración de La Libertad Avanza (LLA). Algodonera Avellaneda tiene su planta central de producción en la ciudad de Reconquista, cabecera del departamento General Obligado, 315 kilómetros al norte de la capital provincial, y desmotadoras en Chaco, Formosa y Santiago del Estero.

Pertenecía al grupo Eurnekian hasta que (hace ya más de 20 años) fue adquirida por Vicentin SAICA. La debacle comenzó cuando Algodonera Avellaneda fue garante del proceso de Vicentin y, a partir de ahí, quedó comprometida su suerte financiera, sumada al derrumbe de la producción y comercialización durante la pandemia en 2020. Sin embargo, a raíz de la recesión económica impulsada por las políticas de Milei, la empresa sufrió un duro golpe que terminó de hundir el proceso industrial.

Meses atrás, el sindicato que agrupa a los empleados del sector aceptó una disminución de las horas de trabajo y, consecuentemente, de sus jornales, para intentar evitar lo que finalmente sucedió. Los trabajadores de la algodonera percibieron el 75 por ciento de sus haberes, al acordarse la reducción de la jornada laboral en 2 horas -de 8 a 6 por turno- y no trabajar sábados ni domingos. Sobre las causas que derivaron en esta situación, desde la firma se mencionó la falta de materia prima (fibra de algodón), la fuerte y sostenida caída de ventas y la falta de crédito.

El secretario del gremio de los textiles, Juan Carlos Bandeo, había advertido que uno de los elementos que provocaron la caída de la actividad fue la importación, especialmente de ropa. “Si eso continúa, esta situación que enfrenta el sector textil no tendrá solución”, había advertido hace algo más de dos meses. A su vez, reveló que un empleado que trabaja ocho horas cobra "alrededor de 850 mil pesos". 

La decisión pone en riesgo más de 400 puestos de trabajo de la planta radicada en el parque industrial de Reconquista. En este marco, el sorteo del caso recayó en el juzgado comercial de Reconquista que encabeza Fabián Lorenzini, el cuestionado juez que lleva adelante el concurso de Vicentín SAIC.

Una histórica marca de diseño cierra en medio de la crisis generada por Milei en el sector textil

La prestigiosa marca de ropa Tramando, creada por el diseñador de moda Martín Chumba que además de su local en Buenos Aires tiene uno en Nueva York y que exporta su trabajo a Europa y Japón, cerró sus puertas tras 21 años marcando tendencia en el diseño e indumentaria.

"21 años, Tramando, aquí y allá. Desde Argentina, hasta Japón, pasando por el planeta entero. Tramando como un árbol que extendió sus ramas y creció. Con las raíces en la Argentina profunda: las cooperativas del conurbano, los recuperadores urbanos, las tejedoras y tejedores de la Puna, alma originaria, con quien colaboramos por más de 20 años", expresó el dueño de la marca tras anunciar el cierre de su empresa.

Siguiendo con el descargo tras el cierre de Tramando, Martín Chumba agregó: "Se puede afirmar que la trama de manos que abrazan la causa es gigante. Esas manos, Tramando, bancando, vistiendo, diseñando,… Gracias! Hay cosas que terminan, y hay cosas que siguen… Yo seguiré tramando".

La prestigiosa firma de diseño e indumentaria tenia su local en la calle Paraná y las repercusiones en el mundo de la moda no se hicieron esperar ya que su trabajo era reconocido no sólo en Argentina, sino también en el mundo.