5 millones de pesos ofrece el Gobierno por conocer el paradero de Nayelly Luján García Servin, la adolescente de 15 años que fue vista por última vez junto a su padrasto Juan Ignacio Esteban Apaza, de 32, denunciado por presunta corrupción de menores y sustracción de una persona con intención de menoscabar su integridad sexual. En la resolución, piden datos útiles que puedan brindar detalles sobre dónde se encuentra la menor, a la cual se la vio el pasado 23 de octubre, a bordo de una camioneta, en Santa Cruz.
Además, el monto va dirigido para personas que "sin haber intervenido en los hechos delictuales, brinden datos útiles que permitan lograr la captura de Juan Ignacio Esteban Apaza". En ese sentido, la Dirección de Comunicación institucional del Ministerio pide “la difusión de la parte dispositiva y los afiches de la presente en medios de comunicación escritos, radiales o televisivos de circulación nacional”. A su vez, dicho organismo trabaja con las Fuerzas Federales de Seguridad “para que procedan a la difusión y publicación, en todas sus formas, de los afiches que obran como correspondientes a las recompensas ofrecidas”.
Según la resolución, la adolescente sería víctima de un delito contra la integridad sexual, por lo que Apaza se encuentra imputado con pedido de captura, bajo alerta roja ordenada a INTERPOL. Las características del padrastro son: estatura de 1,68 metros de altura aproximadamente, contextura robusta, pelo negro corto, tez trigueña, ojos marrones y sin tatuaje.
Según confirmó su madre a FM Las Heras 92.1, con el acusado su hija de conoce hace 11 años y fue su esposo durante 7. El vehículo en el que viajaban, una camioneta Ford EcoSport, dominio AA 601 EE, fue hallado abandonado a mediados de este mes.
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El caso
Nayelly Luján García Servín tiene 15 años y fue vista por última vez con su padrastro Juan Ignacio Esteban Apaza, de 32 años, el pasado 23 de octubre, en la localidad santacruceña de Pico Truncado.
Su mamá la había dejado en la puerta de un instituto de inglés, pero Nayelly no entró. En su lugar, las cámaras captaron cómo se subía a la camioneta de su padrastro, una Ford EcoSport, con rumbo desconocido.
4 días después, el 27 de octubre, los investigadores registraron el vehículo en Córdoba. Gracias a ese dato, dieron con que ya los había captado una cámara de un puesto de control en La Pampa.
A pesar de tener un pedido de captura de la Interpol por privación ilegítima de la libertad de una menor de edad, los investigadores se preguntan cómo ambos atravesaron varios controles sin ser detectados.
Al momento del hecho, la adolescente, que mide 1,66 y es de contextura media, vestía un buzo canguro liso marrón, pantalón de jean celeste, zapatillas con detalles marrones, mochila negra con bolsillos con dibujos de hojas de colores, según el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas.