Un vecino abusó de tres niñas en San Juan y ahora la madre irá a juicio por complicidad

Aunque la historia se conoció en San Juan en 2019 como el posible rapto y abuso sexual de un sujeto a las nenas en Caucete, la historia dio un giro. La madre quedó implicada.

24 de septiembre, 2021 | 21.23

Una historia cruda con un nuevo giro. Una madre que parecía ser engañada por su “amigo”, quien se llevaba cada fin de semana a sus hijas para “cuidarlas”, pero que en realidad las abusaba, aprovechándose de las necesidades económicas de la familia. A fines de 2021, este caso será juzgado en San Juan.

El caso

Se trata de dos personas en la mira que irán a juicio antes de que termine el año. Primero, Mario Alberto Ortíz (44), apodado “el Chingolo” quien se llevó a las niñas una tarde y fue visto por testigos. No era para cuidarlas como él decía. Las pericias revelaron que las abusaba sexualmente cuando las llevaba a su choza. Lo que se intentará dilucidar es si lo hizo o no con el consentimiento y complicidad de la madre de las niñas. Según ella, se las entregaba de buena fe, pensando que él las iba a cuidar porque ya lo había hecho cuando él vivía con ellas, hacía tiempo atrás.

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Sin embargo, Fiscalía cree que M.P entregó a sus hijas por dinero y al parecer, la declaración de las nenas fue contundente para su detención después de casi dos años del hecho. Ahora será sentada ante el Tribunal Penal de San Juan para que comparezca.

Cuando ocurrió el hecho, hubo revuelo en la provincia sanjuanina. Una vecina había llamado a la Policía para decir que un hombre se había llevado a las niñas en una camioneta, que no era la primera vez y que "hacía cosas malas" con ellas. Parece que la mujer se enteró de la situación porque su hija era amiga de una de las víctimas.

Luego del llamado al 911, un gran operativo para ubicar a las menores se realizó en el Este de la provincia y abarcó varios departamentos. El sujeto las tuvo cautivas por más de 17 horas hasta que finalmente fueron halladas; habían sido abandonadas por el maleante, en una de las avenidas más transitadas del departamento Caucete. Más tarde, los uniformados lo atraparon y quedó preso desde ese momento.

El Chingolo no se resistió y en todo momento relató haberlas tenido con el afán de aliviar la carga de la madre y de quererlas como sus hijas. También negó haberlas abusado, pero las pericias contaron lo contrario, según informaron fuentes policiales. Por eso, la Justicia lo imputó por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal. Este procesamiento se produjo en octubre de 2019, ya que las pruebas en su contra eran concluyentes. Su defensa fue atacar la versión de las nenas y asegurar que sus relatos eran ambiguos e "inducidos" por un tercero. Como queriendo echarle la culpa a la madre de las nenas.

En aquel entonces, el sujeto declaró que “quería a las niñas” porque había vivido con ellas en la misma casa hacía algún tiempo atrás y que, en esta oportunidad las tenía por “sus vacaciones”, ya que el hecho se produjo en pleno receso escolar. También dijo que se las llevaba todo el día para que las niñas pudieran hacer cosas distintas y que su mamá pudiera trabajar sin tener que dejarlas solas. Esa versión no fue creíble por los investigadores y mucho menos por la opinión pública.

Mientras tanto, la madre de las nenas – quien se había puesto al frente de la búsqueda- se hizo cargo de las niñas cuando ocurrió el hecho, cuando fueron halladas en medio de la calle, abandonadas y cuando las trasladaron al hospital porque fueron internadas para realizarles estudios.

La mujer fue a declarar en un primer momento solo como testigo del hecho. Aunque todo pareció “raro” desde el principio, no había evidencia concreta para acusar a la señora, más que un testimonio clave de una de las nenas que relató que su mamá estaba con distintos hombres manteniendo sexo delante de ellas.

Esta situación fue atendida por el juez del Tercer Juzgado de Instrucción, Guillermo Adárvez, quien la imputó por exhibiciones obscenas, pero no la dejó presa. La mujer seguía sosteniendo que esas eran calumnias y que ella no se veía con nadie en su casa, aunque hubo testimonios que revelaron que ella ofrecía servicios sexuales a cambio de sexo.

Un día, la señora asistió a un programa de televisión sanjuanino para contar su verdad. Aunque los periodistas le remarcaron que la Justicia había determinado que sus tres hijas menores fueron abusadas sexualmente por su propio "amigo" de confianza, ella no se inmutó. Se defendió ante las cámaras y mostró total convencimiento de que ella no tuvo nada que ver con el hecho que conmocionó a la provincia. "Yo le preguntaba (a la nena de 8 años) si él les había hecho algo y me respondía que no les había hecho nada. Se los pregunté cuando llegó la Policía y cuando las llevamos al hospital".

Sobre el día del hecho confesó que, “ese día el Chingolo me las pidió para cuidarlas, pero confiando en él. Nunca pensé que él haría eso con las nenas", dijo. Sin embargo, la Justicia encontró prueba suficiente para pensar que ella tuvo que ver con todo el episodio. y aunque la mujer aseguró que el chingolo nunca le dio dinero por llevarse a las nenas, la Fiscalía sospecha que no fue así.

Ahora se viene el juicio contra ambos. Él por haber violado a las niñas en reiteradas oportunidades y a su madre por entregarlas y estar al tanto de lo que ocurría sin proceder en absoluto. El debate fue demorado por cuestiones de agenda. Esperan celebrarlo en la sala I de la Cámara Penal antes de que termine 2021.