Tras perpetua a femicida de Brenda, ahora la madre apunta a un testigo

Laura, la madre de Brenda, cerró un capítulo tras la perpetua del femicida Diego Álvarez, pero abre otro: busca una pena para el testigo que no la ayudó.

21 de junio, 2021 | 21.33

"Que descanse en paz, Brenda" es una forma de decir, tras la perpetua del hombre que la llevó a la muerte de la manera más cruel y sádica, sin darle posibilidad de defenderse. Fue un año completo de extrema tensión, un camino sinuoso recorrido por la familia de Brenda para comprobar que Diego Álvarez, el marido de la joven de 24 años, fue quien asfixió, descuartizó y quemó a la madre de sus dos hijos, enterrándola después. Después de tanto sufrimiento, Laura Requena, la mamá de Brenda pudo volver a dormir.

Cuando se conoció la noticia de la prisión perpetua para su yerno, hubo gritos desgarradores de alegría en la puerta de Tribunales, y una emoción que no se podía disimular. Acompañada de las integrantes de la agrupación “Ni una menos”, al emitirse la condena contra el marido de su hija, Laura se mostró entera y fue contundente con su testimonio. Ella esperaba esa máxima pena.

Sin embargo, lejos de quedarse tranquila, comienza a abrir nuevos capítulos en su vida. La pelea por la tenencia definitiva de los niños, ya que se conoció que la familia de Diego Álvarez también los quiere; y el pedido de justicia, para que el hombre que acompañaba a Brenda antes de morir, el que la dejó “tirada como un perro”, como ella manifiesta, pague por no ayudarla.

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A José Guajardo, ese hombre que acompañaba a Brenda momentos antes de morir, que supuestamente era amigo de la joven, la Justicia le imputó “omisión de auxilio”, tras la denuncia de Laura Requena. Él mismo había declarado que vio cuando Álvarez golpeaba a Brenda mientras ella estaba de rodillas en el piso suplicando, y sin embargo, abandonó el lugar “como un cobarde”, según declara la mujer. Su conducta reprochable hizo ruido en el Juzgado Correccional de la jueza Carolina Parra, quien aceptó la denuncia y lo imputó por este hecho.  “Yo ayudaría hasta un perro”, confesó la madre tras el juicio contra su yerno. Ahora la justicia investiga a Guajardo, también.

Con la máxima pena, un capítulo cerrado

Laura le llevó flores a su hija el día después de la condena. Estuvo un rato, frente a su tumba y  la recordó como cuando estaba físicamente presente. Así lo indicó la abogada de la familia, Filomena Noriega a El Destape, quien aseguró que la familia está muy conforme con la condena emitida por los jueces Miguel Ángel Dávila Saffe, Víctor Hugo Muñoz Carpino y Juan Bautista Bueno, de la Sala Primera de la Cámara Penal; los fundamentos se leerán el 5 de julio.

“Laura estaba emocionada. Al otro día por la tarde fue al cementerio para ponerle flores. Ella dice que cerró un capítulo de su vida desde que falleció su hija”, expresó la letrada, quien manifestó que “están conformes” con la pena. “Ella tiene una tranquilidad muy grande. Ahora está peleando la tenencia definitiva de los niños (Brenda y Diego tenían dos hijos juntos). La familia de Álvarez también manifestó que se quieren hacer cargo”, contó Noriega. Por eso también pelearán ahora, en el juzgado de Familia de turno en San Juan.

El femicidio más aberrante, con una pena justa

A Brenda la encontraron el 17 de junio, 6 días después de su desaparición; calcinada, semienterrada con restos de membrana y casi irreconocible. Una cadenita ayudó a los forenses a reconocer su identidad. Según declaró el médico que realizó la autopsia, Brenda fue estrangulada y asfixiada. También se conoció que fueron dos adolescentes de 14 y 17 años quienes vieron a Álvarez con las manos con sangre y que prendía fuego algo, en el Villicum, donde luego encontraron el cadáver de la joven.

Aunque Diego Álvarez había suplicado a la Justicia le bajen la pena porque, según su versión, “la mató porque descubrió que ella le era infiel” y eso lo hizo caer en una especie de “éxtasis” por emoción violenta. Pero el Tribunal sanjuanino no justificó su aberrante acción y lo condenó con la máxima pena: prisión perpetua.

El fallo que se emitió versaba: “condenar a Diego Laureano Álvarez, apodado "Chato", a la pena de Prisión Perpetua, como autor responsable del delito de "Homicidio doblemente agravado por el vínculo y por Femicidio, en Concurso Ideal (Arts. 80 incisos 1º, 11º y Art. 54 del C.Penal), en perjuicio de Brenda Verónica Montaña Requena y "Lesiones Leves" (Art. 89 del Cod. Penal), cometidos en perjuicio de José Guajardo, ambos ilícitos conjugados por las reglas del Concurso Real (Art. 55 del Cod. Penal), con más las Accesorias Legales (Art. 12 del Cod. Penal), por los hechos que se le atribuyen en la referida causa y que así se califican por el Tribunal. Pena privativa de la libertad que deberá cumplir en dependencias del Servicio Penitenciario Provincial”.

Esto fue después de que la querella, representada por la abogada María Filomena Noriega, pidiera la máxima pena, mientras que la defensa de Álvarez, en contrapartida, exigió que se atenúe la pena por circunstancias excepcionales. El femicida confeso apelará tras los fundamentos.