El famoso medicamento “para adelgazar” que usan y promocionan las celebridades y famosos de Hollywood llegará próximamente a la Argentina como consecuencia de su aprobación oficial. Su nombre es Wegovy, pertenece al laboratorio Novo Nordisck Pharma y esta semana recibió el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para su comercialización a nivel local. Se estima que tendrá un valor de entre 70 y 100 mil pesos, dependiendo la dosis, aunque todavía no está confirmada la fecha de su desembarco en farmacias.
El medicamento contiene Ozempic, una droga autorizada y utilizada inicialmente para el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2, pero que en los últimos meses en el mundo se ha extendido a otros casos y podrá utilizarse en Argentina para acompañar procesos de descenso o mantenimiento de peso en adultos con obesidad, o que presenten sobrepeso y alguna comorbilidad asociada. Lo que genera es un efecto anorexígeno, es decir aumenta el nivel de saciedad o quita el apetito.
"Wegovy está indicado en combinación con una dieta reducida en calorías y un aumento de la actividad física para el control del peso, incluyendo pérdida de peso y mantenimiento del peso, en adultos con un índice de masa corporal (IMC) inicial de ≥30 kg/m2 (obesidad), o ≥27 kg/m2 a <30 kg/m2 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso, por ejemplo, alteraciones de la glucemia (prediabetes o diabetes mellitus tipo 2), hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular", detalla el comunicado de Anmat.
Laura Salzman, licenciada en Nutrición (MP 4435) y presidenta del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires explica que es un medicamento inyectable de forma semanal cuyo mecanismo de acción es análogo al de la insulina en el páncreas: “Su principio activo, la Semaglutida, tiene acción a nivel digestivo y cerebral, de manera similar a la hormona humana GLP1 que aumenta la insulina en el páncreas: luego de la ingesta de alimentos, se produce un aumento de la glucemia, lo que produce un aumento en los niveles de insulina que provoca una disminución posterior de la glucemia. A nivel cerebral controla el apetito y la saciedad lo que produce menor ingesta de alimentos y por lo tanto pérdida de peso”.
Si bien puede resultar un fármaco adecuado para algunos casos, siempre con prescripción y seguimiento profesional, su uso se ha extendido a casos donde no lo necesitan. “Desde el Colegio de Nutricionistas recordamos que siempre se debe consultar la indicación de profesionales médicos matriculados y por supuesto que el uso de esta droga debe ir acompañado de una alimentación adecuada a cada persona con el compromiso de incorporar actividad física programada y buenos hábitos de alimentación. Para esto último, la indicación debe ser consultada a profesionales nutricionistas”, manifiesta la licenciada.
Lo que debe contemplarse es que se registran efectos secundarios graves por su uso en adultos como problemas gastrointestinales crónicos, obstrucción abdominal severa y el riesgo de pancreatitis, cáncer de tiroides e hipoglucemia; otros más leves como náuseas, vómitos, deshidratación y taquicardia; y la tendencia a perder masa muscular por el descenso rápido de peso. Y no puede ser utilizado por personas embarazadas, en lactancia, o que tengan con antecedentes de carcinoma medular de tiroides o Neoplasia Endocrina Múltiple tipo 2.
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Su irrupción espectacularizada y éxito comercial tiene que ver con los nombres que la promocionan. Quienes hablan de ello abiertamente en las redes son las hermanas Kardashian, sobre todo Kim, la más famosa del clan, que utilizó el tratamiento para experimentar una notable pérdida de peso en poco tiempo que le permitió usar el famoso vestido de Marilyn Monroe en la última MET Gala; la cantante y actriz Lady Gaga; y también Elon Mask, el magnate tecnológico, CEO de Tesla y dueño de X (ex Twitter), que relató abiertamente en dicha red social que se mantiene en forma gracias al "ayuno" y a "wegovy".
La publicidad impulsada por estos famosos es parte de una estrategia de creación de una narrativa y un dispositivo de marketing generado alrededor de su uso que lo vuelve una solución “mágica” -cuando no lo es- y una forma rápida de bajar de peso para tener éxito, encajar en los modelos de belleza hegemónicos y mandatos de delgadez en poco tiempo y a cualquier costo. Incluso se ha popularizado en las redes sociales, haciéndose viral sobre todo en Tik Tok, con usuarios que comparten sus experiencias, fotos de sus cuerpos, o el número en las balanzas, con las etiquetas #Wegovy o #MyOzempicJourney.
Justamente por los niveles de difusión generados, Wegovy ha sido prescrito para personas que no lo necesitan o situaciones fuera de su uso indicado, y hasta se ha creado un mercado paralelo que permite el acceso al fármaco de forma ilegal, lo que ha generado escasez para quienes realmente lo necesitan. Especialistas y médicos en todo el mundo advierten que ya ha superado al viagra en términos de ventas y popularidad en el mercado, y ha ocasionado que las personas lo consuman sin una supervisión médica adecuada, un comportamiento que pone en riesgo la propia salud para alcanzar un modelo de belleza impuesto, considerando que existen efectos secundarios poco frecuentes pero serios como cáncer de tiroides, pancreatitis y falla renal.
Como dicen los antropólogos Daniel Vidart y Anabella Loy en el libro ‘Cuerpo vestido, cuerpo desvestido’: “El cuerpo humano es la base sobre la cual la cultura despliega sus significados, asignándole una forma y un peso ideal, decorando la piel, agregándole ropajes y adornos, deformando ciertas zonas, comprimiendo ciertas zonas, y agrandando artificialmente otras”. Cada época y contexto histórico produce sentidos diferentes sobre la moda que afectan y moldean los cuerpos como un objeto cultural más de la industria.
Uno de los principales efectos sociales y culturales de medicamentos como Wegovy y Ozempic, es la creación en el imaginario para muchas personas de una promesa de descenso de peso o la posibilidad de una solución inmediata a una problemática que no se resuelve rápido ni con supuestas “recetas mágicas”. La licenciada Salzman advierte que “el mal uso de esta droga fomenta en las personas que padecen sobrepeso u obesidad el descontento y la frustración al no obtener los resultados esperados. Esto podría favorecer al malestar, al enojo, al rechazo del propio cuerpo afectando la salud mental de las personas y alentando al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria (TCA)”.
Desde el Colectivo de Gordes activistas de Argentina emitieron un comunicado advirtiendo sobre el fenómeno, vinculado directamente con la industria farmaceútica y estética, que puede terminar afectando la salud física y mental de las personas: “El negocio del adelgazamiento es una industria que produce enormes ganancias, por eso cuando surgen este tipo de medicaciones ‘mágicas’ se mueve toda una forma de publicidad para que las personas consuman el producto esperando resultados inmediatos sin consecuencias negativas para su salud. Los mandatos de belleza y el imperativo de la delgadez hacen que las personas sientan enormes inseguridades respecto de su cuerpo y sientan que cualquier cosa vale por modificarlo, esta situación es aprovechada por los laboratorios para vender medicamentos y otros tratamientos”.
Además desde la organización denuncian que este tipo de mensajes impactan negativamente respecto de toda la población, pero “especialmente en quienes sufren trastornos de alimentación incrementando el padecimiento psíquico”, sobre todo sabiendo que Argentina es el segundo país en el índice de prevalencia de TCA del mundo. De hecho la principal preocupación del efecto TikTok es el bombardeo de información rápida, indiscriminada y médicamente errónea que recae sobre las infancias y los jóvenes. La presión que generan las imágenes de celebridades en estos contextos, a lo que se suman los medios de comunicación y los entornos, logra que se vayan internalizando y naturalizando cada vez más los mandatos ideales de belleza inalcanzables.
“Creemos que ANMAT debiera tener esta perspectiva en consideración, sumado a los estudios que se han hecho en Europa que muestran los graves efectos secundarios del Ozempyc para la salud – manifiesta el texto de Gordes activistas - El Estado debe regular la publicidad de este tipo de medicaciones a fin de evitar que se promueva la idea de las soluciones mágicas y se extiendan discursos gordo odiantes y pesocentristas”.
Ignacio Porras es nutricionista y Director Ejecutivo de la Fundación Sanar. Señala que la obesidad es una “patología crónica multifactorial y es necesario atender esos múltiples factores” que requieren un abordaje integral. Por eso insiste con alentar otras alternativas que no requieren del uso de fármacos y apunten a transformar hábitos de vida y elecciones al consumir: “Es imperioso remarcar que la farmacología termina siendo un parche, se presenta como solución pero la verdadera solución a las enfermedades crónicas no transmisibles es la prevención y la promoción de la salud. Es muy importante comprender todos los múltiples factores que contribuyen a esa realidad para poder atenderlos. Hoy en día el entorno donde crecemos, nos desarrollamos, vivimos termina condicionando fuertemente nuestro estado de salud y nuestro patrón alimentario”.
Explica que si bien su uso está indicado para la obesidad, acompañado de una alimentación hipo calórica y actividad física, desde la organización entienden que este tipo de medicamentos son comunicados o vendidos a la sociedad como potenciales soluciones mágicas: “El uso de estos fármacos es acompañado de toda una plataforma de la industria farmacéutica para lograr instalarlo. Tampoco resulta sorpresivo que sean famosos de Hollywood quienes la están mencionados y sus nombres aparecen en las notas y en las pautas publicitarias. La industria farmacéutico y la industria alimentaria quieren otorgar cierto aval y confianza en la gente a través de artilugios del marketing. Si son estrategias utilizadas por personas exitosa y delgadas algo de todo ese universo creemos que nos pertenece por hacer lo mismo”.