En las últimas dos semanas, se triplicaron en Europa los casos de viruela del mono. De acuerdo con las cifras difundidas, según alertó un informe de la Organización Mundial de Salud (OMS), la cantidad de infectados superó los 4.500. El continente europeo representa casi el 90 por ciento de todos los casos confirmados por laboratorio y notificados a nivel mundial desde mediados de mayo.
En ese sentido, Hans Henri P. Kluge, director regional para Europa de la OMS advirtió: “No hay lugar para la complacencia, especialmente aquí, en Europa, con un brote que evoluciona rápidamente y que cada hora, cada día y cada semana amplía su alcance a zonas que antes no estaban afectadas”. Y pidió nuevamente a los países que amplíen “rápidamente” la vigilancia de la viruela del mono, incluida la secuenciación, y obtengan la capacidad de diagnosticar y responder a la enfermedad.
Según el sitio Our World in Data, el mundo ya identificó 6.178 casos en 50 países. Aunque suele generar brotes en países africanos, esta vez su presencia se produce en regiones bien distantes, como Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
¿Qué pasa en Argentina?
En Argentina, el Ministerio de Salud confirmó el pasado jueves el sexto caso de viruela del mono. El paciente es un hombre de 25 años que vive en Córdoba y que había regresado de un viaje a México, donde tuvo contacto con una persona que cursaba la infección. En diálogo con la Agencia de noticias científicas de la UNQ, Leda Guzzi, médica infectóloga de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), comenta: “En el país hay seis casos confirmados de viruela símica, de los cuales solo uno no tiene nexo epidemiológico ni relación con viajes. Todos los demás podríamos considerarlos como casos “importados” ya que están relacionados con viajes o viajeros de áreas en dónde se ha constatado circulación viral”.
El primer caso de viruela símica en el país se confirmó el 27 de mayo en un hombre de 40 años residente de la provincia de Buenos Aires con antecedente de viaje a España. Ese mismo día se confirmó también el segundo caso de esta enfermedad en un hombre de 49 años, residente de España, de visita en la provincia de Buenos Aires y sin nexo con el primer caso. El tercero fue confirmado el 9 de junio en un ciudadano de 36 años residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sin antecedente de viaje. El cuarto se conoció el jueves 23 de junio. Se trató de un hombre de 45 años que vive en Godoy Cruz, provincia de Mendoza, y que había viajado a España en los últimos 21 días. El quinto infectado es un hombre de 32 años con antecedente de viaje a Europa, que comenzó a presentar síntomas compatibles con la enfermedad el pasado 23 de junio.
De todas las personas infectadas en el país, hasta el momento no se han registrado fallecimientos ni casos secundarios (contagios a terceros).
¿Potencial pandémico?
Para la especialista, aunque aún se desconoce su potencial pandémico, hay indicios que permiten aventurar un horizonte de tranquilidad: “Al menos en este momento, no es una situación de emergencia para nuestro país, ya que no hay ninguna evidencia de circulación comunitaria del virus ni se han registrado casos secundarios asociados a estos casos confirmados”.
En esa dirección, sugiere que “las autoridades sanitarias y el sistema de salud deben mantenerse expectantes y sensibles para poder diagnosticar oportunamente eventuales casos que puedan presentarse a la consulta médica, especialmente en el contexto de viajeros o contacto con viajeros”. Y remarca la importancia de “promover el cuidado en general en las relaciones sexuales, especialmente con parejas múltiples”.
Al respecto, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) en su primera evaluación de riesgos desde la inusual aparición, apuntó que “el riesgo de contagio de la viruela del mono es muy bajo en la población en general, pero alto entre las personas con múltiples parejas sexuales”.
Síntomas y tratamientos
El período de incubación de la viruela del mono oscila entre 6 y 16 días. El cuadro clásico inicia con fiebre que puede durar entre 1 a 4 días. La misma se acompaña de una sintomatología similar a la de la fiebre, con dolor de cabeza, fatiga, mialgias y somnolencia. Luego inicia el brote dérmico característico: una presentación centrífuga (comienza en el tronco del cuerpo y sigue hacia las extremidades) de máculas (manchas) y pápulas (sobreelevaciones de la piel), junto a vesículas (con contenido líquido) y pústulas (con contenido de pus) que evolucionan a costras. La inflamación de los ganglios linfáticos es notoria en la viruela del mono. Esto la distingue de la viruela clásica que casi no presenta linfadenopatías.
La viruela símica no tiene un tratamiento concreto y específico. Como muchas patologías virales, no hay un fármaco en particular que sea capaz de bloquear o anular la replicación del agente patógeno. Por lo tanto, lo que se recomienda es un aislamiento con medidas de sostén. Hay pacientes con cuadros leves que no requieren ningún abordaje farmacológico, mientras que presentan una severidad que amerita la prueba con antivirales.
Por: María Ximena Perez
Con información de la Agencia de Noticias Científicas