Con la notificación de cinco nuevos casos de viruela símica o "viruela del mono", el registro local asciende ahora a 37 confirmados, la gran mayoría con residencia en la Ciudad de Buenos Aires, seguida por la Provincia de Buenos Aires. El 100% corresponden a varones con una mediana de edad de 36 años. La mayor parte refiere haber tenido encuentros sexuales con otro hombre y 14 eran portadores de VIH.
El 70% se dio en viajeros, y entre los que no reportaron haber viajado, por lo menos cuatro tuvieron contacto con personas que sí lo habían hecho y otros hicieron alusión a encuentros sexuales con personas de las que no se puede asegurar que no. Es decir, que la gran mayoría de los casos locales están relacionados con la importación. Lo más singular que se observó, como está ocurriendo también en otros países, es que la presentación y dinámica de transmisión de la enfermedad son diferentes de lo descripto en zonas endémicas.
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Cuáles son los síntomas de la viruela del mono
El síntoma más frecuente son los exantemas (lesiones en piel), incluso en ausencia del síndrome prodrómico (fiebre, malestar y, a los 5 o 7 días, las vesículas características). En algunos, se presentan otros síntomas agregados como inflamación de ganglios, fiebre, mialgias (dolor muscular), astenia (falta de energía) o cefalea.
Esta es parte de la puesta al día sobre el estado actual del brote de viruela símica que realizó hoy, bien temprano, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, acompañada por los doctores Juan Manuel Castelli, Subsecretario de Estrategia Sanitarias, Analía Rearte, Directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Daniel Coso, de la ONG 100% Diversidad y Derechos, y el infectólogo Tomás Orduna, especialista en medicina del viajero del Hospital Muñiz. Fue durante una reunión con la Red Argentina de Periodismo Científico (RAdPC).
Cómo se transmite la viruela del mono
“La viruela símica es una zoonosis, pero la característica sobresaliente de este brote es que estamos viendo una transmisión interhumana reforzada –destacó Rearte–. Está circulando principalmente de persona a persona y no de animales a seres humanos. Los síntomas son bastante similares a lo que se había observado en el pasado con la viruela humana, pero es menos grave. Tiene un período de incubación (desde que alguien tiene contacto con una persona infectada hasta que desarrolla los síntomas) que va de cuatro a 21 días. Y la transmisión, por lo que sabemos hasta ahora, se da desde que inicia los síntomas y perdura hasta que se caen las costras de las lesiones. Todavía no está muy claro si la infección previa deja inmunidad para futuras exposiciones”.
La viruela símica se detectó por primera vez en 1958 en un laboratorio de primates; en 1970 se reportó el primer caso humano en la República Democrática del Congo. A partir de entonces, se produjeron distintos brotes en África y fuera de este continente, pero siempre relacionados con viajeros, hasta este año en que comenzaron a registrarse cadenas de transmisión prolongada. Varios países ya declararon la transmisión comunitaria.
“Hasta ayer, 3 de agosto, se habían confirmado más de 25.000 casos en 85 países, en seis regiones de la OMS, y 11 fallecidos –detalló Rearte–. Más del 70% de los casos se dieron en Europa, y un 30% en América, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Brasil y Perú”. Brasil ya reportó tres casos en chicos que eran convivientes de un paciente confirmado.
En estos momentos, la administración de Joseph Biden (con alrededor de 7000 casos registrados) está contemplando hacer extensiva a todos los estados la declaración de emergencia sanitaria que ya hicieron Nueva York y San Francisco, y que anunció el 23 de julio en el plano internacional la Organización Mundial de la Salud.
“En relación con las vías de transmisión, si bien están reportadas varias (persona a persona, por contacto con mucosas, con objetos contaminados, a través de gotas grandes y secreciones respiratorias), hoy por hoy, fuera del continente africano, la principal por lejos es la de persona a persona, por contacto estrecho con las lesiones cutáneas o con las mucosas; y especialmente el contacto estrecho (o íntimo) sexual –detalló Rearte–. Todavía no está claro si el virus se excreta por semen o fluidos vaginales”.
Las lesiones tienen una progresión y en estos brotes es posible encontrar lesiones de distintos estadíos evolutivos, por lo que los especialistas subrayaron que es importante no esperar un cuadro clásico. “Se están viendo localizaciones genitales, o perianales que pueden ser aisladas, pero también vesículas repartidas en otras partes del cuerpo, a veces solo una o dos, y que muchas veces pueden ser muy dolorosas, a tal punto que requirieron hospitalización para tratar el dolor”, subrayó Rearte.
Aunque en la mayoría de las personas la infección produce cuadros leves, hay algunos grupos en los que sí se puede dar con mayor gravedad: los chicos y chicas, las personas gestantes y los inmunocomprometidos.
Riesgo
Por otra parte, hay actividades de mayor y de menor riesgo. Entre las primeras se cuentan el contacto con lesiones (especialmente en las relaciones, con o sin preservativo). “Es importante aclararlo, porque si bien el preservativo es una medida muy útil, ya que puede reducir en algo el riesgo de tomar contacto con las lesiones en mucosas, por sí mismo no evita el contagio a través de vesículas en otras partes del cuerpo”, subrayó Orduna.
También en el primer grupo está incluido el contacto directo con lesiones en la piel, en mucosas o con fluidos corporales de alguien enfermo; besar o acariciar pacientes confirmados; compartir sábanas, toallas o utensilios de personas que tengan las lesiones activas; encuentros sexuales múltiples. Y los eventos masivos (recitales, fiestas, bailes, partidos de fútbol, etcétera), en la medida en que exista contacto piel a piel.
"En la Argentina no tenemos una transmisión comunitaria extendida, pero esto es algo que vamos a tener que empezar a tener en cuenta”, comentó Rearte. Un riesgo más moderado presenta el contacto de la cara a menos de un metro con una persona enferma, porque se sabe que puede transmitirse por gotas respiratorias.
Por lo menos en este momento y con esta dinámica de transmisión, entre las actividades de bajo riesgo figuran utilizar el transporte público, ir a trabajar, usar baños, ir al gimnasio o a la pileta, probarse ropa en un comercio, ir al supermercado.
“Los pacientes confirmados deben aislarse, igual que cuando se presenta un caso de varicela o de paperas –explicó Rearte–. No es necesaria la internación, salvo en casos puntuales, y es muy importante proteger a los convivientes, que tienen que evitar el contacto piel a piel con la persona infectada, los abrazos, compartir las sábanas, los objetos personales. Especialmente, aquellos que tengan más riesgo de enfermedad grave”.
Hoy, no se indica cuarentena para los contactos estrechos, pero sí automonitoreo estricto y dejar de estar en contacto con otras personas para evitar la posible transmisión.
Vacunación
Con respecto a la inmunización, Castelli destacó que todavía no hay una recomendación de la OMS para avanzar hacia la vacunación masiva ni en población general. “Hasta ahora tenemos tres generaciones de vacunas. La primera fue la de la viruela humana y ya no hay existencias en ningún país del mundo. De las otras dos, la producción es muy limitada y el impacto que pueden tener carece de evidencias sólidas –detalló–. En este momento se está analizando. [En materia de prevención], lo que se recomienda es acentuar la vigilancia epidemiológica, aislar a los confirmados y controlar a sus contactos. Cuando se disponga de vacunas apropiadas, se pueden evaluar para la profilaxis postexposición en contactos cercanos o la profilaxis preexposición, por ejemplo, en personal de laboratorio o personal de salud, que tiene alto riesgo de infección. La OMS recomendó que cuando se contemple el uso de vacunas, se lo haga en el contexto de un ensayo clínico”.
Según explicó Vizzotti, ayer estuvieron reunidos con la Comisión Nacional de Inmunizaciones y se decidió generar un grupo de trabajo para hacer el seguimiento del brote. Al respecto, Orduna señaló que si bien “hay países que ya empezaron a vacunar, lo están haciendo de un modo anárquico, porque hay mucha demanda de parte de algunos colectivos. Todavía no hay evaluaciones rigurosas sobre la efectividad real de esta medida ni lineamientos claros. Además, falta establecer exactamente cuál sería la dosis a emplear. Los CDC, de Estados Unidos, están hablando de hacer dos ensayos, uno de ellos con 1/5 de dosis, como se utilizó para la fiebre amarilla en Brasil cuando nos faltaba vacuna. Todo esto significa que el conocimiento es muy escaso”.
En materia de prevención, añadió: “Tenemos que recomendar que nadie tenga sexo con otra persona si no está en buenas condiciones de salud. Y eso es para cualquier persona, varón o mujer, homosexual, heterosexual o bisexual. Si no estamos bien, tenemos que hacer la consulta médica”. Y concluyó: “Creemos que podemos transformar una amenaza en una oportunidad la de brindar información para que la población pueda cuidarse”.