El Ministerio de Salud de la Nación informó que este miércoles por la mañana falleció por hantavirus una niña de 8 años que residía en la localidad de Cerro Centinela, provincia de Chubut, tras haber sido derivada el pasado martes al hospital de Esquel con un "cuadro de gravedad sistémica". La noticia de dicho hecho endémico fue confirmada por el Servicio de Pediatría y el Laboratorio del Hospital Zonal de Esquel.
La Dirección de Epidemiología de la provincia notificó el caso a Nación e informó que la niña había comenzado con dolor abdominal, fiebre y vómitos el 8 de julio pasado. Posteriormente, fue llevada a una consulta con un efector local. Ante la persistencia del dolor abdominal y la fiebre, el pasado 12 de julio se realizó otra consulta en el hospital de Esquel donde quedó internada en la unidad de cuidados intensivos.
Fue en dicho establecimiento donde se realizó la primera prueba con resultados positivos para hantavirus, confirmada al día siguiente por pruebas moleculares realizadas en el laboratorio de la misma institución. El parte destaca que en su ingreso presentaba "un shock cardiogénico que no se revirtió a pesar del tratamiento de sostén instaurado en la terapia pediátrica, ocurriendo su deceso hoy".
La directora de patologías prevalentes del Ministerio de Salud explicó: "Actualmente, los equipos locales de epidemiología, en conjunto con otros servicios, se encuentran trabajando activamente en la coordinación de acciones de control de foco de esta enfermedad, identificando los riesgos ambientales y efectuando las indicaciones de aislamiento a los contactos estrechos del caso". Por otra parte desde dicha cartera señalaron que se está trabajando en "el abordaje y la contención" de sus familiares.
Desde el inicio del 2022 hasta el momento, se confirmaron un total de 32 casos de hantavirus. De ellos, cinco resultaron fallecidos. Fueron personas infectadas en las provincias de Buenos Aires, Cuidad Autónoma de Buenos Aires (caso con antecedente de viaje a Esquel), Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Salta y Tucumán.
¿Qué es el hantavirus?
La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente producida por virus ARN pertenecientes a la familia Bunyaviridae. Es transmitida al ser humano por roedores silvestres, reservorios naturales de la infección, que presentan una infección crónica asintomática con viremia persistente y eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas. Otras posibles vías de transmisión son el contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal, o mordedura del roedor infectado.
Desde el Ministerio de Salud resaltan que dicha enfermedad viral aguda grave se transmite a los humanos, generalmente, al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalmente en los peri-domicilios y durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores. Existe evidencia de transmisión persona a persona, especialmente en la variedad andina -por contacto estrecho al inicio del cuadro febril o 48 horas antes de que aparezca la sintomatología- y por ello, las secreciones y otros fluidos humanos deben considerarse potencialmente peligrosos.
Cuáles son sus síntomas principales
La sintomatología de hantavirus son fiebre de 38°C, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y en cuadros avanzados dificultad respiratoria. Similares a un estado gripal. El brote más grande de esa enfermedad se produjo a fines del 2018 con epicentro en Epuyén, donde 11 personas fallecieron, hubo 34 casos confirmados y 159 pacientes que debieron ser aislados (brote declarado como "finalizado" en marzo del año siguiente). Aún no existe disponible una vacuna que proteja a las personas contra el hantavirus.
Medidas de prevención para el hantavirus
- Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
- Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
- Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.
- Realizar la limpieza de pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas con una parte de hipoclorito de sodio y nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
- Ubicar huertas y leña (a 30 cm de altura) a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
- Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares como viviendas y galpones ubicados en ambientes rurales y/o silvestres en zonas endémicas que hayan estado cerrados por periodos prolongados. Cubrirse la boca y la nariz con un respirador o máscara N95 antes de ingresar.
- Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo contaminado, roedores o excretas de estos. De tener que realizarlo, realizar la limpieza adecuada previamente y cubrirse con un respirador o máscara N95.
- Al acampar hacerlo alejado de maleza y basurales. No dormir directamente sobre el suelo; consumir agua potable.
- Si se encuentra un roedor vivo: usar trampas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consultar y asesorarse en el municipio con técnicos en control integral de plagas.
- Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con hipoclorito de sodio junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.
- El control de roedores no es practicable en el medio silvestre por el impacto ecológico, sin embargo, debe aplicarse en áreas urbanas. Consultar en el municipio por el control integral de plagas.
- Se indica aislamiento de contactos estrechos de casos confirmados de hantavirus por virus Andes o que hayan adquirido la infección en la región Surandina.
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