La prestigiosa revista científica The Lancet publicó el viernes un estudio en el que vincula al Covid con la hepatitis grave aguda que afecta a niños y niñas en distintas partes del mundo. Según un informe divulgado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), las personas afectadas ya suman 450, casi cien más que las 348 detectadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su reporte de esta semana. Dados los resultados obtenidos, instan a que se continúen las investigaciones para detectar huellas del SARS-CoV-2.
“Recientemente, ha habido informes de niños con una forma aguda grave de hepatitis en el Reino Unido, Europa, Estados Unidos, Israel y Japón. La mayoría de los pacientes presentan síntomas gastrointestinales y luego progresan a ictericia -coloración amarillenta en la piel o los ojos- y, en algunos casos, insuficiencia hepática aguda”, dice el informe publicado por The Lancet. En esa línea, Petter Brodin y Moshé Arditi, autores de la investigación, sostuvieron una hipótesis: “Los casos recientemente informados de hepatitis aguda grave en niños podrían ser una consecuencia de la infección por adenovirus con trofismo intestinal en niños previamente infectados por SARS-CoV-2 y portadores de reservorios virales”.
Por esa razón, sugieren que se profundicen las investigaciones. Según indican, se debe buscar en las heces, la desviación del receptor de células T -que son parte del sistema inmunitario- y la presencia de IFN -interferones, que reaccionan ante la detección de un virus-.
Según Brodin y Arditi, dado que, hasta el momento, no se han encontrado exposiciones ambientales comunes, “un agente infeccioso sigue siendo la causa más plausible”, determinaron.
“Es probable que las pruebas serológicas en curso arrojen un mayor número de niños con hepatitis aguda grave e infección por SARS-CoV-2 previa o actual. Se informó que 11 de los 12 pacientes israelíes habían tenido COVID-19 en los últimos meses, y la mayoría de los casos de hepatitis informados fueron en pacientes demasiado jóvenes para ser elegibles para las vacunas COVID-19. La infección por SARS-CoV-2 puede provocar la formación de un reservorio viral. La persistencia viral del SARS-CoV-2 en el tracto gastrointestinal puede conducir a la liberación repetida de proteínas virales a través del epitelio intestinal, lo que da lugar a una activación inmunitaria. Tal activación inmune repetida podría estar mediada por un motivo de superantígeno dentro de la proteína del pico del SARS-CoV-2 que se parece a la enterotoxina estafilocócica B, desencadenando una activación amplia e inespecífica de las células T. Esta activación de células inmunitarias mediada por superantígenos se ha propuesto como un mecanismo causal del síndrome inflamatorio multisistémico en niños”, sostuvieron.
Paradójicamente, los autores aclararon que se ha informado de la hepatitis aguda en niños y niñas con síndrome inflamatorio multisistémico, pero no se investigó la coinfección de otros virus. En ese sentido, llegaron a la siguiente conclusión: “Planteamos la hipótesis de que los casos de hepatitis aguda grave en niños notificados recientemente podrían ser consecuencia de la infección por adenovirus con trofismo intestinal en niños previamente infectados por SARS-CoV-2 y portadores de reservorios virales”.
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Los expertos precisaron que, en ratones, la infección por adenovirus sensibiliza al subsiguiente shock tóxico mediado por la enterotoxina B estafilocócica, lo que lleva a insuficiencia hepática y a la muerte. “Este resultado se explicó por el sesgo inmunitario de tipo 1 inducido por adenovirus, que, tras la administración posterior de enterotoxina estafilocócica B, condujo a una producción excesiva de IFN y apoptosis mediada por IFN de los hepatocitos”, explicaron y aclararon que “la infección por SARS-CoV-2 puede provocar la formación de un reservorio viral”.
“Esto podría proporcionar evidencia de un mecanismo de superantígeno SARS-CoV-2 en un huésped sensibilizado con adenovirus-41F. Si se encuentra evidencia de activación inmunitaria mediada por superantígenos, se deben considerar terapias inmunomoduladoras en niños con hepatitis aguda grave”, concluyeron.