TDAH, un trastorno que afecta a dos chicos por aula: recomendaciones para identificarlo a tiempo

Los especialistas aseguran que consutar a tiempo sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede cambiar el destino del niño o niña.

19 de agosto, 2023 | 09.58

El Día de las Infancias se creó para promover el bienestar de niñas y niños del mundo. En este marco, especialistas en psiquiatría infanto-juvenil del Hospital de Clínicas de la UBA dicen que consultar a tiempo sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede cambiar el destino de quienes presentan manifestaciones inclusive en sus primeros años de vida. 

“A veces se tiene temor a acudir a un profesional de la salud mental o a un pediatra para preguntarle por estas ‘dificultades de conducta’, como son llamadas genéricamente. En realidad, son manifestaciones de un niño o niña que no la está pasando bien y un diagnóstico temprano es fundamental para aliviar esos padecimientos”, sostiene la Dra. Silvia Ongini, Psiquiatra Infanto-Juvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas de la UBA (MN 69.218).

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se presenta de 3 maneras: predominio de falta de atención, predominio de hiperactividad con impulsividad o mixto. Se da debido a una predisposición genética, factores neurobiológicos, fisiológicos y/o epigenéticos. 

De acuerdo a la especialista, afecta lo social y lleva a que la persona tenga baja autoestima “porque se da cuenta de que no rinde como los demás, que pasa a ser la “molestia” de la clase o la casa, que no puede jugar con sus pares. Esto hace que sufra, que se sienta menos y que la pase mal. Es un loop que genera mayor ansiedad y mayor desatención”.

¿Cómo identificarlo?

Para que una persona sea diagnosticada con TDAH tiene que reunir ciertas características, que se detectan muchas veces en sus primeros años de vida y se ven en la escuela, en el hogar y en otros ámbitos:

 

  • Dificultad para prestar atención a detalles en tareas a realizar

  • Dificultad para mantener la atención incluso en actividades recreativas

  • No escuchar o “estar en otro mundo” aunque no haya algo que esté distrayendo

  • Dificultad para terminar tareas o cumplir consignas

  • Dificultades para organizar las actividades, poner en orden sus materiales, lo que lleva a que pierdan objetos, en muchos casos importantes

  • Enojarse y frustrarse mucho si tienen que hacer cosas que no les gustan, lo cual potencia la desatención

  • Distraerse con mucha facilidad con cualquier estímulo externo 

  • Olvidarse de acciones cotidianas como, por ejemplo, apagar la luz por más que se repita

  • Dificultad para planificar. A veces toman decisiones impulsivamente y desde lo emocional porque les cuesta planificar

  • Hiperactividad. Mueven manos y/o pies de un lado a otro sin un propósito determinado

 

Según explica Ongini, para evitar confusiones con otro tipo de trastornos es importante acudir al pediatra o a un profesional de la salud mental cuando ya se notan algunos de los síntomas. “Varias de estas características se comparten con otras afecciones que pueden ser emocionales, como la ansiedad o la depresión, y/o que pueden estar interfiriendo en funciones cognitivas como la atención y también generando hiperactividad”.

¿Qué hacer si tiene TDAH?

El tratamiento del TDAH es multimodal. Por un lado, según explica Ongini, es necesario brindar herramientas a quienes tienen el trastorno:

 

  • En la casa, ayudar a que tengan una rutina o estructura. Esta les ayuda a completar las tareas, los gratifica y les permite sostener y ejercitar la memoria y la atención, que pueden enfocarla en otras cosas

  • En la escuela, adaptar los contenidos para que no requieran procesos largos que les cueste sostener, produciendo un aumento en su frustración

  • Darles herramientas o acompañamiento -incluso muchas veces requiere maestras integradoras o adaptación curricular-

  • Limitar el uso de las pantallas y fomentarles la lectura de cualquier libro de cuentos adecuados a la edad. También es importante que los adultos destinen tiempo a jugar con ellos

En otros casos, los profesionales sugieren acudir a fármacos. Al respecto, Ongini afirma que “cuando se necesita la medicación, se notan claramente las mejoras. Favorece la atención porque ayuda a filtrar todos los demás estímulos en el ambiente para que pueda facilitar la atención y concentrarse en aquello que necesita atender. Les contribuye mucho al rendimiento y eso también influye en su autoestima, sin generar dependencia”. 

Pantallas, padres y madres en la mira

Desde hace años los pediatras vienen alertando sobre el uso de los dispositivos. “Se asocia con atención deficiente, falta de control de la conducta, retraso del lenguaje y déficit en la función ejecutiva”, de acuerdo a una publicación de la Sociedad Argentina de Pediatría

Coincidentemente, Ongini explica que genera una adaptación para una atención breve. “Los dispositivos les dejan a los niños todo servido en bandeja. Les dan estímulos cambiantes muy rápido y no les exigen tener atención sostenida durante un periodo considerable como para poder comprender y realizar una tarea, lo cual es funcional a esta dificultad de sostén de atención por un periodo adecuado”.

Sin embargo, la especialista del Departamento de Pediatría del Clínicas advierte que “es cada vez más frecuente encontrar que vienen padres o madres con sus niños muy chiquitos por distintos motivos y que los ponen con un celular para que se queden ahí tranquilos”.