Del 28 de marzo al 1 de abril se llevará adelante la campaña "Semana de la Obesidad", de 9 a 12 hs, en el Hospital de Clínicas (Consultorios externos Sector A) para detectar y tratar los diversos transtornos de alimentación que atraviesan a las personas en nuestro país. Uno de ellos, la obesidad, es una enfermedad que se caracteriza por un incremento en el porcentaje de grasa corporal cuya magnitud y distribución condiciona la salud del individuo y determina, junto a otros factores de riesgo (como por ejemplo presión alta, colesterol elevado; tabaco, sedentarismo), una mayor predisposición para contraer enfermedad cardiovascular, diabetes y otras complicaciones a la salud.
El jefe de la División de Nutrición del Hospital de Clínicas, Gustavo Frechtel, señaló: "Las enfermedades crónicas no transmisibles constituyen la principal amenaza para la salud y equivalen al 71% de las muertes que se producen en el mundo por año. En Argentina estas enfermedades son responsables del 73% de las muertes". Y sostuvo: "Se estima que 1 de cada 5 muertes a nivel global son atribuibles a una alimentación inadecuada. La obesidad en adultos es uno de los factores determinantes que explican el crecimiento de las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo y se calcula que es causa de 4 millones de muertes al año".
Frente a esto, el nutricionista destacó que la principal forma para conocer si una persona padece o no de obesidad es a través del Índice de Masa Corporal (IMC). ¿De qué se trata? "Este índice establece la relación entre el peso de un individuo y el cuadrado de su talla. También la medición de otros parámetros, como ser el perímetro de la cintura o el porcentaje de masa grasa corporal, que son muy útiles al momento de evaluar nutricionalmente a un individuo y establecer si presenta mayor riesgo de enfermedad cardiovascular u otras enfermedades metabólicas como diabetes", resaltó.
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En relación a las principales causas de la obesidad, el experto explica que la mayoría son prevenibles e incluyen el exceso de calorías aportadas por dietas con abundantes alimentos con alto grado de procesamiento en su elaboración (ultraprocesados), el aumento de la ingesta de azúcares, grasas, bebidas azucaradas, y la disminución del gasto de energía, como en el caso de quienes tienen conductas sedentarias. Por supuesto es importante comprender que se deben añadir otros factores como la predisposición genética y algunas enfermedades en particular.
Frechtel no descarta el fuerte impacto que tuvo la pandemia del COVID-19 en estos casos. "Sin duda que el confinamiento por cuarentena por el coronavirus constituyó un factor importante en la alteración de hábitos alimentarios saludables". Más allá de los cambios en relación a los horarios de comidas o a ingerir más alimentos por el homeoffice, también señaló: "Se redujo la actividad física y también influyó la dificultad de accesibilidad al sistema de salud. Todas éstas causas determinaron un aumento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad".
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo indica que el consumo de frutas y vegetales permanece estable y por debajo de las recomendaciones de al menos cinco porciones diarias -solo el 6% consume la cantidad de frutas y verduras recomendadas-. Por otro lado, nuestro país se encuentra en el cuarto lugar de mayor consumo de azúcar en el mundo (las bebidas azucaradas representan aproximadamente el 40% de este consumo) mientras que el consumo de sal ronda los 11 gramos diarios -la recomendación de la OMS es de hasta 5 gramos por día-.
Asimismo es importante destacar que la obesidad puede llevar a otras complicaciones metabólicas como aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, aumento de la presión arterial, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular, trastornos en el sueño y alteraciones osteoarticulares, entre otros. Según dicha encuesta, en 2018, la prevalencia del exceso de peso por autoreporte fue mayor en hombres (68,5 5), que en mujeres (55%). El autoreporte de obesidad determinó que 1 de cada 4 argentinos tiene obesidad. Frente a esto, Frechtel remarca la importancia de realizar controles clínicos períodicos de forma individual y también poblacional. "En 2016, se creó el Programa Nacional de Alimentación Saludable, y se publicaron las guías alimentarias para la población argentina que establecen estándares para capacitación en educación alimentaria y para diseñar y poner en práctica, políticas alimentarias", sentenció.
Hábitos saludables para la prevención
- Realizar cuatro ingestas por día, incluyendo alimentos variados: cereales, frutas, vegetales, lácteos, huevos, carnes blancas y rojas, aceite de oliva.
- Beber abundante cantidad de líquidos, preferentemente agua.
- Descanso nocturno.
- Realizar caminatas diarias de 20/30 minutos en lugares abiertos y con fines recreativos.
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