Seguramente en algún momento de tu vida has sufrido pesadez abdominal, acidez o estreñimiento. Debes saber que esto puede ser señal de que tu salud digestiva esté corriendo un riesgo.
Tu sistema digestivo descompone los alimentos que ingieres para extraer los nutrientes que tu cuerpo necesita. Es de vital importancia para mantenerte sano y si lo descuidas, podrías tener ciertos problemas para absorber esos elementos esenciales.
Los alimentos que consumes y el estilo de vida que llevas tienen un impacto directo en tu salud digestiva. Tomar medidas y acciones para mejorarla puede ayudar a que funcione de manera más eficiente, esto beneficia tu salud general y tu sensación de bienestar.
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Como ya debes saber el sistema digestivo es un grupo de órganos que trabajan juntos para transformar los alimentos que ingieres en energía y nutrientes que tu cuerpo necesita.
Después de consumir los alimentos, el sistema digestivo los descompone en sus partes básicas: carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas. Estos nutrientes luego se absorben en el torrente sanguíneo, que los transporta a las células de todo el cuerpo.
Los nutrientes proporcionan a las células la energía que necesitan para crecer y repararse. Todo en tu cuerpo, desde las hormonas hasta el corazón, necesita los nutrientes del proceso digestivo para funcionar correctamente.
Interesante, ¿no? Si querés saber más del tema sigue leyendo este artículo. Te explicaremos la importancia de comer sanamente y te ofreceremos algunos consejos para mejorar tu salud digestiva.
Importancia de la salud digestiva
Si los ojos son la ventana del alma, entonces el sistema digestivo es la ventana a la buena salud. Es la piedra angular entre comer y tener el combustible adecuado para que el cuerpo se desarrolle y funcione adecuadamente.
Un sistema digestivo saludable conducirá a:
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Mayor inmunidad frente a enfermedades o infecciones
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Piel más lozana
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Cabello más sano
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Mejores niveles de energía.
Si tu sistema digestivo no es fuerte, es posible que no estés absorbiendo de manera efectiva todos los nutrientes y la energía de los alimentos que estás comiendo. El sistema digestivo realiza una función esencial en el cuerpo humano, que es preparar los alimentos para su absorción, de modo que puedan ser utilizados por todas las células del cuerpo.
Por lo general, el cuerpo digiere los alimentos en su totalidad en un plazo de 24 a 72 horas aproximadamente.
La digestión tiene lugar a medida que los alimentos avanzan a través del sistema digestivo, comparable a una cinta transportadora que permite que los alimentos se descompongan en una fuente de energía digestible.
Comienza en la boca, donde los alimentos se mezclan con la saliva, el proceso de descomposición continúa a través de los fluidos gástricos, fluidos pancreáticos, bilis y finalmente los fluidos intestinales.
El cuerpo necesita un mecanismo para absorber los nutrientes y reparar las estructuras posiblemente dañadas. Son necesarios varios procesos mecánicos y enzimáticos para mantener la homeostasis digestiva.
Un sistema digestivo saludable es parte de un conjunto de procesos interrelacionados, y separarlos es una herramienta útil pero no realista.
Los tres elementos principales que realmente controlan la homeostasis del sistema digestivo son la dieta, los gradientes de hidrógeno potencial (Ph), que determinan la distribución de la microbiota y el microbioma o flora microbiana. Todos ellos están estrechamente relacionados entre sí.
Importancia de la buena alimentación
La mayoría de las personas saben que una buena alimentación puede ayudar a mantener un peso saludable. Sin embargo, sus beneficios van mucho más allá del peso. Una buena nutrición te ayuda a:
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Reducir el riesgo de algunas enfermedades cardíacas, diabetes, accidente cerebrovascular, algunos cánceres y osteoporosis
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Bajar la presión arterial alta
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Reducir el colesterol alto
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Mejorar tu bienestar
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Fortalecer el sistema inmunológico
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Mejorar la capacidad para recuperarse de una enfermedad o lesión
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Elevar el nivel de energía.
Una buena alimentación es vital para la salud digestiva y se hace más vital a medida que envejece el ser humano. Tener una dieta saludable y consumir los alimentos correctos puede ayudar a tu cuerpo a afrontar con más éxito una enfermedad crónica u otros problemas de salud.
Todo el mundo sabe más o menos de qué se trata la alimentación saludable: menos alimentos fritos, menos azúcar y más verduras y frutas. Sin embargo, cuando se trata de tener una buena nutrición, muchos no conocemos los detalles. ¿Cómo lograrlo?
Los alimentos de un solo ingrediente en su forma más natural son beneficios para el cuerpo y se descomponen de manera más eficiente. Entre ellos se incluyen:
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Cereales integrales y legumbres
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Frutas y vegetales
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Carne magra y proteína
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Frutos secos y aceites insaturados.
Los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, carnes grasas y alimentos preparados, alimentos con alto contenido de azúcar y refinados con conservantes y emulsionantes añadidos pueden inhibir la digestión y provocar:
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Malestar estomacal
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Inflamación
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Hinchazón
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Letargo.
Se tiende a pensar que lo ideal es evitar o eliminar de la dieta diaria ciertos grupos de alimentos. Es cierto que, para algunas personas particularmente sensibles, puede significar una mejora a su salud digestiva.
Sin embargo, esto no significa que sea la solución para todos. No es necesario que dejes de comer ningún alimento que no te cause problemas. Especialmente si se trata de una opción saludable.
¿Cómo tener una buena salud digestiva?
Como te comentamos anteriormente, el sistema digestivo juega un papel importante en tu salud en general, ya que aporta nutrientes a tu cuerpo.
Sin una buena salud digestiva, experimentarás una serie de síntomas como dolor abdominal, hinchazón, indigestión y más. En otros casos, podés llegar a sufrir de desnutrición. Por eso la salud digestiva es tan importante.
Entonces, ¿cómo mantengo saludable a mi sistema digestivo? Existen ciertos hábitos, normas y reglas que al ponerlas en prácticas podrás experimentar una mejor sensación y funcionamiento en tu sistema digestivo.
A continuación, te indicamos algunos consejos claves y pasos que puedes seguir para mejorarlo. Tomá nota.
Comer a buenas horas
Tu cuerpo requiere disciplina para estar sano y el tiempo y el intervalo en el que comes son tan importantes como los alimentos que ingieres.
Los nutrientes adecuados, un buen ciclo de sueño y horarios correctos de las comidas son todas fuerzas que están bajo tu control y debés asegurarte de mantenerlas.
Es a través de estos hábitos que el cuerpo se acostumbra a un ritmo cíclico. Por lo tanto, es muy importante ser disciplinado con todos los horarios de las comidas para mantener ese ritmo del cuerpo.
Otro tema es el aumento del metabolismo. El momento en el que ingieres tus alimentos también determina tu metabolismo. Cuando nos levantamos por la mañana, nuestro metabolismo está en su punto más alto.
Si no comes en ese momento, tu cuerpo no podrá mantener la tasa metabólica. A medida que pasa el día, tu metabolismo se ralentiza. Por lo tanto, es importante cenar temprano para facilitar la digestión.
Mantener buena hidratación
La ingesta baja de líquidos es una causa común de estreñimiento. Por ello, los expertos recomiendan beber entre uno a dos litros de líquidos sin cafeína por día para prevenir el estreñimiento.
Sin embargo, es posible que necesites más si vives en un clima cálido o haces mucho ejercicio. Además de agua, también podés satisfacer tu ingesta de líquidos con infusiones de hierbas y otras bebidas sin cafeína, como agua mineral.
Otra forma de ayudar a satisfacer tus necesidades de ingesta de líquidos es incluir frutas y verduras con alto contenido de agua. Por ejemplo: pepino, calabacín, apio, tomate, frutilla, naranja y melón.
Evitar grasa trans
El peor tipo de grasa en la alimentación es la conocida como grasas trans. Es un subproducto de un proceso llamado hidrogenación que se utiliza para convertir los aceites saludables en sólidos para hacerlos más duraderos.
Comer alimentos ricos en grasas trans aumenta la cantidad de colesterol LDL nocivo en el torrente sanguíneo y reduce la cantidad de colesterol HDL beneficioso.
Las grasas trans, además crean inflamación, que está relacionada con enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y otras afecciones crónicas. Contribuyen a la resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Hacer ejercicio
La forma en que movemos nuestro cuerpo también afecta la digestión. Por un lado, aumenta la actividad intestinal, el flujo sanguíneo a los músculos del sistema digestivo. Además, masajean nuestros alimentos a lo largo del tracto digestivo.
Este proceso es conocido como peristalsis, lo que hace que funcionen de manera más rápida y efectiva.
El ejercicio también afecta el equilibrio de las bacterias en el intestino. Esta flora intestinal, como se la conoce, juega un papel activo en la protección del sistema inmunológico. Previene el crecimiento de bacterias malas y ayuda al cuerpo a digerir y absorber lo que necesita de los alimentos ingeridos.
En pocas palabras, el ejercicio y la gravedad ayudan a que los alimentos viajen a través del sistema digestivo. Por lo tanto, dar un paseo o una caminata corta después de una comida puede ayudar a tu cuerpo a reducir el estreñimiento.
Como ya sabés, mantenerse activo también puede ayudarte a tener un peso saludable, lo cual es bueno para tu salud digestiva. Por eso, asegurate de incluir el ejercicio regular en tu rutina diaria.
Probióticos
Los probióticos son el mismo tipo de bacterias y levaduras saludables presentes naturalmente en tu tracto digestivo. Ayudan a mantener el cuerpo sano al combatir los efectos de una mala alimentación, los antibióticos y el estrés.
La digestión comienza cuando la comida entra en la boca. Una vez en el estómago, se mezcla con el ácido del estómago.
Además, los probióticos pueden mejorar la absorción de nutrientes, ayudan a descomponer la lactosa, fortalecer tu sistema inmunológico y a controlar algunas afecciones digestivas. Por eso es recomendable consumir buenas fuentes de probióticos, como el yogur bajo en grasa, por ejemplo.
Dieta balanceada
Una dieta saludable debe incluir una gran cantidad de alimentos naturales como frutas y verduras. Los cereales integrales, como el pan y el arroz integral, también deben formar parte.
Las proteínas deben provenir de carnes magras, las aves, pescados y los productos lácteos deben ser bajos en grasa. Además, una buena nutrición implica evitar exceso de diferentes tipos de alimentos.
La sal en exceso, por ejemplo, puede provocar hipertensión arterial. Asegurate de vigilar tu consumo de colesterol y grasas trans.
Una buena nutrición es crucial para un cuerpo sano. Le da la capacidad de combatir las infecciones y funcionar correctamente.
Una mala nutrición puede provocar una gran cantidad de problemas. Presión arterial alta, obesidad, diabetes, falta de sueño y disminución de la energía, entre otros.
¿Cuánto tiempo tarda tu cuerpo en digerir los alimentos?
En muchos casos, la comida pasa por el estómago y el intestino delgado en un plazo de seis a ocho horas. Luego pasa al intestino grueso (colon).
Sin embargo, la hora exacta varía y depende de factores como:
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Cantidad y tipo de alimento ingerido: los alimentos ricos en proteínas y los alimentos grasos, como la carne y el pescado, pueden tardar más en digerirse que los alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras. Los dulces, como los caramelos, las galletas saladas y las tortas, se encuentran entre los alimentos de digestión más rápida.
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La presencia de problemas digestivos: la enfermedad de Crohn, la diverticulitis y el síndrome del intestino irritable son algunas de las afecciones que pueden ralentizar la digestión.
Al llegar al intestino delgado, los restos de comida se exponen a los jugos digestivos, la bilis y las enzimas del páncreas y el hígado.
Una vez que la comida llega al intestino grueso, puede permanecer allí hasta un día o más a medida que sufre una descomposición adicional.
Conclusión
Los cambios simples en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar a mejorar tu digestión si experimenta síntomas digestivos ocasionales, frecuentes o crónicos.
Consumir una dieta de alimentos integrales con alto contenido de fibra, grasas saludables y nutrientes es el primer paso hacia una buena salud digestiva.
También pueden resultar beneficiosas prácticas como la alimentación consciente, consumo de probióticos, mantenerte hidratado y el ejercicio diario y comer en las horas correctas.
Finalmente, deshacerse de los malos hábitos que pueden afectar tu digestión, como fumar, beber demasiado alcohol y comer hasta altas horas de la noche, también puede ser beneficioso. Si te gustaría seguir leyendo artículos como este, encontrá más contenido de interés general en El Destape.