Un equipo de científicas y científicos argentinos coordinados por investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) comprobaron que las mujeres que están vacunadas contra el coronavirus transmiten inmunidad a sus bebés a través del amamantamiento.
Según el estudio, que fue publicado recientemente en la prestigiosa revista Frontiers in Inmunology, los anticuerpos generados por las mujeres que recibieron las vacunas contra Covid-19 de AstraZeneca, Sputnik V y Sinopharm son transferidos a la leche materna, lo que constituye la primera evidencia científica sobre la respuesta en madres lactantes frente a estos tipos de inmunizantes y cuya importancia es clave ya que no hay inoculantes disponibles para bebés menores de 6 meses.
Si bien el Covid-19 no afectó a la población infantil de manera tan severa como a las personas mayores, según los últimos datos publicados en la web del Ministerio de Salud, entre marzo de 2020 y el mismo mes de 2022 murieron en el país debido a esa enfermedad 342 niños, de los cuales el 38% tenían entre 0 y 2 años; en tanto los bebés de hasta seis meses es el único grupo etario para el que no hay vacunas contra el coronavirus aprobadas.
Qué dice el estudio
El trabajo evaluó los niveles de anticuerpos IgG e IgA anti-SARS-CoV-2 en muestras de suero y leche de 208 mujeres en período de lactancia con o sin infección previa por SARS-CoV-2.
"Hasta el momento sólo se había estudiado la transferencia de inmunidad pasiva en madres en período de lactancia vacunadas con plataformas de RNA mensajero (Pfizer y Moderna) y no había evidencia científica que confirme la transferencia de anticuerpos con las plataformas de vectores virales o inactivadas ampliamente utilizadas en Argentina como fueron las vacunas AstraZeneca, Sputnik V y Sinopharm; y esto fue lo que hicimos nosotros", explicó a Télam Diego Ojeda, miembro del Laboratorio de Virología Molecular de la FIL y uno de los autores principales del trabajo.
El investigador detalló que "el estudio demostró que las vacunas disponibles en la Argentina generan una respuesta inmune humoral que produce anticuerpos del tipo IgG e IgA" y añadió que "otro hallazgo fue que la respuesta de anticuerpos del tipo IgA a las vacunas fue similar tanto en leche como en plasma, independientemente de la plataforma recibida".
"Los anticuerpos del tipo IgA que son secretados desde las glándulas mamarias tienen la capacidad de neutralizar a los patógenos a los que han estado expuestas o inmunizadas mediante vacunas la madres lactantes. Nuestro estudio consistió en detectar y cuantificar estos anticuerpos del tipo IgA específicos contra SARS-COV-2 en la leche materna", detalló Ojeda.
Consultada sobre si los anticuerpos que reciben a través de la leche materna son realmente protectores para los bebés, Yesica Longueira, magister en Biobancos y quien colaboró desde el Inbirs, sostuvo que “considerando que los IgA secretados por las glándulas mamarias tienen capacidad de neutralizar patógenos en la mucosa respiratoria del bebé, que la vía de ingreso del SARS-CoV-2 es respiratoria y que la frecuencia de lactancia es muy alta, este tipo de inmunización pasiva podría ser protectora”. "La inmunidad pasiva se transfiere a través de la placenta y la leche materna, de modo que la protección es mayor si las mujeres se vacunan durante el embarazo”, afirmó.
Cómo se llevó a cabo la investigación
El estudio fue posible gracias a un trabajo colaborativo con la Banco de Leche Humana del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá que, en febrero de 2021 cuando se incluyó a las madres lactantes en la campaña de vacunación contra Covid-19, comenzó a enrolar voluntarias de su registro de donantes.
"Desde el Sardá generamos un puente entre nuestras donantes y los institutos del Conicet. Las contactamos, les comentamos del trabajo de investigación y las invitamos a participar. Sabíamos que podíamos tener buena recepción, ya que son mujeres solidarias y esta vez se sumaba la posibilidad de contribuir con información valiosa para la sociedad", señaló la licenciada en Nutrición Vanesa Valls, Jefa del Centro de Lactancia y Banco de Leche de ese hospital a la Agencia CyTA-Leloir.
"En aquellas que fue posible se tomaron muestras basales para determinar su estado serológico (anticuerpos) previo a la vacunación y así poder clasificarlas como convalecientes (aquellas que estuvieron infectadas) y como naïve (aquellas que no estuvieron infectadas)", describió Ojeda.
Las madres donantes recibieron instrucciones sobre cómo tomar la muestra de leche en sus casas y luego fueron citadas por el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbirs) de la Facultad de Medicina de la UBA, donde tras firmar un consentimiento informado entregaron las muestras y se sometieron a la extracción de sangre. Luego de un procesamiento inicial en los laboratorios del Inbirs, el material fue enviado a la Fundación Instituto Leloir para que se realizaran las determinaciones serológicas y el análisis de los datos.
Con información de Télam