Luego de los estudios médicos realizados en el Sanglah General Hospital de Bali, el presidente Alberto Fernández fue diagnosticado con una "gastritis erosiva con signos de sangrado", que habría sido el desencadenante del episodio de hipotensión y mareos que lo obligó a suspender su mensaje en la apertura de la Cumbre del G-20. Más allá de esto, se informó que el máximo mandatario está "en buen estado de salud" y retomará la agenda prevista, bajo observación.
Qué es la gastritis erosiva
La gastritis erosiva consiste en la erosión de la mucosa gástrica causada por daño de las defensas de la mucosa. Generalmente, es aguda y se manifiesta por hemorragia -como ocurrió en el caso presentado por el presidente Fernández-; pero también puede ser subaguda o crónica, con síntomas escasos o casi nulos.
Se trata de un tipo de gastritis, que es la inflamación aguda o crónica de la mucosa que recubre a las paredes del estómago. En este caso, como en todos los demás, se puede producir por diversos agentes como la ingesta de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, alcohol o situaciones de mucho estrés. Entre las causas menos frecuentes se incluye: radiación, infecciones virales, lesiones vasculares, traumatismos directos (como sondas nasogástricas) o la Enfermedad de Crohn.
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Hay erosiones superficiales y lesiones puntiformes en la mucosa que pueden aparecer a las 12 horas de la lesión inicial. En casos graves o no tratados, puede haber erosiones más profundas, úlceras y hasta perforaciones.
Cabe destacar que los pacientes con gastritis erosiva leve puede ser asintomáticos aunque algunos presentan dispepsia (indigestión), náuseas o vómitos. El primer signo que suele aparecer consiste en hematemesis, melena o sangre en la aspiración nasogástrica (en general, de 2 a 5 dias después del primer evento). La hemorragia, de leve a moderada, puede ser masiva en caso de ulceración profunda.
Normalmente, la gastritis erosiva puede diagnosticarse a través de la realización de una endoscopia donde pueden verse las áreas erosionadas en el revestimiento del estómago. También se puede realizar una prueba o análisis de sangre, para analizar el nivel de glóbulos rojos y detectar una posible anemia, que puede derivar en un debilitamiento del revestimiento del estómago. Además se puede utilizar la gastroscopia (para comprobar el interior del estómago y el estado de las mucosas) o el análisis de heces, para verificar si hay sangrado (a través de ella, también se puede detectar o no la presencia de la bacteria Helicobacter pylori).
La sustancia que causa la inflamación de dicha mucosa, será el factor del cual dependa del tratamiento y dependiendo de los síntomas o de la gravedad del cuadro. Se pueden utilizar medicamentos como antiácidos e inhibidores de la bomba de protones. El tratamiento con fármacos es necesario especialmente cuando hay infección bacteriana. Ante la aparición de algún síntoma, es necesario realizar la consulta médica para conocer cómo seguir.