La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune poco conocida entre la población y difícil de diagnosticar. Es la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes después de los accidentes de tránsito. No es hereditaria y afecta por igual a hombres y mujeres, siendo más prevalente a partir de los 40 años.
La circulación social de mitos es muy común en esta enfermedad, suele generar confusión y miedo entre los pacientes y sus familiares al momento del diagnóstico. Para hacerle frente a la desinformación, el 18 y el 19 de mayo en el Hospital de Clínicas de la UBA se desarrollarán jornadas para conocer cómo es vivir con esta enfermedad, promover su detección a tiempo y construir conexiones para mejorar la calidad de vida de las personas la padecen.
Asimismo, la iniciativa se propone brindar más conocimiento y derribar mitos tales como “que la esclerosis es provocada por una mala alimentación, pensamientos negativos o por el estrés; que no tiene tratamiento, es contagiosa, se hereda, es mortal, impide tener hijos, trabajar; y que las personas que tienen esclerosis siempre terminan en una silla de ruedas”, agrega la especialista.
En las jornadas se abordará la enfermedad desde distintas perspectivas como Reeducación de la escritura, Disfagia en los pacientes con enfermedades desmielinizantes y sugerencias sobre técnicas deglutorias más eficaces y Sexualidad en personas con EM.
- El 18 de mayo a las 19 horas habrá una charla virtual, sin inscripción previa, ingresando al link https://www.youtube.com/live/msM0Ezj2xE0?feature=share.
- El 19 de mayo a las 11 horas se hará por primera vez una reunión en el Clínicas donde participarán EMA Y ALCEM, las dos principales asociaciones de Argentina que nuclean a los pacientes con EM y neuromielitis óptica (NMO). Se desarrollará en el aula 90 del Hospital de Clínicas durante la mañana con entrada libre.
Esclerosis Múltiple: síntomas y tratamiento
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad poco frecuente que requiere fundamentalmente de un abordaje interdisciplinario: el tratamiento consiste en controlar la evolución natural de la enfermedad, generando modificaciones en el sistema inmunológico a fin de frenar el avance de la afección al mismo tiempo que trabajar sobre las principales áreas de la vida cotidiana afectadas.
Su detección temprana es clave para una intervención a tiempo ya que ésta cambia significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Entre los principales síntomas de la enfermedad se observan la pérdida de la visión, de la fuerza en alguna o varias partes del cuerpo, inestabilidad para caminar, vértigo y visión doble.
“También existen los llamados síntomas invisibles, que son la fatiga, el dolor generalizado y la depresión”, agrega la dra. María Eugenia Balbuena, neuróloga y coordinadora de la sección de Enfermedades Desmielinizantes del Hospital de Clínicas.
En ese sentido, Balbuena sostiene: “Es importante establecer conexiones para romper barreras sociales que afectan a las personas que padecen esta enfermedad. Con este objetivo se realizarán charlas y talleres sobre distintas facetas de la vida cotidiana que se ven impedidas por la afección, que van desde lo motriz hasta la sexualidad”.