Qué es la aromaterapia

25 de agosto, 2022 | 17.22

Al día de hoy todos tenemos una idea de qué es la aromaterapia. Ahora bien, si lo que estás buscando es adentrarte en la medicina alternativa o hacer un tratamiento, no debés actuar sin saber. En esta nota te contamos los aspectos fundamentales de esta técnica.

Qué es la aromaterapia

En simples palabras la aromaterapia es una disciplina terapéutica, es decir, para curar. Se usa tanto para malestares emocionales como físicos. Quienes la practican sostienen que a través de esta técnica nuestro cuerpo puede lograr equilibrarse mediante la armonización del espíritu.

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Sin duda, lo que sucede internamente nos afecta en nuestro funcionamiento físico y en las relaciones interpersonales. No sanar alguna cuestión del ámbito emocional puede influenciar de muchas maneras sobre nuestro accionar.

Si bien no hay evidencia científica que demuestre que la aromaterapia puede curar, sus practicantes no dudan de su eficacia. No pretende ser una competencia de la medicina tradicional y mucho menos abordar temas de salud mental (en ambos casos es fundamental la consulta con profesionales debidamente acreditados), sino más bien es un suplemento, una ayuda.

De hecho, el acompañamiento de la aromaterapia como soporte de otros tratamientos es muy usual hoy en día. La ida de base consiste en que el sentido del olfato puede generar una sucesión de pensamientos muy fuerte. 

El olfato está estrechamente relacionado con la memoria emocional, donde guardamos cómo nos afectó aquello que nos pasó. Entonces, un olor podría llevarnos a recuerdos que nos ayuden a sanar algo que ni siquiera sabíamos que estaba ahí.

Dice la ciencia que el sentido del olfato es el que más reacciones neurológicas genera, junto con el del tacto. Por este motivo en algunos tratamientos de aromaterapia también hay ejercicios táctiles.

Pero no solo es por asociación de imágenes y recuerdos que actúa esta técnica. También puede ser simplemente un método de relajación a través de los aromas preferidos por el paciente. Además, se puede practicar combinando ejercicios de masaje, con la aplicación de los extractos directamente en la piel.

Es decir que además de su poder para equilibrar los pensamientos y el espíritu, la aromaterapia contribuye al bienestar físico de las personas con aportes químicos naturales.

No es un dato menor que los extractos naturales concentran las propiedades de las plantas con las que se fabricaron. Por ende nos deleitarán con sus aromas, y nos darán todos su beneficios medicinales directamente.

 

La aromaterapia actúa en nuestros cuerpos tanto de manera psíquica como física, por eso es tan efectiva para el equilibrio general.

En épocas de nerviosismo y mucho estrés, encontrar un lugar de relajación es fundamental. La sociedad busca cada vez más evitar los medicamentos sintéticos para calmar la ansiedad. Y aquí es donde pisa fuerte la aromaterapia.

Dicho esto, queremos pasar a contarte más en detalle de qué se trata y cómo podés empezar un tratamiento. 

Cómo funciona

La aromaterapia trata básicamente de inhalar selectivamente determinado perfume, ya sea directamente de la planta o a través de extractos. Estos extractos son a lo que llamamos aceites esenciales. Los aromas suelen ser más bien dulces, armoniosos, para evitar cualquier tipo de incomodidad o rechazo.

También se pueden aplicar aceites esenciales en distintos puntos del cuerpo. Los aceites esenciales son extraídos de plantas naturales seleccionadas, y concentran potencialmente todos los aromas y beneficios de la planta. 

Otro método de tratamiento es el de colocar los aceites en una fuente de calor para que liberen su aroma. Generalmente, esas fuentes de calor se alimentan de una vela, para estar en sintonía con el ambiente relajante. 

O bien se usan sahumadores, donde se queman directamente las plantas seleccionadas. Debés tener en cuenta que para usar directamente las hierbas, estas deben pasar antes por un proceso de secado específico.

La durabilidad de la sesión, como así también la cantidad de complementos o la estética del lugar, pueden variar según la formación y criterios del terapeuta. 

No hay una única manera de hacerlo, lo importante es que pruebes y encuentres la persona y el lugar indicados. No puede haber lugar para la incomodidad en tratamientos como estos.

Además, es posible hacer pequeños procedimientos desde tu casa para profundizar el  tratamiento. Y si con estos simples ejercicios te alcanza, podrás tener tu sesión de aromaterapia donde y cuando lo prefieras. Te contaremos de esto más adelante, pero desde ya debés saber que ir a un profesional será mucho más atinado para recibir el asesoramiento más adecuado a tu caso.

De dónde surgió

Si bien la bibliografía sobre la técnica parece haber iniciado en el siglo XX, su práctica tiene más historia. Se considera que el uso de plantas medicinales se remonta a civilizaciones antiquísimas, incluso antes de Cristo. Específicamente, es Oriente la civilización pionera en esto que llamamos aromaterapia.

No por nada los sitios donde se practica la disciplina suelen tener una ambientación oriental. Se cree que los chinos y los indios lograron importantes desarrollos en esta técnica. Sin embargo, las bases más antiguas de la técnica se pueden rastrear hasta los antiguos egipcios.

 

Por distintos hallazgos históricos, se dice que los primeros tratamientos con aromas se remontan a la época del Egipto Antiguo.

 

Si bien las hierbas curativas tienen uso desde la prehistoria, los primeros expertos se hallaron en Egipto. No en base a nada, en la tumba de Tutankamón se encontraron ungüentos aromáticos de más de 3000 años de antigüedad.

Se sabe que siglos después otras civilizaciones orientales hicieron desarrollos en las técnicas, y más tarde también en Europa. Por supuesto es muy difícil abarcar toda la historia de la aromaterapia y sus diversificaciones, pero es innegable su trayectoria. 

No debería haber dudas sobre la efectividad de un tratamiento que acumula milenios de práctica. Al día de hoy, la medicina también intervino en dicha técnica, por lo que hay variaciones muy actuales. 

La disciplina sin duda seguirá cambiando, pero los aroma y su influencia en nuestros cuerpos persistirán como centro de discusión e investigación.

 

Los beneficios de la aromaterapia

Es muy difícil determinar cuáles son los logros exactos de la aromaterapia. Esto es debido a que cada paciente posee una situación personal distinta, y probablemente aún no se han encarado los estudios de la envergadura necesaria para alcanzar resultados concluyentes.

Ahora, que no haya evidencia dura de los resultados (como arrojan quizás tratamientos médicos específicos) no significa que no sirva. Sin duda, se puede hablar de algunas generalidades en cuestión de resultados favorables.

De por sí, calmar el estrés acumulado del día teniendo un momento de relajación es ya un benefició. Darnos un momento propio es super necesario en los agitados días que vivimos. ¿Qué mejor que un tratamiento que frena el ritmo antinatural cotidiano y nos relaja con suaves aromas?

También se sabe que hacer tratamientos un poco más prolongados ayuda a tratar efectivamente la ansiedad no patológica, uno de los males que más aqueja a la sociedad moderna. Mayores compromisos en plazos cada vez más acotados pueden ser equilibrados con un poco de naturaleza en el cuerpo.

En ese sentido, sabemos que la ansiedad y el estrés modifican nuestros comportamientos naturales. Más allá de las dolencias físicas, uno de los principales puntos afectados es el sueño, donde la aromaterapia también puede actuar positivamente.

Los pacientes que se tratan con esta técnica han notado resultados muy favorables en materia de descanso.

Cómo utilizar la aromaterapia en su vida cotidiana

La forma más clásica y directa de aplicar la aromaterapia es inhalando los aceites esenciales. Es decir que, consiguiendo el aceite que prefieras, podrás inhalarlo a partir de perfumar o aromatizar los ambientes. Otra forma de inhalación es a través de la vaporización.

Si bien los métodos se utilizan en centros especializados, algunos usos y técnicas podés hacerlo en tu casa. Por ejemplo, diluir unas gotas del aceite en agua, y luego vaporizarla para inhalar. Generalmente se utiliza para tratar afecciones respiratorias desde tos o congestión, hasta daños por neumonía o asma, entre otros.

Otra manera de efectuar la aromaterapia es aplicando los aceites directamente sobre la piel. Es muy común si uno va a hacerse tratar que le ofrezcan un masaje complementado con aceites. No solo poseen aromas agradables, sino que al ser extractos de plantas cargan con propiedades relajantes o estimulantes.

Estas propiedades curativas ingresarán también por tu piel, lo que suma resultados y beneficios en muchos casos.

También podés hacerlo por tu cuenta, ya que ciertos aceites se aplican en puntos específicos de la cabeza, por ejemplo. Podrías darte un pequeño masaje en la nuca con aceite de menta, si te duele la cabeza.

Ahora, debés tener en cuenta que ciertos aceites son muy fuertes y necesitan ser diluídos antes del uso tópico. Además, no todos los aceites son para cualquier malestar.

¿Necesitás aún más relajación? Podés prepararte un baño y aplicar al agua unas gotas de tu esencia favorita. Muchas personas buscan terminar un día agitado con un baño caliente y relajante. Aplicar esencias será, sin duda, una experiencia muy placentera que te permitirá alcanzar tu objetivo de la mejor manera.

Por otra parte, existe un último truco que podés aplicar en tu casa, o mismo en la oficina oficina o dónde prefieras. No requiere que estés bañándote ni mucho menos, sólo se trata de hacer una difusión del aroma. Hoy en día los llamados difusores son muy accesibles y transportables, por lo que podrías colocarlo donde quieras.

Estos difusores generalmente se conectan o son a pila. Cuentan con un dispositivo donde colocar unas pocas gotas de aceite, entonces el calor que emiten genera que el aroma se empiece a esparcir por todo el lugar. 

Es una rápida manera de hacer entrar en juego aquellos aromas que te hacen bien en los lugares donde los necesitás.

Aceites esenciales

Es momento de hacer un apartado especial para los protagonistas de la aromaterapia: los aceites esenciales. Estos aceites son extractos de plantas naturales, que concentran todas sus propiedades y además su aroma. Según la planta se utilizará la flor, la raíz u hojas y tallos para completar el proceso de extracción.

 

Los aceites esenciales no solo entregan el aroma de las plantas, sino el conjunto de todas sus propiedades curativas.

 

Si bien es un proceso químico, es natural, y no necesita derivados ni agregados sintéticos. En este sentido, es clave que el producto sea natural en su totalidad para poder hacer un buen tratamiento.

La demanda relacionada a aromaterapia creció tanto que hay productores que con tal de ganar más, diluyen sus aceites. Al utilizar aceites de mala calidad no solo tendrás menos aroma y perderás propiedades curativas, también podés tener problemas.

SI los aceites no son de calidad y 100% naturales, se corre el riesgo de llevar materiales extraños a las vías respiratorias o directamente a tu piel, lo que puede provocar, como mínimo, reacciones alérgicas.

Los productos que consigas deben ser fiables y de buena calidad. No compres aceites sin una marca que lo avale o sin prospecto, es decir, aceites de los que no sabés procedencia o proceso de fabricación. De no querer ir tras una marca cara, consultá a un profesional de confianza antes de ir por productos alternativos.

No obstante, debés tener en cuenta que el producto puede ser 100% natural y que igualmente tengas alguna reacción indeseada. Siempre utilizalo en bajas cantidades primero y siguiendo las recomendaciones del fabricante o, mejor aún, de un profesional.

Hecha esta aclaración, pasamos a contarte qué tipos de aceites existen. Teniendo en cuenta estas clasificaciones, vas a poder encontrar más rápido el que buscás. Hay tres grandes clasificaciones que hacen los profesionales de la aromaterapia para dividir los numerosos tipos de aceites que existen.

Relajantes

Suelen ser aromas suaves y muy dulces. Tranquilizarán tu mente, si estás en una situación de nervios o estrés. También suelen utilizarse para dolencias físicas como malestar estomacal o muscular. Un claro ejemplo es el aceite extraído de la manzanilla, o del geranio.

Revitalizantes 

En este caso buscamos una esencia que nos levante el ánimo y nos cambie la actitud. El aceite esencial de tomillo es un conocido revitalizante, aparte de un gran descongestivo. Luego existen otros famosos contra las malas energías, por ejemplo, el de sándalo.

Estimulantes

En esta categoría tendremos aceites que nos estimulen a seguir con nuestras tareas, aumentando nuestro deseo. El aroma fresco de la menta liberará tu mente y te despertará. Pero no solo hablamos de deberes: también se encuentran aceites como el pachuli, que estimulan el deseo sexual, por ejemplo.

Los mejores aceites esenciales para la aromaterapia

Existe una enorme variedad, pero haremos una pequeña selección de los más aclamados.

Eucalipto

Es un aceite de aroma fresco. Se le atribuyen propiedades para despejar la mente sin perder energía. También es muy utilizado en invierno para prevenir o curar resfríos.

Manzanilla

Uno de los más conocidos aromas, se lo considera un tranquilizante como pocos, tanto a nivel mental como de dolencias físicas. Muy utilizado para tratar malestares estomacales, pero también es de uso tópico muscular.

Menta

Se sabe que su aroma intenso y fresco estimula y despeja la mente. También se le atribuye un gran aporte a la concentración. De estar preparando alguna presentación de trabajo o estudio, aromatizar con menta te será de gran ayuda.

Lavanda

Otro de los más conocidos del mundo de la aromaterapia a nivel global. Es un relajante en general, que se utiliza para reducir el estrés o la ansiedad. Por otra parte, es muy utilizado para tratar la piel congestionada..

Sándalo

Si lo que buscás es equilibrar las energías de tu espacio, el sándalo será tu mejor aliado. Elimina las malas energías tanto de lugares como de personas. También es utilizado para tratamientos bronquiales y digestivos, entre otros.

Romero

Sabemos que la menta puede ser un aroma muy intenso, y que no a todos les parece útil. El romero te dará la misma frescura, ayudará a tu concentración y lo hará con un aroma menos intenso y más herbal.

Consultá siempre con un médico

Si bien ya vas terminando esta nota sabiendo mucho más de aromaterapia, siempre consultá con un médico especialista. Antes de empezar un tratamiento como este o cualquier otro, es recomendable conocer la opinión de un profesional debidamente acreditado y matriculado.

Conclusión

Existe una enorme variedad de aceites y tratamientos en el mundo de la aromaterapia. Ahora que tenés una buena base vas a poder empezar la búsqueda de lo que necesitás para mejorar tu salud.

Recordá siempre manejarte en ambientes profesionales y con productos de calidad. Respetando las indicaciones adecuadas, vas a poder sacar el máximo provecho de esta técnica terapéutica. Será solamente cuestión de tiempo para que sientas la mejoría luego de incorporar a tu vida tus aromas preferidos.

Aprendé mucho más sobre aromaterapia, medicina alternativa, y otros tratamientos naturales. Seguí leyendo El Destape.