El desgarro meniscal es uno de los problemas de salud más frecuentes en una parte de la sociedad, en especial en aquellas personas que practican deportes, por lo que vale la pena conocer todo acerca de este inconveniente.
Tanto para los que lo sufren como para los que no, es interesante conocer todos los detalles posibles al respecto como para estar preparado si alguna vez toca afrontarlo: qué es, si existe un tratamiento para combatirlo y si tiene cura definitiva o no.
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Qué es el desgarro meniscal y cómo tratarlo
Se trata de una lesión común, en la que una torcedura forzada provoca el desgarro de ciertos tejidos en la rodilla. Se produce en el cartílago de la rodilla que amortigua y separa al fémur de la tibia. Se puede producir debido a la torsión o el giro forzado de la rodilla.
Los síntomas del desgarro en el menisco
Los más tradicionales son el dolor, la hinchazón, la rigidez y la dificultad para estirar las piernas.
El tratamiento para el desgarro en el menisco
Se necesita un diagnóstico médico por un profesional, para el cual generalmente se precisan análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes. Además, incluye el reposo, las compresas de hielo, los analgésicos, los antiinflamatorios y la fisioterapia. Y sólo en algunas oportunidades graves puede requerir una cirugía.
Además, sirve envolver la rodilla con una venda elástica y mantener la pierna elevada sobre almohadas.
Qué médicos pueden tratar el desgarro meniscal
Los profesionales capacitados para combatirlo son: el cirujano ortopédico, el especialista en la medicina del deporte, el fisioterapeuta y cualquier doctor de atención primaria.
Cuáles son las consecuencias del desgarro meniscal
Si bien la gravedad varía y los dolores pueden ser fuertes o no, en líneas generales se presentan la dificultad para caminar o un rango de movimiento limitado, con la rodilla bastante inflamada.
Cómo me recupero de un desgarro meniscal
Después de la cirugía, su médico puede poner su rodilla en un enyesado o un inmovilizador para impedir que se mueva. Cuando la cicatrización inicial se complete, él seguramente le indicará ejercicios de rehabilitación, que son necesarios para restablecer la movilidad y la fortaleza de su rodilla. Con el correr del tiempo, se irán agregando cada vez más actividades.
La mayoría de la recuperación puede llevarse a cabo en su casa, aunque el médico también puede recomendar la terapia física. Al ser una lesión totalmente común, si se la trata a tiempo y se siguen al detalle los pasos indicados por los especialistas no debería haber problemas para continuar con la vida normal que existía en la previa.