Es común despertarse en medio de la noche con una sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos, una experiencia incómoda que todos hemos vivido alguna vez. Esta sensación, que suele ir acompañada de una pérdida temporal de sensibilidad o movimiento, puede deberse a diferentes factores.
Este adormecimiento se da principalmente durante el sueño y suele desaparecer al moverse o cambiar de posición. Aunque en la mayoría de los casos no representa un problema grave, puede generar preocupación, sobre todo si ocurre de manera frecuente o se acompaña de dolor o pérdida de fuerza en las manos.
¿Por qué se duermen las manos al dormir?
Las manos se duermen al dormir principalmente por una presión prolongada en los nervios que recorren los brazos y manos. Esta presión se genera al mantener una posición incómoda o inadecuada durante el sueño, lo que restringe el flujo sanguíneo o comprime los nervios.
Además, condiciones como el síndrome del túnel carpiano, que afecta al nervio mediano, pueden aumentar la frecuencia de esta sensación. Otras causas incluyen problemas circulatorios, deficiencias de vitaminas o incluso trastornos nerviosos.
¿Qué hacer si se duermen las manos?
Si el adormecimiento de las manos ocurre ocasionalmente y se debe a una mala postura al dormir, hay varias medidas que podés tomar para aliviar los síntomas y evitar que se repitan. Ahora bien, si el problema persiste, lo más recomendable es que acudas a médico clínico para que te realice los análisis pertinentes. A continuación te compartimos algunos tips:
- Cambiar de postura al dormir: intentá evitar dormir con las manos o brazos debajo del cuerpo o en posiciones que ejerzan presión en los nervios. Dormir boca arriba con los brazos estirados a los costados puede ser una opción más cómoda.
- Usar una férula para las muñecas: si el problema está relacionado con el túnel carpiano, el uso de una férula que mantenga las muñecas en una posición neutra puede reducir la compresión del nervio mediano durante la noche.
- Hacer ejercicios de estiramiento: realizar estiramientos suaves de los brazos, muñecas y dedos antes de dormir puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la presión en los nervios.
- Elevar los brazos: si sentís adormecimiento al despertar, podés intentar elevar los brazos para que el flujo sanguíneo regrese a las manos más rápidamente.
- Ajustar la almohada: usar una almohada que brinde soporte adecuado al cuello y la espalda también puede prevenir posturas que provoquen presión sobre los nervios.