El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, aseguró este lunes que están "en la fase final del brote de dengue" y, pese a la disminución de casos, ratificó la necesidad de continuar con los cuidados preventivos porque "la epidemia no terminó".
Quirós estuvo acompañado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y dieron a conocer el esquema de vacunación en la Ciudad. Luego de los detalles, el funcionario tomó la palabra y habló sobre la situación actual del dengue. "La primera semana de abril fue la peor de esta epidemia de dengue que ha sido la más alta de todo Latinoamérica, de Argentina y de la Ciudad, desde que tenemos registro", explicó el funcionario porteño.
Además, el ministro confirmó que están "en la fase final del brote de dengue" y enfatizó que la epidemia no finalizó pese a que "los ejemplares adultos del mosquito Aedes aegypti están en retirada". Durante el récord de casos, en la Ciudad hubo hasta 170 camas ocupadas con pacientes enfermos en hospitales públicos, mientras que ese número bajó considerablemente estos días con un total de 20 camas usadas.
"Los registros que tenemos en la Ciudad indican que ha descendido de manera muy importante los casos. Veníamos con valores de 80% de las ovitrampas positivas para los peores momentos y hoy estamos cerca del 20%, así que prácticamente los Aedes aegypti adultos se va retirando", destacó. En relación a este tema, Macri agregó: "Comenzamos el camino del análisis de lo que dejó el brote de dengue para prepararnos para octubre".
Por último, el funcionario también esclareció dudas sobre la aparición de una nueva invasión de mosquitos en la Ciudad: "Se trata de otra especie, el llamado coloquialmente mosquito del charco, que es mucho más grande, más torpe, más negro, que pica en todo momento y que da ronchas bastante más significativas".
Fumigar no sería la solución
En conjunto con la Red Argentina de la Vigilancia a la Resistencia a Plaguicidas, el Malbrán lleva adelante desde 2019 un proyecto de investigación donde describen y analizan el estado y la distribución geográfica actual de la resistencia desarrollada por el Aedes aegypti; gracias a este estudio, advirtieron a los municipios sobre el impacto del mal uso de insecticidas y señalaron que "no es la única" solución para controlar el dengue, por lo que hay que plantear "estrategias comunitarias".
"Los insecticidas no deberían ser utilizados a gran escala porque los mosquitos también están expuestos a otros insecticidas, como por ejemplo a los del agro, y con el estudio empezamos a detectar que hay grados de resistencia debido a varios factores. Por eso se solicita que solamente se apliquen en los momentos de brote, y no como manera preventiva apenas aparecen los primeros mosquitos, porque el insecticida no es agua", explicó en una entrevista a Noticias Argentinas la directora del centro, Mariana Manteca Acosta.